Alcaraz reacciona a tiempo, evita otro drama en su debut en Montecarlo y Djokovic es eliminado

Carlos Alcaraz logró una trabajada victoria ante Francisco Cerúndolo (3-6, 6-0 y 6-1), en un partido gris del español donde se vio obligado a remontar para evitar el susto en su debut en Montecarlo. El español estuvo muy lejos de su mejor versión y solo los fallos del argentino, que le facilitaron el trabajo cuando peor lo pasaba, le permitieron seguir con vida en el torneo. La mejor noticia es que sigue con vida y que tiene mucho margen de mejora por delante. Otros no han tenido la misma suerte. Si ayer se conocía la temprana eliminación de Zverev hoy le ha llegado el turno a Novak Djokovic, quien ha caído a las primeras de cambio 6-4 y 6-4 contra el chileno Alejandro Tabilo.

"Estoy satisfecho con mi juego. Desde que empecé el año estoy jugando un gran tenis. No se trata solo de golpear la pelota, es mucho más: es mentalidad, es físico... Algunos piensan que debería haber jugado mejor o haber ganado más torneos y no creo que eso sea justo", expresaba en la previa de su debut. Y lo cierto es que siguió en esa línea, donde dejó muchas dudas, mostrándose muy alejado de ese rodillo al que nos tiene acostumbrados.

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Rubén Rodríguez

Alcaraz saltó bien a la pista, concentrado y mandando con su juego. Tanto que solo necesitó tres juegos para hacer el primer break del partido y comandar la manga. Pero, entonces, desapareció por completo. Cerúndolo dio un paso adelante y, solo un juego más tarde, le devolvía al español la rotura. El argentino demostraba que no estaba de visita en Montecarlo y que buscaba dar la sorpresa. Sería en el sexto juego cuando llegó su confirmación.

Tranquilo desde el fondo de la pista, con las ideas muy claras y sabiendo lo que debía de hacer, desmontaba a un Alcaraz que no se encontraba a sí mismo. Intentando acabar rápido los puntos, cometiendo demasiados errores no forzados y, sobre todo, sin conseguir tener continuidad en pista, el español ofrecía una versión irreconocible. Cerúndolo no necesitó mucho para sellar el primer parcial, ante un Alcaraz que no mostraba sus mejores prestaciones (3-6).

Alcaraz solo había logrado 6 golpes ganadores, sumando 13 errores no forzados. Si quería seguir vivo en Montecarlo, le tocaba remontar sí o sí. Dicho u hecho, se puso el mono de trabajo en el segundo set para hacer todo lo que no había hecho en la primera manga: jugando sin estar acelerado, buscando mover al argentino y pegando con profundidad, empezaba a demostrar algo de su juego. Eso sí, realmente alejado de su versión más arrolladora.

El argentino tuvo sus oportunidades en los primeros compases del set, pero no fue capaz de aprovecharlas. Sin un tenis brillante quien sí lo hizo fue el español, que pasó las dudas en pista al otro lado de la red. Ahora era el argentino el que fallaba golpes sencillos, permitiendo al español recuperar cierta comodidad. Sin brillo, pero con mucha contundencia, lograba un rosco para igualar el partido. Llegaba el momento de la verdad en Montecarlo (6-0).

El tercer set siguió con el mismo guion de los previos, en una pelea por ver quién era el que cometía menos errores no forzados más allá de brillantes puntos. Eso sí, Alcaraz comenzó a moverse mucho mejor, estuvo más activo de piernas y empezó a demostrar más hambre, ante un Cerúndolo demasiado enfadado consigo mismo por no encontrar la vía de su mejor juego. El español solo tuvo que aprovechar su oportunidad para sentenciar el partido (6-1).

No fue un encuentro brillante de Alcaraz, demasiado atrancado en los primeros compases. Tardó demasiado tiempo en entrar en calor y, cuando lo hizo, tuvo claro que no era el día para hacer demasiadas filigranas ni florituras. Tirando de seriedad y de experiencia, fue cerrando las grietas de su juego para ahogar a Cerúndolo y llevarse la victoria. La mejor noticia para el español es su clasificación a la siguiente ronda. Llega el momento de soñar.