¿Djokovic se ha puesto fecha de caducidad? Las razones por las que ya no quiere ser el mejor
El tenista serbio lo ha ganado prácticamente todo en el tenis y empieza a deslizar mensajes que hacen presagiar que su tiempo al más alto nivel está llegando a su fin para siempre
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Hubo un tiempo no muy lejano en el que Novak Djokovic era uno de los deportistas más voraces del mundo. Ganador absoluto, luchador incombustible y un gladiador en la pista, pocos jugadores eran capaces de hacer frente a su superioridad. Obsesivo hasta el extremo con hacerse con todos los récords posibles del tenis, por su cabeza no pasaba otra idea que seguir ganando para engrosar sus vitrinas. Pero algo ha cambiado... y el propio Nole ya lo reconoce públicamente.
Parte indispensable del Big Three que fue capaz de cambiar el tenis para siempre en las dos últimas décadas, el serbio se ha quedado solo ante el peligro ante las nuevas generaciones. Con Roger Federer retirado y Rafa Nadal con dudas sobre su futuro, Djokovic es el único que sigue combatiendo con las nuevas generaciones, pero 2024 no ha sido su mejor año. Logró el oro olímpico, uno de los grandes objetivos que le faltaban... pero no ha levantado ningún título en toda la temporada.
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Pudo ser en Roland Garros cuando Djokovic vio las orejas al lobo. Muy concienzudo en su alimentación, en su preparación física y en su puesta a punto, el serbio se rompió el menisco de la rodilla derecha en el partido de octavos frente a Francisco Cerúndolo. Pese a lograr la victoria, anunciaba su retirada del torneo, pues tendría que ser intervenido de la articulación. Pese a ello, una recuperación en tiempo récord le llevó a poder jugar la final de Wimbledon y a lograr el oro en París 2024.
Pero esa grave lesión le pudo hacer ver que, a sus 37 años, ya no es el joven capaz de recorrer todo el planeta y llegar a todas las finales con su físico intacto. Es posible que esta temporada haya notado que necesita recortar la cantidad de partidos que acumulan sus piernas y, por ello, debe ser más selectivo a la hora de jugar. Y eso es lo que le ha podido llevar a mandar un aviso a navegantes: hay muchos torneos en los que no volverá a jugar... y ya ni siquiera le interesa ser el mejor.
"No sé cuándo voy a volver a jugar después del Masters 1000 de Shanghái, pero mi intención allí no es llegar a la final. Es más, las ATP Finals y estar en lo más alto del ranking ya no son objetivos para mí. No sé si jugaré las Finales este año o el que viene, pero ahora lo que más necesito es descanso físico, mental y emocional para decidir cuánto más quiero jugar y dónde", explicaba hace días. Hablar más claro en menos espacio de tiempo no es sencillo.
Nole confirmaba algo inesperado: ya no tiene ni la necesidad ni la mentalidad para querer ser el mejor del mundo año tras año. Entonces, ¿cuáles son sus nuevos objetivos? También lo explicaba: "Yo ya he terminado con este tipo de torneos. Ahora, mi prioridad son solo los Grand Slam y los partidos con Serbia". Y es que, echando un vistazo a sus estadísticas, es cierto que lo tiene todo, salvo un objetivo, que podría ser su gran obsesión antes de confirmar su adiós al tenis.
Novak Djokovic takes gold in what was made to be a thrilling men's singles final against Carlos Alcaraz! 🎾🥇🥈#Olympics #Paris2024 pic.twitter.com/HlQTtMdfXO
— The Olympic Games (@Olympics) August 29, 2024
El objetivo 'perdido' de Djokovic
Djokovic ha ganado todos los grandes, es el tenista que más tiene de la historia, ha levantado todos los Masters 1.000 del calendario y, por fin, logró el ansiado oro olímpico. Pero lo que todavía no ha conseguido es hacer un Grand Slam, es decir, ganar los cuatro majors en la misma temporada. Solo Don Budge (1938), Rod Laver (1962 y 1969), Maureen Connolly (1953), Margaret Smith Court (1970) y Steffi Graf (1988) lo han logrado en toda la historia. Nole lo ha rozado tres veces.
El serbio lo ganó todo menos Roland Garros en 2015, menos el US Open en 2021 y menos Wimbledon en 2023. Lo ha acariciado en tres ocasiones y, consciente de que su tiempo al más alto nivel se acaba, no sería de extrañar que su último gran objetivo pasara por lograr la perfección en los Grand Slam. Pero la lectura entre líneas es clara: su tiempo al más alto nivel se agota y empieza a ponerse fecha de caducidad, confirmando que ha llegado el momento de bajar la carga de partidos.
"De manera habitual, solía tener el calendario listo con seis meses de antelación. Sin embargo, a día de hoy, eso ya no es así. Pensé que nunca tendría que luchar para motivarme, pero así ha sido en los últimos años. Si quiero prolongar mi carrera, tengo que disfrutar. Cuando sienta que no es así, se habrá acabado para mí", expresaba. Ni ser el número uno de la ATP ni ganar la Copa de Maestros pasan ya por su cabeza. Un cambio que confirma que su tiempo empieza a agotarse.
Hubo un tiempo no muy lejano en el que Novak Djokovic era uno de los deportistas más voraces del mundo. Ganador absoluto, luchador incombustible y un gladiador en la pista, pocos jugadores eran capaces de hacer frente a su superioridad. Obsesivo hasta el extremo con hacerse con todos los récords posibles del tenis, por su cabeza no pasaba otra idea que seguir ganando para engrosar sus vitrinas. Pero algo ha cambiado... y el propio Nole ya lo reconoce públicamente.