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Y Kyrgios (casi) rompe a llorar: la gran sonrisa del guerrero incomprendido al ganar 896 días después
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UNA VICTORIA CON MUCHO VALOR

Y Kyrgios (casi) rompe a llorar: la gran sonrisa del guerrero incomprendido al ganar 896 días después

El tenista australiano fue capaz de derrotar a Mackenzie McDonald, una victoria que es la primera que consigue en casi tres años después de un calvario de lesiones y de problemas

Foto: Kyrgios celebra un punto ante McDonald. (Geoff Burke/Imagn Images)
Kyrgios celebra un punto ante McDonald. (Geoff Burke/Imagn Images)

Nick Kyrgios vuelve a ser feliz. El tenista australiano ha vivido un calvario en los últimos años, donde la lesión crónica de su muñeca derecha le ha impedido tener normalidad en su juego. Lesiones y operaciones se han cruzado en su camino, donde hasta pegar una bola floja en un entrenamiento se convertía en un pequeño milagro para un jugador acostumbrado a la victoria. Ahora, 896 días después, vuelve a saborear una victoria en la ATP. ¿Será la última?

"No voy a mentir, estuve a punto de llorar en la pista. Solo pienso en lo que he sufrido en los últimos años y ha sido bastante duro, para ser sincero. Estuve con una escayola durante 12 semanas, no podía mover la muñeca y los cirujanos me dijeron que no volvería a jugar", explicaba Kyrgios tras su victoria ante Mackenzie McDonald. Ahora, se medirá a Karen Khachanov en otro duro partido: "¿Le ganaré? Probablemente no. Pero lo intentaré, veremos qué pasa", afirmaba.

El australiano nunca fue uno de esos tenistas centrados solo en el juego, a pesar de ser uno de los más talentosos de su generación. Era más habitual verle en los medios de comunicación por sus salidas de tono que por sus éxitos, que muchas veces se le escapaban de las manos por culpa de su mala cabeza. Con unas cualidades únicas, su facilidad para olvidarse de ser profesional, sus enfados en la pista y su dura personalidad le hicieron alejarse del éxito deportivo.

Foto: Nick Kyrgios, en su partido contra Jacob Fearnley. (EFE/EPA/James Ross)

Tocó fondo en 2019, momento en el que algo cambió en su cabeza: "Realmente pensé en suicidarme en Wimbledon 2019 (...). Jugué con manga larga para tapar mis heridas, tenía el brazo lleno de cicatrices y por eso me puse esa manga en el partido contra Nadal, para taparlo todo. Tenía pensamientos suicidas (...). Estaba bebiendo y abusando de las drogas, odiaba el tipo de persona que era" al confirmar en el documental Break Point qué es lo que había tras estas situaciones.

Fue entonces cuando se dio cuenta de la importancia que tenía el tenis en su vida y cómo podía ayudarle a recuperarse. Dicho y hecho, empezó a centrarse mucho más en el juego y, a pesar de que su histriónica personalidad le hacía seguir teniendo algún conflicto, mostraba una imagen muy diferente. Tanto que incluso compañeros y afición le tomaron un cariño que, hasta ese momento, le negaban. Y empezaron a llegar los mejores resultados de su carrera, con 2022 como año clave.

Aquella temporada, Kyrgios se convirtió en campeón del Open de Australia en dobles, fue finalista de Wimbledon en individuales y también alcanzó los cuartos del US Open, ganando incluso el título en Washington. Se había colocado como 13ª raqueta de la ATP... pero se le vino el mundo encima. Aquellas molestias que arrastraba en la muñeca culminaron en una lesión el 6 de octubre de 2022, tras ganar en segunda ronda del torneo de Tokio al polaco Kamil Majchrzak. Comenzaba el drama.

Desde aquel día, Kyrgios pasó por un calvario de operaciones y lesiones en muñeca, rodilla y pie que le tuvieron casi un año sin volver a jugar. Volvió a las pistas en junio de 2023, en el torneo de Stuttgart, donde Yibing Wu pasó por encima de él. Y, de nuevo, el vacío: no volvió a jugar en todo ese año ni en 2024. Los dolores no remitían y no podía saltar a la pista con normalidad. Y comenzó el nuevo año, donde su ilusión era volver a sentirse jugador. ¿Podría conseguirlo el bueno de Kyrgios?

"¡Antes ganaba de manera habitual!"

Lo intentó en Brisbane y el Open de Australia, pero en ambos casos cayó en primera ronda. Sería de nuevo en Indian Wells donde trataría de regresar a la senda victoriosa, pero volvió a recaer de su lesión, retirándose en el segundo set ante Botic van de Zandschulp. Las dudas llegaron a su cabeza... hasta este jueves. En un brillante partido, Kyrgios lograba la victoria ante Mackenzie McDonald en la primera ronda del Masters de Miami por 3-6, 6-3 y 6-4.

"Todavía no he asimilado mi nueva situación, ¡porque antes ganaba de manera bastante habitual! Así que, aunque haya pasado tanto tiempo desde mi última victoria, pasar de ronda lo asumo como algo normal. Pero es una locura que hace relativamente poco no era capaz de golpear una pelota de tenis floja y ahora puedo vencer a un jugador sólido", afirmaba Kyrgios, Casi 900 días después, el australiano ha vuelto a ganar. A sus 29 años, se ha demostrado que puede tener cuerda para rato.

Nick Kyrgios vuelve a ser feliz. El tenista australiano ha vivido un calvario en los últimos años, donde la lesión crónica de su muñeca derecha le ha impedido tener normalidad en su juego. Lesiones y operaciones se han cruzado en su camino, donde hasta pegar una bola floja en un entrenamiento se convertía en un pequeño milagro para un jugador acostumbrado a la victoria. Ahora, 896 días después, vuelve a saborear una victoria en la ATP. ¿Será la última?

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