Por qué las seis semanas de lesión de Rafa Nadal ya se han convertido en tres meses de baja

Rafa Nadal vuelve a encontrarse con una nueva piedra en su camino y tampoco jugará el Mutua Madrid Open por lesión. El tenista español continúa sin encontrarse en plenitud de condiciones para poder competir y, por quinta vez consecutiva en lo que va de temporada, ha tenido que anunciar que no podrá disputar un nuevo torneo. El balear tiene dificultades para recuperarse de su lesión muscular y, de nuevo, tendrá que ver los toros desde la barrera.

Desde que el español se lesionara en la tercera ronda del Open de Australia ante Mackenzie McDonald, el 17 de enero de 2023, no ha podido volver a las pistas. Esa lesión que, tras los análisis iniciales de los servicios médicos le presagiaban unas seis semanas de baja, ya va para tres meses. ¿Qué es lo que realmente le está pasando al jugador y por qué no termina de recuperarse? Las lesiones previas y el hecho de que sea un músculo básico son dos claves.

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Javier de Paz Fernández

El problema en el psoas ilíaco de su pierna izquierda se ha alargado en el tiempo más de lo debido, una situación que está directamente relacionada con la importancia que tiene dicho músculo en un deporte como el tenis. El problema es que pasan las semanas y el balear continúa sintiendo dolor, lo que le impide poder saltar a pista. A pesar de que ya ha empezado a entrenar, es consciente de que no está listo para jugar y que Roland Garros está cada vez más cerca.

"El psoas iliaco izquierdo tiene una elevadísima importancia, pues comunica la columna vertebral con el miembro inferior. Los procesos de regeneración tienen unos tiempos biológicos que debemos respetar siempre, donde las células satélite y su desarrollo son fundamentales", explica a El Confidencial el doctor David Rodríguez-Sanz, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid en la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología y director del Experto de Fisioterapia Deportiva.

O, dicho de otra manera, la importancia del músculo es tan elevada que no se puede forzar lo más mínimo, pues una recaída o nueva lesión en una zona tan compleja como esta podría incluso poner en riesgo su carrera deportiva. Nadal es consciente de que cada vez tiene menos cuerda y que los pocos años de tenis que tenga por delante debe de aprovecharlos de la mejor manera posible. Razón por la que debe de cuidar más aún si cabe un músculo muy específico para el tenis.

"Es básica una correcta regeneración muscular. De lo contrario, podríamos tener recuperaciones incompletas con más presencia de tejido cicatricial que dificultaría más aún el comportamiento de este músculo. Al tener origen lumbar e inserción en fémur, tiene una repercusión muy elevada en el tenis, pues las diferentes posiciones y gestos técnicos del deportista solicitan su activación constante. Además, en el saque requiere de un control en estiramiento muy importante", asegura.

Pero el problema para Nadal no es solo haber sufrido un problema físico sino, sobre todo, el amplio historial de lesiones que acumula, lo que complica aún más la recuperación completa. El español debe de dar pasos cortos, pero seguros, para poder estar convencido de que su cuerpo se encuentra a la perfección antes de enfocar un torneo. Y es consciente de que la arcilla parisina se acerca y que debe de estar en perfectas condiciones para soñar con un nuevo título.

"Su pisada, su biomecánica, las lesiones previas y su edad son factores que pueden dificultar la recuperación total y merece la pena confirmar que está todo bien para competir, por el elevado riesgo de una recaída más grave", explica el doctor Rodríguez-Sanz. A punto de cumplir 37 años, Nadal sabe que no puede forzar lo más mínimo si quiere alargar su carrera deportiva y, ahora, es momento de tener calma. Pero su última lesión se está empezando a hacer larga...