China es una trituradora: del espasmo de Sinner, al vómito de Djokovic y el mareo de Raducanu

La gira tenística ha llegado a China, donde muchos jugadores buscan uno de sus últimos grandes resultados antes de que acabe la temporada, pero está siendo más complicada de lo esperado. Solo son los primeros compases, pero muchos jugadores han descubierto que el país asiático se ha convertido en una trituradora.

Después de una temporada muy exigente, con numerosos torneos que, en muchos casos, han alargado su duración de manera importante, los jugadores están sufriendo gravemente las inclemencias del tiempo en el gigante asiático. La última en verse en una situación complicada fue la británica Emma Raducanu.

La joven de 22 años se enfrentaba a la norteamericana Ann Li en la primera ronda del WTA 1.000 de Wuhan. Comenzó ganando el primer juego y, de repente, encadenó seis en contra para perder el primer set por la vía rápida. La segunda manga seguía por los mismos derroteros, momento en el que pidió asistencia médica.

A Raducanu se la veía claramente mermada físicamente, situación por la que los doctores le midieron la presión arterial para recomendarle que abandonara el encuentro, como así terminó haciendo. El problema es que no es caso puntual, sino que se ha convertido en la tónica de estos días en China.

Las temperaturas están por encima de los 30 grados en estos días algo que, sumado a la enorme humedad, por encima del 80 por ciento, provoca que los deportistas estén sufriendo graves problemas en pista. De hecho, Raducanu es la última de una nómina de grandes jugadores que tienen problemas en pista.

Uno de los primeros casos fue el de Jannik Sinner. Sucedió en el Masters 1.000 de Shanghái, donde en pleno partido ante Tallon Griekspoor, tuvo que abandonar por culpa de una serie de espasmos musculares que, ni siquiera, le permitían caminar. Las imágenes del italiano cojeando apoyado en el médico dieron la vuelta al mundo.

Y otros jugadores vivieron situaciones igualmente duras. Sin ir más lejos, el propio Novak Djokovic, en su victoria en Shanghái ante Yannick Hanfmann, se le pudo ver vomitando en varias ocasiones durante el partido. Una situación compleja que fue capaz de sacar adelante para lograr la victoria.

Otros deportistas, como fue el caso de Holger Rune, también tuvo que ser atendido por problemas físicos derivados del calor y la humedad de China. El país asiático se ha convertido en una verdadera trituradora de deportistas que, en el tramo final de curso, sufren en exceso las duras condiciones climatológicas.

El que no acudió a Shanghái es Carlos Alcaraz que, por su tobillo maltrecho después de Tokio, se tuvo que bajar de un campeonato al que iba a acudir. Quizá haya sido la mejor noticia para el español, que evita un torneo complicado y podrá estar en perfectas condiciones de cara al último tramo de la temporada.