¿Qué le pasa a Sinner? Temblores en pista y problemas físicos de los que no quiere hablar

Jannik Sinner ya está en cuartos de final del Open de Australia, aunque no sin sufrimiento. No tanto por su tenis, donde fue capaz de derrotar a Holger Rune con cierta solvencia en cuatro sets (6-3, 3-6, 6-3 y 6-2) sino, especialmente, por los preocupantes problemas físicos que le limitaron en pista. Le impidieron calentar con normalidad y jugar con su frescura habitual pero, además, se le vio sufrir con unos temblores que no era capaz de controlar.

Es cierto que la presente edición de Australia está siendo especialmente calurosa y, por tanto, se está viendo a muchos jugadores con problemas, como ha sido el caso de Jack Drapper o Gaël Monfils, recientemente. Pero no demasiadas veces se ha visto a Sinner pasarlo tan mal en la pista. Esa imagen del número uno del mundo sentado en el banquillo, con su mano derecha temblando continuamente de manera irrefrenable, ha dado la vuelta al planeta.

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Rubén Rodríguez

Llegaba tocado al partido, sin especificar exactamente cuál era su problema. Su mala cara era visible, sus movimientos involuntarios en las extremidades, también. Y, por ello, tuvo que pedir la atención de los servicios médicos en pista en busca de una solución. Fue capaz de sacar el partido adelante con victoria, pero no quiso dar muchas pistas de lo que ocurría en la sala de prensa. De hecho, Sinner avisó de que no quería tratar el tema en profundidad.

"No quiero hablar demasiado sobre cómo me encuentro. No me sentía demasiado bien y me costó físicamente disputar el partido, todos lo pudisteis ver. Fue una mañana extraña, me encontraba mal y no pude entrenar. Por eso, salí a la pista lo más tarde que pude. Sabía que sería un encuentro muy complicado, jugando contra un gran rival, pero también contra mí mismo. Manejé la situación en pista lo mejor posible y estoy feliz de haber ganado", explicaba el italiano.

Los alarmantes temblores que sufrió en un par de ocasiones fueron muy evidentes en un momento determinado, donde trataba de refrescar su cara con la toalla. Posteriormente, cuando se llevó la botella de agua a la boca, aún se hacía más palpable el movimiento involuntario de su mano. Pero, además, dio la sensación de que cojeaba en algunos momentos de su pierna derecha, por lo que también fue preguntado por los periodistas.

"Tras el segundo set, hablé con los doctores antes de volver a pista y me hicieron una pequeña prueba para comprobar que todo estaba bien. Me ayudó, me sentí mejor al regresar. Tenía mejor cara, recuperé el color. Las condiciones aquí son muy duras. Pero no me pasa nada en la pierna. Simplemente, cuando no me encuentro bien, suelo a tender a apoyarme en la izquierda, pero no tengo ninguna lesión. Solo es un tema de salud", explicaba el italiano.

Y, aun así, en el tercer set y en uno de los momentos más complicados del partido, Sinner fue capaz de sacar fuerzas de flaqueza para firmar uno de los mejores puntos del torneo, en un eterno rally donde doblegó a Rune. Evitar la rotura de su saque en una situación crítica y ser capaz de recuperar fuerzas después de lo ocurrido en la segunda manga, fue un soplo de aire fresco para el italiano, que siguió confiando en su juego y en su recuperación física.

Después de uno de los momentos más críticos que se le recuerdan a Sinner en una pista de tenis, el italiano logró cerrar el partido con solvencia y selló la clasificación a cuartos, donde tendrá dos días para tratar de recuperarse de esos extraños problemas físicos que tanto le limitaron ante Rune. Sinner vivió un momento dramático en el Open de Australia, pero logró sacarlo adelante a pesar del sufrimiento. Eso sí, no quiso decir cuál era su problema exacto.