El sacrificio que Alcaraz asume y el golpe clave que ahora sí le hace ser el gran favorito en Australia
El tenista español ha comenzado a gran nivel el primer Grand Slam de la temporada, donde ha introducido un par de cambios dentro de su juego que empiezan a surtir buen efecto
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Carlos Alcaraz tiene razones para estar feliz. El tenista español está firmando un comienzo de Open de Australia de mucho nivel, demostrando incluso una versión mejorada de lo que ha ofrecido en pasados torneos. Y eso es mucho decir pues, a pesar de su insultante juventud, ya ha levantado cuatro Grand Slam. Pero lo que se está viendo en Melbourne da esperanzas para pensar que el español puede destrozar la historia. Todavía más de lo que ya lo ha hecho.
Su partido ante Yoshihito Nishioka será recordado por el número 3 del mundo durante mucho tiempo. No solo por la manera convincente de lograr una cómoda victoria sino, especialmente, por ser la demostración real de que los cambios que ha introducido en su juego son efectivos. Desde hace mucho tiempo, Alcaraz sufría en algunas facetas en pista, para las que ha introducido ligeras modificaciones que, de momento, le están funcionando a la perfección.
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No solo se le ve más sereno, tranquilo y relativizando las situaciones en pista, sino que su saque se ha convertido en una arma peligrosa. Hasta ahora, siempre daba la sensación de que el servicio le aportaba ciertas ventajas, pero no terminaba de ser consistente. Los cambios en el movimiento y la empuñadura, introducidos desde la presente temporada, estaban pensados para mejorarlo. Y, ante Nishioka, se vio la importancia que puede llegar a tener.
Alcaraz fue un avión en los dos primeros sets del partido ante el nipón, donde solo concedió un juego en contra en poco menos de una hora. Y es que, a su solvencia desde el fondo de la pista, ahora le suma su poder con el saque para dominar todas las facetas del encuentro. De hecho, ante Nishioka, no solo ganó todos sus juegos al servicio, sino que no dio una sola opción de break a su rival y logró 14 aces, llegando a sacar a 210 km/h. Su mejora es evidente.
¿Te perdiste el partidazo de Alcaraz ante Nishioka? Aquí tienes uno de sus puntazos 🚀
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) January 15, 2025
🎾 𝑆𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑒𝑙 𝑂𝑝𝑒𝑛 𝑑𝑒 𝐴𝑢𝑠𝑡𝑟𝑎𝑙𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑥𝑐𝑙𝑢𝑠𝑖𝑣𝑎 𝑒𝑛 𝐸𝑢𝑟𝑜𝑠𝑝𝑜𝑟𝑡 𝑦 𝑀𝑎𝑥 pic.twitter.com/ahefKySRbn
El hecho de que se sienta también cómodo con el saque y que le dé varios puntos gratis por partido es importante en un torneo tan largo como un Grand Slam, donde cualquier detalle que alivie su físico es importante. Y, así, el propio jugador reconoció en la rueda de prensa posterior al choque de segunda ronda que está dispuesto a hacer un sacrificio para favorecer su descanso y recuperación en competición: no jugar en la Rod Laver los próximos partidos.
Preguntado por si prefería jugar en la pista central de Australia o hacerlo en otra cancha, pero con mejor horario, Alcaraz lo tuvo claro: "Obviamente, quiero jugar en Rod Laver, pero también tenemos que ver el calendario y me gusta jugar en la Margaret Court. He dicho muchas veces que no me gusta jugar de noche, prefiero hacerlo de día. Así, después del partido me puedo recuperar mucho mejor y puedo irme a dormir a una buena hora", afirmaba.
"En el tenis hay que evolucionar" 🔝@carlosalcaraz habla en @Eurosport_ES sobre cómo ha mejorado su saque tras ganar a Nishioka #AusOpen pic.twitter.com/qEJzkoTlNR
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O, dicho de otra manera, prefiere dejar de lado los focos en beneficio de una mejor recuperación para afrontar un torneo largo y exigente como el Open de Australia. Alcaraz lo tiene marcado en rojo en su calendario, pues su principal objetivo esta temporada pasa en poder levantar el título este año para, con solo 21 años, ser uno de los nueve jugadores que han ganado los cuatro grandes en toda la historia... y batir el récord de precocidad de Rafa Nadal.
"Para mí, es muy importante ganar los cuatro Grand Slam. Estoy seguro de que seré campeón de Australia tarde o temprano y esperemos que sea este año", explicaba Alcaraz recientemente. Ahora, ya en plena competición, sabe que su siguiente rival será Nuno Borges, a quien tratará de derrotar para meterse en octavos de final del Open de Australia. La misión no es sencilla, pero los sacrificios que está dispuesto a hacer y la mejora con el saque pueden ser la clave.
Carlos Alcaraz tiene razones para estar feliz. El tenista español está firmando un comienzo de Open de Australia de mucho nivel, demostrando incluso una versión mejorada de lo que ha ofrecido en pasados torneos. Y eso es mucho decir pues, a pesar de su insultante juventud, ya ha levantado cuatro Grand Slam. Pero lo que se está viendo en Melbourne da esperanzas para pensar que el español puede destrozar la historia. Todavía más de lo que ya lo ha hecho.