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La desgracia se ceba con Carlos Alcaraz en la final y Rune levanta el Conde de Godó (6-7 y 2-6)
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Adiós a su tercer trofeo barcelonés

La desgracia se ceba con Carlos Alcaraz en la final y Rune levanta el Conde de Godó (6-7 y 2-6)

El tenista español perdió el primer set tras un vibrante 'tie-break' y sufrió unas molestias físicas que le impidieron competir en igualdad de condiciones en la segunda manga

Foto: El español se lamenta durante la final. (EFE/Enric Fontcuberta)
El español se lamenta durante la final. (EFE/Enric Fontcuberta)

Carlos Alcaraz perdió la final del Conde de Godó contra un gran Holger Rune (6-7 y 2-6). El español, claramente de más a menos, no pudo doblegar al danés en un primer set que se fue hasta el tie-break. En la segunda manga, Alcaraz se lesionó y no pudo mantener el gran nivel que enseñó por momentos. El español iba entonces 2-1 por delante de Rune, pero la asistencia médica que recibió en el psoas no le sirvió para poder igualar las prestaciones físicas del danés. Alcaraz arriesgó con golpes imposibles en un intento desesperado de alargar un partido con fecha de caducidad.

El tenista español empezó restando con agresividad a Rune, un tenista al que le une una gran amistad y que conoce a la perfección desde la infancia. Sin embargo, el murciano no pudo romper al danés en el primer juego de la final, con pequeñas imprecisiones y demasiados cañonazos desde el fondo de la pista. La respuesta de Alcaraz fue un demoledor juego en blanco para demostrar que estaba enchufado al partido.

El danés declaró en la previa de la gran final que "no tenía nada que perder", con lo que jugó sin presión y desacomplejado. Sus golpes conllevaban la dosis de riesgo. velocidad y determinación necesaria para tratar de doblegar a Alcaraz. Rune aseguró el tercer juego del partido con el 1-2 y Alcaraz, implacable con su servicio, le endosó otro juego en blanco a su rival.

placeholder El español, durante el partido. (Reuters/Nacho Doce)
El español, durante el partido. (Reuters/Nacho Doce)

Rune llevó al límite a Alcaraz

Alcaraz buscó la derecha de Rune y el danés se vio contra las cuerdas con el 40-15 del español para el primer break point del partido. La derecha paralela del español le dio la oportunidad de romper el servicio a su rival y ponerse por delante con el 3-2. No obstante, Rune no se amilanó y apretó al del Palmar para devolverle el break point con un 15-40 tras cometer un carrusel de errores (3-3).

El español bajó el nivel, más desordenado y precipitado, y el danés se llevó el 3-4 con un juego en blanco por primera vez en la final. Entonces el español reaccionó en el momento más complicado, cuando torcía el gesto y miraba a su banquillo para pedir consejo, y contestó con su tercer juego en blanco para el 4-4. Algo que Rune, por desgracia para el del Palmar, replicó con el 4-5.

Alcaraz sintió la presión y el danés se colocó a dos puntos de ganar el primer set. El 15-40 favorable al nórdico le brindó dos bolas de set. El español salvó la primera con fortuna y la segunda con una dejada marca de la casa que provocó una ovación en Barcelona. El murciano igualó el 5-5 cuando el agua le llegaba al cuello. No estaba cómodo el español, así que sacó su mejor tenis para zarandear a Rune con el 30-30 iguales.

Alcaraz, muy precipitado

El danés subió a la red, con otra dejada, y cerró el 5-6. El español, con mucho sufrimiento, alcanzó el 6-6 y exclamó su habitual "¡vamos!", consciente de la importancia de llegar al tie-break. Allí, al límite, ambos tenistas siguieron demostrando un gran nivel y máxima igualdad hasta que Rune cometió una doble falta, la primera de la final, para el 3-1 de Alcaraz. Sin embargo, Rune volvió a la carga, muy agresivo cerca de la red, con el 3-3.

El danés fue más certero y se puso 4-6. El español salvó la primera pelota con un cañonazo en su servicio y la segunda con solidez. El derechazo de Rune le llevó al 6-7 y se llevó el primer set. El español cayó en una primera manga donde empezó como un tiro y le condenaron los errores no forzados, la precipitación y el talento de su contrincante.

El español, con problemas físicos

Así las cosas, Alcaraz se vio obligado a ganar el segundo set para soñar con la final. El juego en blanco catapultó al murciano, tratando de buscar unas sensaciones positivas que no había encontrado en la primera manga. El español apretó a Rune, al que la fortuna le sonreía cuando la pelota golpeaba en la red y caía en campo rival. Sin embargo, el español aprendió la lección del primer set y trabajó más los puntos para intentar forzar el primer break de la segunda manga, pero Rune se mantuvo firme (1-1).

El español ganó el tercer juego (2-1) y tuvo que pedir la asistencia médica. El danés estudió al español, viendo si esos dolores físicos continuaban y se colocó 2-2, con un gran nivel tenístico. Dos puntazos seguidos, donde mezcló golpes geniales con mucha solidez, pusieron la presión en el tejado de Alcaraz, que encajó el primer break del segundo set (2-3). El español estuvo cerca de devolver el break al nórdico, pero Rune se defendió con éxito (2-4).

Los golpes ganadores se le iban fuera a Alcaraz, visiblemente cojo y arriesgando para buscar una remontada que cada vez parecía más lejana. El partido pudo cambiar en ese momento, porque Rune se resbaló con la arcilla, aunque no pasó de un simple susto. El danés le endosó el segundo break consecutivo (2-5). Rune pidió entonces los servicios del fisio por un golpe en su codo, sin mayor importancia, y finiquitó el choque (2-6).

Carlos Alcaraz perdió la final del Conde de Godó contra un gran Holger Rune (6-7 y 2-6). El español, claramente de más a menos, no pudo doblegar al danés en un primer set que se fue hasta el tie-break. En la segunda manga, Alcaraz se lesionó y no pudo mantener el gran nivel que enseñó por momentos. El español iba entonces 2-1 por delante de Rune, pero la asistencia médica que recibió en el psoas no le sirvió para poder igualar las prestaciones físicas del danés. Alcaraz arriesgó con golpes imposibles en un intento desesperado de alargar un partido con fecha de caducidad.

Carlos Alcaraz Barcelona
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