Alcaraz vuelve a los orígenes como conjura antes de Roland Garros: "Quería jugar las 24 horas"

Todos los caminos conducen a Roma, pero allí también se viven golpes de realidad importantes. Es lo que le ha ocurrido a Carlos Alcaraz, que parecía implacable (e invencible) después de sus triunfos en el Condé de Godó y en el Mutua Madrid Open. El murciano está preparado para liderar el tenis, tanto en el presente como en el futuro. Sin Rafa Nadal, Roland Garros es la primera parada hacia la gloria eterna. El éxito que no lo ha cambiado, porque todavía mantiene a su pueblo, El Palmar (Murcia), muy presente en su vida.

"Los críos notaban que él tenía madera", cuentan a El Confidencial fuentes de la infancia de Alcaraz. "Era muy constante en el tenis y siempre estaba con el deporte en mente. Era muy profesional e incluso se quedaba con la raqueta solo mientras el resto de niños jugaban entre ellos. Quería estar las 24 horas jugando al tenis".

La vida de Carlitos siempre estuvo marcada por la raqueta. A diferencia de algunos deportistas que practicaron otro deporte antes de iniciarse en el que se hicieron profesionales, Alcaraz ha dedicado toda su vida al tenis. Y la madurez la tuvo desde el primer momento, cuando fue él precisamente el que decidió que quería a Juan Carlos Ferrero como entrenador. El mismo que ha moldeado a su pupilo para que alcance el éxito.

Un estatus envidiable

"En 2018 fue la última vez que comimos con él y con su familia, algo que era habitual casi todas las Nocheviejas en el pueblo. Era una foto que prácticamente nos hacíamos todos los años", relatan las mismas fuentes. La relación, sin embargo, "se ha enfriado" porque hace tiempo que no se ven con Carlitos y su familia. Es habitual que sus padres lo acompañen en los torneos que disputa.

El estatus de vida de Carlitos y su familia ahora es diferente. Se comporta como cualquier chico de su edad, aunque sea un profesional de deporte. Pero la cuenta corriente demuestra que vive una anomalía económica, ya que se estima que el patrimonio de Alcaraz está en los 15 millones de dólares (casi 14 de euros).

"Son gente muy normal y si te ven, te saludan. Ahora están en una situación diferente. El padre dejó el trabajo y ahora se están construyendo una vivienda cerca del Club de Campo del pueblo. La madre trabajaba en un Ikea y ya no. Es normal, porque si su hijo tiene buen trabajo y lo puedes evitar…". Es un privilegio que Alcaraz puede permitirse con su actual situación. Si su familia puede estar más tranquila, mucho mejor para él y para ellos.

El regreso a su tierra

El Palmar es un lugar que frecuenta cada vez que puede. De hecho, en el balcón de su casa celebró la victoria del año pasado en el Mutua Madrid Open. Saludó a los vecinos como uno más. El ayuntamiento ha aprovechado la oportunidad para extender la imagen del municipio a nivel mundial. Esta semana ha pasado unos días en su tierra antes de viajar a París para competir en Roland Garros.

Es habitual que los partidos de Carlitos se vean en la plaza del pueblo, donde el alcalde coloca pantalla para que sus paisanos no se pierdan sus pasos. Ahora llega Roland Garros, un torneo en el que quiere recuperarse del golpe que ha tenido en Roma. Sin el rey de París, es momento de derrocar la monarquía absoluta de Rafa Nadal. Alcaraz ha llegado y es el principal candidato. Todo apunta a que habrá sucesión en la dinastía española.