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La sombra de Ana Patricia es alargada: Suala Capital cambia de nombre para sobrevivir
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La sombra de Ana Patricia es alargada: Suala Capital cambia de nombre para sobrevivir

La sombra del apellido Botín pesa demasiado. También la última inversión, derivada en suspensión de pagos, realizada por el fondo de capital riesgo que llegó a

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La sombra de Ana Patricia es alargada: Suala Capital cambia de nombre para sobrevivir

La sombra del apellido Botín pesa demasiado. También la última inversión, derivada en suspensión de pagos, realizada por el fondo de capital riesgo que llegó a presidir Ana Patricia Botín durante sus dos primeros años. Suala Capital ha decidido renovarse antes que morir. A partir de ahora, echa a rodar bajo el nombre de Impala, con los mismos responsables pero sin la presidenta de Banesto entre sus inversores.

En realidad, los cambios se reducen exclusivamente a la etiqueta: lo que antes era Suala Capital Advisers es ahora Impala Capital Partners. Al frente de la firma de capital riesgo continúa como presidente Carlos Guerrero, a quien acompañan como socios Gonzalo Díaz Rato, Gonzalo de Rivera y Pierre Sáenz. El resto del equipo sigue siendo el mismo, sin ninguna modificación en las filas.

Tampoco hay diferencias en las características del fondo gestionado ni en la cartera de inversiones. Impala hereda los 215 millones de euros levantados en 2001 por Suala, así como sus dos participaciones, tanto en Menaje del Hogar (72%) como en Paconsa (100%), ambas adquiridas en 2003. Por su parte, Mivisa, el fabricante de envases metálicos adquirido en 2001, hasta ahora su operación más rentable, fue vendido en 2005.

Precisamente, la suspensión de pagos anunciada en Paconsa, líder nacional en transporte refrigerado, se ha convertido en el detonante de la salida de Ana Patricia Botín de Suala y, por extensión, del posterior cambio a Impala. La mala imagen provocada en el sector del private equity salpicó la reputación del fondo y de la propia Ana Patricia, a pesar de que abandonó sus funciones ejecutivas en 2002.

Recompuesta la situación, el equipo de Suala Capital trata de levantar cabeza. El primer paso ha consistido en borrar las huellas del pasado reciente y reconvertirse en Impala. El segundo paso previsto, según fuentes del mercado, pasa por levantar un nuevo fondo, que nada tenga que ver con la etapa pasada, y por encontrar un inversor que esté dispuesto a recomprar Paconsa.

La necesidad de arrancar una nueva época ha convertido a Impala en candidato para protagonizar la primera operación de private equity del año. De hecho, esta misma semana un diario económico le adjudicaba la participación en la operación de compra de Telepizza en alianza con sus principales accionistas, los hermanos Ballvé, extremo que negaron rotundamente. Pero Impala quiere dar un salto.

La sombra del apellido Botín pesa demasiado. También la última inversión, derivada en suspensión de pagos, realizada por el fondo de capital riesgo que llegó a presidir Ana Patricia Botín durante sus dos primeros años. Suala Capital ha decidido renovarse antes que morir. A partir de ahora, echa a rodar bajo el nombre de Impala, con los mismos responsables pero sin la presidenta de Banesto entre sus inversores.