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La autocrítica de Nadal y lo que debe mejorar si quiere volver a levantar el título en Australia
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DEJA ATRÁS LOS PROBLEMAS FÍSICOS

La autocrítica de Nadal y lo que debe mejorar si quiere volver a levantar el título en Australia

El tenista español ofreció un gran nivel en su primer partido en el Open de Australia, si bien cometió una serie de fallos en pista que él mismo se echó en cara al término del choque

Foto: Rafa Nadal celebra su clasificación en Australia. (EFE/EPA/Lukas Coch)
Rafa Nadal celebra su clasificación en Australia. (EFE/EPA/Lukas Coch)

Rafa Nadal consiguió un triunfo de mucho mérito en su debut en Australia. El español se medía en primera ronda a un hueso con Jack Draper, un joven que está llamado a ser el sucesor de Andy Murray y que, situado en el puesto 38 del ránking ATP, lo tiene todo para convertirse en un jugador del top ten en cuestión de meses. Y no defraudó lo más mínimo, mostrando gran confianza en su juego y en lo que puede conseguir en la Rod Laver... pero con una importante autocrítica.

El tenista español, que defiende título en Australia, llegaba al torneo falto de ritmo y, sobre todo, de victorias, después de estar atravesando una mala racha de resultados tras volver a las pistas. Nadal ya avisaba de que estaba haciendo buenos bloques de entrenamientos, pero que los resultados no estaban llegando... hasta la pasada noche. Ante un rival difícil, en una pista complicada y con la necesidad de reencontrarse, el balear ofreció una versión sólida que le permitió lograr el triunfo.

Foto: Rafa Nadal, tras derrotar a Draper. (Reuters/Hannah Mckay)

Eso sí, Nadal se dejó un set por el camino y los problemas físicos de Draper terminaron por facilitar la labor del español en los momentos finales de partido, pero el hecho de jugar a gran nivel durante muchas fases del partido solo le compete al balear. Es absoluto mérito suyo volver a ser competitivo, demostrar su garra en la pista y, sobre todo, un elevado nivel de juego. El propio jugador español confirmó que aún le falta para recuperar su mejor versión, pero está en el camino.

"He hecho en todo momento lo que tenía que hacer. He tolerado siempre los errores, perdonándome las cosas, y eso para mí era importante", confesaba Nadal tras el choque. Para el número dos del mundo era importante no regalar puntos y, sobre todo, confirmar desde el otro lado de la red a Draper que, para ganarle, debería de sudar de lo lindo. Pocos fallos, buen juego y, sobre todo, una mentalidad competitiva han permitido al español pasar de ronda con relativa tranquilidad.

Sin embargo, vivió un momento complicado en el segundo set. Tras llevarse la primera manga, el español entró en un pequeño bache de juego que el británico aprovechó para hacerle daño. El propio Nadal, enfadado consigo mismo por las concesiones que había tenido, reconocía ante la prensa que, si quiere volver a levantar el título en Australia, no puede jugar como lo hizo en el segundo parcial. Una dura autocrítica para tratar de aprender de los fallos cometidos ante Draper.

"Lo peor del partido ha tenido lugar en tres momentos claves, porque he cometido varios errores y he perdido tres juegos que no debo perder. Como lo que ha pasado en el segundo set. No puedo empezar así después de haber ganado el primero", confesaba. "Seguro que he hecho cosas bien. Ahora, lo que hay que hacer es darle continuidad a las cosas buenas y alargarlas en el tiempo, para que haya más momentos buenos que malos. Ese es el objetivo de hoy", afirmaba el balear.

La mejor noticia para Nadal, más allá de la victoria, es que no se ha resentido o más mínimo de sus problemas físicos, especialmente del abdominal que tantos quebraderos de cabeza le dio la temporada pasada. Ahora, se enfrentará en segunda ronda a Mackenzie McDonald, otro rival duro contra el que el español tendrá que ofrecer su mejor versión. Y, sobre todo, tratar de evitar los errores que le condenaron en el segundo set ante Draper. Es el momento de volver a sonreír.

Rafa Nadal consiguió un triunfo de mucho mérito en su debut en Australia. El español se medía en primera ronda a un hueso con Jack Draper, un joven que está llamado a ser el sucesor de Andy Murray y que, situado en el puesto 38 del ránking ATP, lo tiene todo para convertirse en un jugador del top ten en cuestión de meses. Y no defraudó lo más mínimo, mostrando gran confianza en su juego y en lo que puede conseguir en la Rod Laver... pero con una importante autocrítica.

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