Un masaje, un viaje en avión, dos positivos y dos sanciones de risa: este es el dudoso nuevo tenis

Nuevo terremoto en el tenis con el caso de dopaje de Iga Swiatek. Fue este jueves cuando saltó la noticia de que la polaca había dado positivo en trimetazidine (TMZ) aunque, en realidad, el caso se remontaba a un control realizado en agosto. La Agencia Mundial Antidopaje y las autoridades deportivas llevaron a cabo una investigación para llegar al fondo del asunto y, después de analizar el caso de manera pormenorizada, actuaron en consecuencia. Pero no convence a todos.

Sucedió durante un periodo en el que no había competición, un hecho para nada baladí. Después de que dos laboratorios independientes analizaran las muestras de la jugadora, además de las conversaciones mantenidas por la WTA con Swiatek y su entorno, la conclusión fue clara: la contaminación había sido involuntaria. Ahora, quedaba por ver qué es lo que había ocurrido y, tras repasar la medicación ingerida por la polaca, se determinó que la clave estaba en un viaje de avión.

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El Confidencial EFE

Tras un largo viaje en el periodo de descanso, Swiatek tomó un medicamento para combatir el jet lag y así poder conciliar el sueño. Y, precisamente, ese fármaco es el que provoco que la jugadora diera positivo en un control antidopaje. Después de determinar que había sido una contaminación no deliberada, se determinó sancionarla durante un mes, castigándola provisionalmente sin que saliera a la luz del 22 de septiembre al 4 de octubre... algo que no muchos entienden.

Y es que la jugadora no compitió al estar castigada, pese a alegar que estaba cambiando de equipo, y, por tanto, ahora que se ha hecho público su caso, tan solo le restan ocho días de castigo tras el positivo. Eso sí, se le retirará el premio económico del Masters 1.000 de Cincinnati, que se disputó justó después de que se tomará la muestra. Tal y como pasó con el caso de Jannik Sinner hace unos meses, el tenis mundial se ve salpicado por otro caso de dopaje resuelto de aquella manera.

En el caso de italiano, fue en agosto cuando públicamente se comunicó que había dado positivo en dos ocasiones por clostebol, un esteroide anabólico prohibido. Pero la realidad es que los controles que detectaron la sustancia prohibida tuvieron lugar en marzo. En este caso, la Agencia Mundial Antidopaje también le sancionó de manera provisional, pero el italiano recurrió para confesar que el elemento dopante procedía de una crema utilizada por su fisioterapeuta.

Tras los análisis pertinentes, se determinó que -como en el caso de Swiatek- la sustancia había llegado a su cuerpo de manera accidental, por lo que se decidió que ni hubiera ninguna sanción y que continuara jugando con absoluta normalidad, lo que provocó las críticas por parte de jugadores, aficionados y gente del tenis. "Creo que hay algo detrás de todo esto que muchos no saben", expresaba el propio Carlos Alcaraz para dar a conocer su postura al respecto.

Pero la cuestión de fondo es otra muy diferente. El más directo a la hora de expresarlo era el siempre polémico Nick Kyrgios: "Ojalá la gente que decide las sanciones no haya tenido en cuenta que es el número uno del mundo". Pero Novak Djokovic tampoco se quedaba atrás: "Vemos falta de protocolos claros y estandarizados. Puedo entender los sentimientos de muchos jugadores que están cuestionando si ellos serían tratados igual". Y esa, en realidad, es la gran duda.

Muchos jugadores piensan que si los positivos de Sinner y Swiatek los hubieran sufrido otros de ránking más bajo, todo el peso de la ley hubiera recaído en durísimas sanciones sobre ellos. Pero algunas deportistas como Kyrgios o Nole, entre otros, creen que su estatus ha jugado a su favor. ¿Ha podido tener algo que ver el ránking que ostentaban y el daño reputacional que podía sufrir la competición en caso de una sanción larga? Dos positivos que darán mucho de qué hablar.