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El adolescente sevillano que conquistó el Godó (cargándose a un Alcaraz)
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ENTREVISTA A PEPE GARCÍA

El adolescente sevillano que conquistó el Godó (cargándose a un Alcaraz)

Ganó el Conde de Godó sub-14 tras imponerse al hermano de Carlitos en semifinales. Empezó en el pádel acompañando a su hermano, pero la raqueta aterrizó pronto en su vida

Foto: Pepe García posa tras ganar el Godó sub-14. (Barcelona Open)
Pepe García posa tras ganar el Godó sub-14. (Barcelona Open)

La cara de felicidad ha mutado en una de cansancio. Seis horas de tren son muchas, demasiadas, quizá un tiempo prudencial para pensar en los sueños e ilusiones. Los que tiene Pepe García (Alcalá de Guadaíra, 2011), vigente campeón del Conde de Godó sub-14. Su agotamiento no es óbice para sentarse con El Confidencial recién llegado de Barcelona en el AVE y hablar de este triunfo que lo mantiene parsimonioso. "No podría decirte si el domingo [cuando ganó] fue el mejor día de mi vida, pero lo meto en el top tres", asegura a este diario.

García aparece con el trofeo envuelto en una bolsa. Por la calle aparecen compañeros de colegio que extienden su felicitación y le despiertan una sonrisa. 14 años no son nada, aunque no se cumpla el tango de Gardel. Lo miran con admiración cuando posa con la copa, pero lo tutean en las bromas en el pupitre. A priori parece un campeón humano.

Un campeón que deja a rivales mediáticos por el camino. En semifinales, Jaime Alcaraz estuvo enfrente, con su hermano en la grada como apoyo. Sin embargo, la presencia de su ídolo, Carlitos, no fue intimidante porque la derrota fue contundente (6-2 y 6-1). García vive en un pueblo cargado de molinos e igual lo tomaron por lo que aún no es, aunque vaya camino de ello: un gigante.

"Me pareció sorprendente que estuviera en la grada. Estaban también sus padres, que son muy buenas personas. Es mi ídolo, pero yo estaba concentrado en lo que tenía que hacer", sostiene García. Con Jaime le une una buena relación desde que se convirtieron en compañeros en la Selección Española sub-14.

placeholder Pepe García posa con el trofeo. (R.L.C.)
Pepe García posa con el trofeo. (R.L.C.)

El parecido con Davidovich

García conocía bien a su adversario y convirtió ese conocimiento en una ventaja. "Jaime tiene un gran nivel y busca mucho la elegancia. Siempre que he jugado contra él ha estado muy igualado, pero esta vez gané con más diferencia. Creo que le faltó continuidad a la hora de jugar".

De Jaime ya se habla con frecuencia, ahora toca hacerlo de García. Un chico parco en palabras al que abruma el reconocimiento.

PREGUNTA. Carlitos dijo que le sorprendió el nivel de su hermano, al que ha ganado dos veces. Luego usted es un buen tenista.

RESPUESTA. Es que es verdad que Jaime juega muy bien.

P. ¿Y cómo juega Pepe García?

R. Intentando conseguir siempre la victoria, ya sea con un juego agresivo, elegante o defensivo. Yo diría que me parezco a Davidovich porque tiene muchos recursos, aunque a veces se le va la cabeza.

P. Entonces usted tiene que mejorar el plano mental.

R. Sí, se me va a veces la cabeza, pero cada vez menos. Estoy mejorando.

P. ¿Cómo se mejora esa faceta?

R. Ganando y perdiendo, sobre todo esto último. Es clave la experiencia que se coge cuando juegas muchos partidos. Los psicólogos deportivos también me han ayudado, aunque solo he ido de manera puntual.

El escaso tiempo libre

Rocío, la madre de Pepe, irrumpe en la entrevista para ver al chico y acompañarlo. Él reclama independencia, pero lo tiene bien atado por su corta edad. La pista parece el resquicio en el que impera su libertad, el lugar en el que no pide permiso para su disfrute personal.

El tenis y Pepe forman, por ahora, un matrimonio sin fisuras. Se trata de un binomio inquebrantable, por más que apenas vea a su familia y amigos, con los que les gusta pasar su escaso tiempo libre. "Me hubiera gustado disfrutar de la Semana Santa, pero estaba en Barcelona jugando al tenis y pasándomelo bien. No puedo quejarme porque soy muy feliz cuando cojo una raqueta".

El romance era inevitable desde que nació. Su hermano jugaba al pádel y Pepe lo acompañaba en los torneos más cerca de casa. Allí empezó a dar los primeros golpes a la pelota con tres años hasta que a los cinco sus padres tomaron una decisión incuestionable visto lo visto: el chico cambiaría la pala por la raqueta.

La música o el ajedrez fueron otras de las actividades que realizó antes de su aterrizaje en la adolescencia, aunque sin el mismo éxito que el tenis. Tampoco había excesiva ilusión por realizarlas. "Era un poco protestón", dice su madre entre risas.

La Ciudad Condal ha sido testigo de su último triunfo tras éxitos como el Campeonato de Sevilla o de Andalucía. García no era el favorito para alzar el Conde de Godó y tampoco le preocupó: los favoritos aumentan sus posibilidades de encontrarse con el diablo por el camino.

"En el primer partido sí me dieron como favorito porque jugaba contra un chico más pequeño que yo. En las primeras rondas suelo sentirme un poco más nervioso. Pero el ambiente, la pista y las condiciones hicieron que me soltara poco a poco para ganar el partido con facilidad".

Aún no sabe qué estudiará ni si podrá convertirse en tenista profesional. Apenas tiene margen para ir a clase, pero está al día en los estudios gracias en buena parte a la ayuda de una de sus hermanas. El próximo paso puede ser un abandono de su pueblo para continuar con su imparable progresión en el tenis. "Si tengo que hacerlo para mejorar, lo haré, pero aún es pronto". Alcalá de Guadaíra puede estar tranquila con su campeón en potencia paseando por sus calles.

La cara de felicidad ha mutado en una de cansancio. Seis horas de tren son muchas, demasiadas, quizá un tiempo prudencial para pensar en los sueños e ilusiones. Los que tiene Pepe García (Alcalá de Guadaíra, 2011), vigente campeón del Conde de Godó sub-14. Su agotamiento no es óbice para sentarse con El Confidencial recién llegado de Barcelona en el AVE y hablar de este triunfo que lo mantiene parsimonioso. "No podría decirte si el domingo [cuando ganó] fue el mejor día de mi vida, pero lo meto en el top tres", asegura a este diario.

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