¿Brotes verdes en España? IESE y Caixa Catalunya se apuntan a la tesis de Salgado

Los "brotes verdes" en la economía española no son sólo una invención de la vicepresidenta Elena Salgado. Prestigiosos servicios de estudios, como los de la escuela de negocios IESE (Universidad de Navarra) y de Caixa Catalunya también ven señales de que la grave crisis que atraviesa nuestro país está tocando suelo. Ahora bien, advierten de que se trata de algo casi obligado -no se puede caer hasta cero-, que las señales son muy incipientes y que no garantizan ni mucho menos que, una vez alcanzado el suelo, la recuperación vaya a comenzar de inmediato.

En general, los economistas coinciden en que la recuperación comenzará antes en EEUU -porque allí entraron antes en crisis y por los gigantescos programas de estímulo de la economía puestos en marcha- y en China -por su solidez y sus políticas expansivas-. Asimismo, creen que la mejoría llegará más tarde a Europa y, en último lugar, a países con grandes desequilibrios estructurales como España. De ahí que sí detecten ya claramente "brotes verdes" en los dos gigantes de la economía mundial y sea mucho más difícil verlos aquí. Pero, dicho esto, también encuentran algún motivo para la esperanza en nuestro país.

El IESE reconoce que España tiene uno de los índices de directores de compra -PMI, uno de los principales indicadores adelantados- más bajos de la zona euro, del 34,6 (por debajo de 50 señala contracción), de ahí que concluya que "hay recesión para rato". Pero posteriormente reconoce que "es probable que una parte del respiro que nos estamos tomando, y que se manifiesta en los "brotes verdes", tenga que ver con esa revisión de unas expectativas que se nos presentaban muy negras y que ahora no lo son tanto". La clave en esta mejoría es la reducción de la fortísima incertidumbre de principios de año, ya que la confianza es clave para la recuperación.

"¿Hay "brotes verdes"? Sí, claro: ya toca. ¿Significan que hemos tocado fondo? No necesariamente: podemos seguir bajando, pero, seguramente, ya a tasas menores: un refrán español dice que "no hay mal que cien años dure". ¿Volveremos a crecer? Lógicamente, sí", concluye este informe. No obstante, el IESE no espera que la recuperación vaya a ser tan rápida como la caída previa (lo que se conoce como vuelta en "V"), sino que "seguramente será una salida lenta".

Hay muchas razones para este pronóstico: el exceso de endeudamiento de empresas y familias que hay que purgar con años de consumo moderado; los excesos en la vivienda y la construcción, que requieren eliminar el stock de casas sin vender; el círculo vicioso del desempleo y el consumo, que va a continuar bastante tiempo; la necesidad de eliminar el exceso de capacidad en muchos sectores; o la resistencia a "tomar la medicina amarga", que alargará todavía más el ajuste.

El grueso del ajuste ya ha tenido lugar

Precisamente, Caixa Catalunya opina que el grueso de ese ajuste ya ha tenido lugar, de forma que en los próximos trimestres el ritmo de descenso de la actividad irá cediendo. Así, la tasa interanual de caída del PIB alcanzará un máximo de caída del 4,1% en el tercer trimestre de 2009, tras el -3,6% que registrará entre abril y junio, para empezar a mejorar a partir de ahí.

El informe de esta entidad, realizado por el catedrático Josep Oliver, asegura que la construcción residencial habría concluido prácticamente su ajuste en la primera mitad de 2009, mientras que el aumento del ahorro y la reducción de la inversión generarán por primera vez capacidad de financiación en el sector privado no financiero. "Una parte importante del ajuste inevitable de los excesos de oferta parece que ya ha sido absorbido. Dado que el número de hogares que se están creando en España supera el total de nuevas viviendas iniciadas, ello implica que, lentamente, el stock  excedentario del sector (estimado por encima del millón de viviendas pendientes de ser vendidas) comienza a reducirse".

A pesar de los riesgos económicos y financieros a la baja todavía presentes, Caixa Catalunya considera "previsible" que, a partir del verano de 2010, la economía española recupere una senda de crecimiento y se inicie una "lenta y moderada" recuperación tras los impulsos fiscales y monetarios, que permitirá volver a incrementos trimestrales de la actividad al inicio del año y a tasas interanuales positivas en el segundo semestre.