La anécdota que muestra la voracidad de Nadal: "Me quería demostrar que gané de casualidad"
El tenista español siempre demostró ser uno de esos jugadores que no se rinden ni entrenando y esta curiosa anécdota con el uruguayo Pablo Cuevas así lo confirma
Siete días. Ese es el tiempo que queda para que Rafa Nadal dispute el último torneo como jugador profesional de su carrera. Es la guinda perfecta a una trayectoria plagada de éxitos, pues la Copa Davis es uno de los eventos por los que siempre ha mostrado más cariño el balear. Vestir la camiseta de España para colgar la raqueta y, por qué no, pelear por levantar una nueva Ensaladera, será el último reto de un jugador que, si por algo se ha caracterizado, es por su competitividad.
Hace no demasiado tiempo, Nadal expresaba una evidencia: "Mi cuerpo no me responde como necesito". Lo que Nadal trataba de explicar era que su cabeza sigue siendo competitiva, pero que su físico no le permite rendir con la exigencia que él mismo se pide. Eso le lastra, pues no solo le impide llegar a bolas o acabar jugadas con la solvencia que antes lo hacía, sino que incluso no es capaz de entrenar al nivel que le gustaría. Y duele dejar de verse como el luchador que es.
Así, a pocas horas del que será el último torneo oficial del mejor deportista español de todos los tiempos, muchos deportistas ya han empezado a despedirse de él. El tenis se quedará huérfano sin Nadal, pues su adiós deja a Novak Djokovic como último representante del mejor trío de la historia de la raqueta. Y muchos jugadores empiezan a recordar anécdotas del manacorí, un jugador irreductible que siempre fue un luchador en la pista... incluso cuando solo estaba entrenando.
Hace unos meses, un contemporáneo de Nadal anunciaba también su retirada. El uruguayo Pablo Cuevas, lastrado por las lesiones, se veía obligado a dejar el tenis después de ganar 15 torneos ATP a lo largo de su carrera. Poco tiempo más tarde de su adiós, Cuevas ofrecía una entrevista en El País de Uruguay para dar a conocer cómo era su nueva vida, cómo fue su carrera en el tenista e, incluso, alguna anécdota poco conocida. Una de ellas, con Nadal de protagonista.
Cuevas aseguraba que Nadal era uno de los tenistas más competitivos que nunca había conocido y no solo durante los partidos. Así, afirmaba que durante un torneo de Hamburgo le llamó para echar un partido de entrenamiento después de una sesión de preparación. El chileno le ganó y Nadal no terminó de encajarlo del todo bien. Tanto que, durante los siguientes meses, siempre que ambos coincidieron en el mismo torneo, trató de demostrarle que había sido un golpe de suerte.
"La primera vez que entrenamos, en Hamburgo, le gané el set que jugamos. A partir de ahí, me invitó a entrenar durante los siguientes seis meses unas 25 veces, con la intención de ganarme el set y demostrarme que aquello había sido una casualidad", confirmaba el uruguayo con una sonrisa en la boca. Y, además, Cuevas tenía con quién comparar, pues también practicó numerosas veces con Roger Federer, un jugador muy diferente a Nadal en los entrenamientos.
🌟 Espectacular esta anécdota que cuenta Pablo Cuevas sobre Nadal en una entrevista con @elpaisuy
— Carlos Navarro (@TheMagician5GS) November 7, 2024
Rafa siempre fue esto: competitividad hasta la médula, una búsqueda constante de sobrepasar sus límites.
Lo que debieron ser esos entrenamientos... 😅 pic.twitter.com/DXRwvU3Dzc
"Lo de Rafa no tenía nada que ver a lo que pasaba con Roger, que podías jugar diez sets con él y ganarle los diez, porque él estaba practicando otras cosas y no le interesaba lo más mínimo el resultado. Nadal todo el tiempo estaba entrenando esa faceta competitiva. No importaba cómo la estaba pegando, que el objetivo número uno siempre era ganar por más que estuviera practicando otra cosa", confesaba el uruguayo durante la entrevista.
La anécdota sirve para ilustrar a la perfección el nivel competitivo de un Nadal al que no le gustaba perder ni en los entrenamientos, un deportista que siempre se ha superado gracias a su exigencia y su capacidad para no darse nunca por rendido. Son los últimos días para disfrutar de un jugador que cambió la historia del tenis y que puede presumir de ser el mejor deportista de la historia de España. Y muchos tenistas lo han sufrido a lo largo de varias décadas.
Siete días. Ese es el tiempo que queda para que Rafa Nadal dispute el último torneo como jugador profesional de su carrera. Es la guinda perfecta a una trayectoria plagada de éxitos, pues la Copa Davis es uno de los eventos por los que siempre ha mostrado más cariño el balear. Vestir la camiseta de España para colgar la raqueta y, por qué no, pelear por levantar una nueva Ensaladera, será el último reto de un jugador que, si por algo se ha caracterizado, es por su competitividad.
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