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La CNMV no sanciona a Vetusta después de haber provocado su cierre
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La CNMV no sanciona a Vetusta después de haber provocado su cierre

Endesa no ha sido el único escándalo del mandato de Manuel Conthe. El aún presidente de la CNMV, que ha explicado hoy en el Congreso sus

Foto: Otro cambalache de la CNMV: no sanciona a Vetusta después de haber provocado su cierre
Otro cambalache de la CNMV: no sanciona a Vetusta después de haber provocado su cierre

Endesa no ha sido el único escándalo del mandato de Manuel Conthe. El aún presidente de la CNMV, que ha explicado hoy en el Congreso sus razones para dimitir, tiene en su debe otra mancha de menos tamaño pero también escandalosa: la suspensión de actividades de la gestora Vetusta a finales de 2006, que se ha cerrado sin ninguna sanción, lo que reconoce implícitamente lo exagerado de aquella decisión.

Según una resolución del 27 de marzo a la que ha tenido acceso El Confidencial, la CNMV ha archivado el procedimiento de revocación de la licencia de la entidad a cambio de que Vetusta –presidida por Guillermo Menéndez- solicite la baja voluntaria de la sociedad. Además, la firma ha renunciado por escrito a cualquier acción legal en contra de la CNMV, según consta en otro documento enviado al supervisor.

El comité ejecutivo de la CNMV acordó el 26 de diciembre de 2006 la suspensión cautelar de actividades de Vetusta como gestora de carteras y la apertura del citado expediente de revocación de licencia. El ‘riesgo reputacional’ conllevó la ruptura del acuerdo que esta firma mantenía con Banesto y que le proporcionaba el grueso de sus ingresos, lo que provocó el cierre de todas las actividades de Vetusta y el despido de sus 50 empleados. Entonces, el supervisor no dio ninguna explicación de las causas de una medida tan drástica (la más grave que puede tomar la CNMV contra una empresa de servicios de inversión) y alimentó el misterio al asegurar que no había fraude ni perjuicio para los clientes.

Duras acusaciones

La decisión de diciembre, a la que también ha accedido este periódico, vierte unas acusaciones muy graves sobre Vetusta, ya que se llega a hablar de indicios de delitos como blanqueo de dinero, estafa y, sobre todo, falsedad en documento mercantil, puesto que la CNMV acusa a Vetusta de falta de transparencia y no se fía de la prolija documentación remitida por la firma.

Los documentos consultados prueban que Vetusta respondió a los numerosos requerimientos de información del supervisor para desmentir unas acusaciones que, de todas formas, se incluyen en la resolución: falta de medios, incumplimiento del ratio de solvencia, falta de separación entre sus actividades de gestión y la de agencia de Banesto, ejercicio de funciones sin autorización, falta de consolidación de las cuentas del grupo, utilización indebida de los fondos y acciones de los clientes, e incluso que Vetusta es una sociedad fantasma sin propietarios conocidos que obtenía unos ingresos desproporcionados respecto a la actividad realizada. De ahí las sospechas de blanqueo y la propuesta de dar traslado de la investigación al Sepblac (policía antiblanqueo).

El mantenimiento de estas acusaciones -pese a la respuesta de Vetusta- implica que la CNMV consideró falsa la información remitida. La suspensión de actividades se fundamentaba en un informe elaborado por Antonio Carrascosa, director general de entidades, y María José Gómez Yubero, entonces directora de supervisión y relevada del cargo hace unas semanas para pasar a la dirección de inversores, un puesto con mucha menos relevancia pública.

Suspensión injustificada

Lo más llamativo es que la resolución del 27 de marzo, al archivar el expediente sin sanciones, supone reconocer que estas acusaciones no tenían tanto fundamento o no eran tan graves como para justificar una medida tan radical. De lo contrario, la CNMV estaría haciendo dejación de sus obligaciones al no dar traslado a los tribunales de los indicios de delito encontrados.

La resolución de archivo del caso lo justifica, aparte de por la baja voluntaria, por la ausencia de reclamaciones de los clientes, el fin del contrat

Endesa no ha sido el único escándalo del mandato de Manuel Conthe. El aún presidente de la CNMV, que ha explicado hoy en el Congreso sus razones para dimitir, tiene en su debe otra mancha de menos tamaño pero también escandalosa: la suspensión de actividades de la gestora Vetusta a finales de 2006, que se ha cerrado sin ninguna sanción, lo que reconoce implícitamente lo exagerado de aquella decisión.

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