Alcaraz deja atrás el varapalo de Australia y gana el ATP de Róterdam ante Álex de Miñaur (6-4, 3-6 y 6-2)

Carlos Alcaraz se ha impuesto a Álex de Miñaur en la final del ATP de Róterdam, en un duelo igualado que se decidió en el tercer y último set (6-4, 3-6 y 6-2). Carlitos fue superior en el primero y en el último, pero estuvo alejado de su mejor nivel en el segundo, donde el australiano mostró un extraordinario tenis.

Los precedentes favorecían a Alcaraz y así seguirá siendo. Si hasta Róterdam se había enfrentado en dos ocasiones, en el Godó de 2022 y en Queen’s en 2023, con sendas victorias para Carlitos, ahora que hay que sumar un nuevo triunfo. El título le permite, además, superar el varapalo sufrido en el Open de Australia, el único Grand Slam que le queda por ganar, donde fue eliminado por Novak Djokovic.

Los juegos del primer set fueron rápidos, especialmente los del inicio del encuentro, en los que ninguno cedía en su saque. Fue en el tercero cuando Carlitos desequilibró el duelo y se colocó por delante. Esa ventaja parecía definitiva, pero hubo intercambios de golpe notorios en el encuentro.

De Miñaur le devolvió el break y se colocó 4-4 en ese primer set. Carlitos había perdido tan preciada ventaja cuando más a su favor tenía el partido. Pero el chico ha demostrado que es capaz de lo imposible, de lo mejor y de lo peor, porque en el juego siguiente se colocó 5-4. Con el saque a favor, cerró el primer set. Todo estaba encaminado.

Un mal segundo set

El objetivo era conseguir el primer título indoor de su carrera, superficie en la que Carlitos aún no se había estrenado. En el segundo set, sin embargo, se vieron muestras de desconexión que tuvieron consecuencias. De Miñaur se impuso al mostrar su mejor tenis con derechas letales, imparables para Alcaraz.

El segundo set fue un paseo para el australiano, a pesar de que lo empezó mal. Le costó cerrar el primer juego, con Alcaraz todavía acelerado después de su magnífico primer set. Más tarde De Miñaur se colocó 3-0 y tuvo bola para el 4-0, aunque finalmente Carlitos salvo el break. La ventaja, sin embargo, fue insalvable y las tablas se colocaron en el marcador.

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Las ganas de competir en tierra

Carlitos, no obstante, estaba decidido a llevarse el título. Por eso hizo borrón y cuenta nueva en el último y definitivo set. Allí emergió una versión más parecida a la del primer set, sin errores no forzados que lo acercaron al título. Celebraba su banquillo y se escuchaba su célebre "vamos", así que la función había recuperado su ritmo.

El título le permite empezar bien el año antes de que llegue la temporada de tierra batida. Madrid, Montecarlo o Roma serán las paradas previas a Roland Garros, donde defiende la corona. Es hora de superar las derrotas pasadas y recuperar el buen nivel. Y Carlitos lo sabe.