Alcaraz sella su venganza en Tokio: acaba con Fritz y se hace con el octavo título de la temporada

Carlos Alcaraz también es eterno ya en Tokio. El tenista español consiguió la victoria ante Taylor Fritz (6-4 y 6-4) y, con ello, se llevó el triunfo en un torneo en el que jugaba por primera vez. El conseguido en la capital nipona es el octavo título que suma esta temporada y, además, sigue engrosando su récord de victorias este curso con 67 partidos ganados, un registro verdaderamente increíble. El número uno del mundo está imparable y, ante Fritz, confirmó que su juego es de otro mundo.

El español sabía que tenía ante sí a un rival complicado. Si nos fijamos en los datos del circuito ATP, con este triunfo en Tokio, Alcaraz suma 18 triunfos consecutivos, amén de solo dos derrotas en los últimos 53 encuentros que ha jugado. Pero, hace escasas semanas, durante la Laver Cup —un torneo oficial, pero no reparte puntos ATP—, Fritz le endosaba una dolorosa derrota al número uno del mundo, la primera en los últimos tres meses. Por tanto, tenía una venganza en mente.

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El Confidencial

Alcaraz sabía de inicio que debía de agarrarse a dos claves para acabar con la resistencia de Fritz: la primera, sobrevivir al bombardeo desde el saque del norteamericano; la segunda, mostrarse solvente también con su servicio para que no entrara en pista. Sabía que, si seguía ese guion, encontraría su oportunidad, a la que se tenía que lanzar de cabeza para evitar un problema. Además, por potencia era complicado derribar a su rival y, por tanto, tocaba moverle y tratar de agotarle.

El español tuvo una triple oportunidad en el quinto juego, pero no pudo ejecutar ninguna de las bolas de break de las que dispuso. Pero, justo al marcharse al banco, se mostró muy enfadado, también con el juez de silla. No solo era por haber perdonado tres ocasiones de oro, sino porque en su anterior servicio, le cantaron un warning que consideraba injusto. La conversación con el umpire le provocó cierto malestar, que transformó en una energía increíble en el siguiente saque,

Y, a partir de ahí, empezó a mostrar su mejor versión. Más concentrado, más acertado, más activo y, sobre todo, algo más valiente de lo que estaba siendo, Alcaraz empezó a jugar algo mejor, si bien no estaba siendo capaz de cerrar los puntos de break con los que contaba. Hasta que llegó el noveno juego, donde por fin rompió a Fritz para ponerse por delante en el marcador. Solo tuvo que confirmar la rotura con su saque para sellar el primer set de la gran final (6-4).

Un segundo set algo más sencillo

Después de la batalla del primer set, llegaba el momento de la verdad... y Fritz mostraba problemas. Durante el descanso entre set, fue atendido en su pierna izquierda por una serie de molestias físicas que, incluso, parecía que le molestaban a la hora de sacar. Y Alcaraz olió sangre. Se lanzó con todo en el primer juego de la segunda manga y, con un tenis de enorme nivel, desarmaba a Fritz y le endosaba un nuevo break. La final estaba encaminada si el español seguía esa vía.

Fritz volvía a ser atendido de su pierna e, incluso, pedía a las asistencias médicas que le vendaran el cuádriceps para minimizar el dolor. Mientras, tanto, Alcaraz seguía a lo suyo, muy serio con el saque para tratar de mantener su ventaja. Y el norteamericano se desarmó. Un segundo break puso la final muy de cara para el español que, tras confirmar cada una de las roturas, le permitía tener varias opciones con su saque para sellar un nuevo título en Tokio.

No pudo ser en la primera, donde Fritz consiguió la primera rotura del partido para meter algo de presión al español, especialmente tras confirmarlo con su servicio. Pero Alcaraz no iba a fallar en la segunda para hacerse con el título (6-4). No solo es el primero que consigue tras recuperar el número uno del mundo, sino que es el octavo de su temporada y, además, en una plaza en la que nunca antes había jugado... justo antes de un final de temporada con grandes objetivos por lograr.