Un desdibujado Carlos Alcaraz cae ante Casper Ruud en su debut en el ATP Finals (1-6 y 5-7)

Carlos Alcaraz ha caído en el primer partido de la fase de grupos del ATP Finals ante Casper Ruud, en un duelo en el que ha estado desdibujado y ha sido superado de principio a fin (1-6 y 6-7) por el noruego. Aunque tuvo una ventaja en el segundo set, la desperdició y la victoria se la llevó el alumno más aventajado de Rafa Nadal. Mal inicio para Carlitos. Es la primera vez que Ruud vence en su duelo particular.

El partido empezó con ambos tenistas dejando claro que ninguno estaba por la labor de ceder en su saque. La igualdad era máxima… hasta ese mismo instante. Desde ese momento, el primer set se transformó en un dominio perfectamente abrumador de Ruud. Ganar este torneo es el gran objetivo de la temporada de Alcaraz, pero ha empezado con mal pie.

El lenguaje corporal de Carlitos era delatador. Se sentó en el banquillo con gesto negativo, consciente de la oportunidad que acababa de otorgarle a Ruud. Las ventajas a modo de break las carga el diablo. Sólo así podía entenderse el optimismo del noruego por el triunfo momentáneo, por esa sensación de vencer al coco.

Sus bolas, habitualmente transformadas en misiles, ahora acababan en el pasillo, un lugar cuya distancia entre la euforia y la tragedia es corta. Era una cara de inverosimilitud, de incomprensión hacia errores que jamás comete. El quinto juego del primer set dejó claro que la fortuna no estaba del lado de Carlitos en Turín.

La seriedad de Alcaraz

Fue un alargado deuce en el que Alcaraz tuvo en su mano devolver el break a Ruud y depender de sí mismo de nuevo, no de un azar que a veces se convierte en el enemigo más hostil. En esa efímera derrota, se dejó constancia de que ese set era insalvable, así que no quedaba otra que esperar a una remontada. A voltear el marcador, como bien ha ocurrido en numerosas tardes de gloria.

Los juegos en blancos aparecieron en escena en el segundo set, con Alcaraz firmando triunfos que parecía que le otorgarían el empate. Sin embargo, no había nada de celebraciones, más bien una seriedad impostada, impropia de Carlitos, sinónimo de que la gesta aún no se había completado, aunque se hubiera iniciado.

La sorpresa de Carlitos

Lo tuvo en su mano Alcaraz, con un 5-3 y saque a favor que lo hubiera llevado a otro peldaño en la escalera turisina. Pero la tarde no era la más apropiada, quizá haya que desafiar a la lógica y optar por el camino cargado de espinas, porque Ruud remontó y se impuso con cuatro juegos seguidos que lo dejaron bien sonriente.

Ahora le toca un trayecto distinto para alcanzar la final, con un hipotético duelo ante Jannik Sinner, si es que el italiano no mantiene las sorpresas de los favoritos, como le ha ocurrido a Alcaraz. Pero para ello toca esperar: antes hay que superar la fase de grupos.