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Djokovic supera el susto, la lesión de su pierna y a su 'provocador' para seguir vivo en Australia
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VICTORIA POR 6-1, 6-7, 6-2 Y 6-0

Djokovic supera el susto, la lesión de su pierna y a su 'provocador' para seguir vivo en Australia

El tenista serbio sufrió más de lo esperado para derrotar a Enzo Couacaud en segunda ronda de Australia, en un partido en el que pasó de todo pero en el que pudo sellar la clasificación

Foto: Novak Djokovic, quejándose al juez de silla. (Reuters/Loren Elliott)
Novak Djokovic, quejándose al juez de silla. (Reuters/Loren Elliott)

Novak Djokovic ya está en tercera ronda del Open de Australia, en un partido en el que el serbio tuvo que derrotar a Enzo Couacaud [6-1, 6-7 (5), 6-2 y 6-0], a su cuerpo... y a un provocador sentado entre el público que se pasó todo el partido molestándole. El serbio tuvo varios momentos complicados a lo largo del choque, de los que se supo reponer a través de un tenis incontestable y de enorme nivel. Pese a ello, ahora queda por ver si lo ocurrido en su pierna fue un susto o es algo más.

Y es que el serbio notó molestias en la pierna lesionada, que le hicieron pasar por las manos de los servicios médicos en varias ocasiones. Se le pudo ver cojeando, molesto y dolorido, pero fue capaz de superar sus problemas físicos para lograr la clasificación... y no fue el peor momento del partido: llegó en el cuarto set, cuando cansado de las faltas de respeto de un aficionado tuvo que pedir respeto al juez de silla para que esa situación se detuviera.

Foto: Rafa Nadal, después de lesionarse en su partido ante Mackenzie McDonald. (Reuters/Carl Recine)

El primer set fue un paseo para Djokovic quien, con el paso de los minutos sobre la pista, fue demostrando su enorme nivel de juego. No necesito demasiado tiempo para desarmar a Couacaud quien, además, a las primeras de cambio sufría una torcedura en el tobillo derecho que obligaba a parar el choque para que las asistencias médicas le vendaran su articulación. El serbio se paseaba ante el francés y se adelantaba en el marcador con un 6-1 que confirmaba su superioridad.

Pero, entonces, algo cambio. Djokovic empezó a bajar su nivel de juego y Couacaud empezó a creer en sí mismo cada vez más. Comenzó a mantener su saque con solvencia, mientras que el gran favorito empezaba a tener serios problemas para mantener su servicio. El francés estaba cada vez más metido en la pista, mientras que a Nole se le veía más apagado, con menos golpes ganadores e, incluso, cabizbajos por momentos. Las dudas se resolvieron poco después.

Con 4 a 5 en la segunda manga para el francés, Djokovic pidió la entrada de las asistencias médicas. Días antes del comienzo del torneo, Djokovic había sufrido una serie de molestias en su cuádriceps izquierdo que se habían quedado en eso, donde mostraba un ligero vendaje a modo de protección. Pero durante el partido, se reprodujeron los dolores: así, estuvo más de cinco minutos en los vestuarios, de los que salió con una protección aún mayor y con claros síntomas de dolor.

Ya había estirado su pierna en varias ocasiones, pero los problemas no había desaparecido. Al volver a pista, se pudo ver a un Nole con menos movilidad en pista, con claros gestos de que algo no iba bien y tratando de acabar los puntos mucho más rápido. Tanto, que Couacaud le sorprendió en el tie-break para empatar el partido [6-7 (5)]. Saltaba la sorpresa y las alarmas: ¿estaba mal Djokovic de verdad? ¿Estaba fingiendo más de la cuenta para intentar despistar a su rival?

El 3-0, con tres juegos en blanco consecutivos, que firmó al inicio del tercer set, servía para despejar todas las dudas. El serbio, que volvió a ajustarse un nuevo vendaje, empezó a estar algo más cómodo en la pista, lo que le sirvió para volver a ponerse por delante en el marcador sin sudar en exceso. Nole, después de un momento complicado en pista, volvía a rehacerse y mandaba en el marcador, tras llevar por 6 a 2 la tercera manga con un juego de muchísimo nivel.

Llegaba a la manga definitiva y Djokovic no falló... aunque se encontró con un inesperado problema: el público. Nole dijo basta y acudió al juez de silla a pedir respeto por los gritos que estaba recibiendo cada vez que golpeaba por parte de un provocador. A pesar de ello, no sufrió para llevarse el cuarto set por 6 a 0 y sumar una importante victoria. Ahora, queda por ver si los problemas de su pierna son reales o si, por el contrario, fue un subterfugio al que agarrarse en el momento más complicado.

Novak Djokovic ya está en tercera ronda del Open de Australia, en un partido en el que el serbio tuvo que derrotar a Enzo Couacaud [6-1, 6-7 (5), 6-2 y 6-0], a su cuerpo... y a un provocador sentado entre el público que se pasó todo el partido molestándole. El serbio tuvo varios momentos complicados a lo largo del choque, de los que se supo reponer a través de un tenis incontestable y de enorme nivel. Pese a ello, ahora queda por ver si lo ocurrido en su pierna fue un susto o es algo más.

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