El amigo de Kyrgios que descubrió por el covid que podía ser uno de los 100 mejores del mundo

El deporte esconde increíbles historias de superación que, en muchas ocasiones, están muy alejadas de los focos. Muchos niños entrenan duro en busca de conseguir sus sueños, pero el paso del tiempo termina por enterrarlos o, al menos, dejarlos aparcados por una serie de circunstancias vitales que, en plena juventud, te llevan por otros derroteros. Pero nunca es tarde para perseguir las ilusiones de niñez y, por qué no, pelear duro por hacer historia.

A sus 26 años, Li Tu ha decidido dar un paso al frente y retomar la raqueta, aquella que abandonó hace unos años cuando, cansado de los esfuerzos económicos y la fatiga mental, decidió dejar de lado para dedicarse a los estudios. Ahora, después de muchos años, empieza a subir en el ránking ATP como la espuma y no está dispuesto a detenerse. Se quiere meter entre los cien mejores jugadores del mundo y demostrar que su esfuerzo ha merecido la pena.

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Rubén Rodríguez

Este joven australiano, de ascendencia china, no es un jugador demasiado conocido en el panorama internacional, si bien su nombre empieza a sonar con fuerza después de ascender en el ránking ATP más de 400 posiciones en cuestión de año y medio. Hoy en día, no ocupa titulares, pero sí algunos de los jugadores con los que comparte generación y sus primeros torneos de juventud, tales como su amigo Nick Kyrgios o Thanasi Kokkinakis, entre otros.

De hecho, cuando solo era un niño sorprendía por su velocidad en pista y, especialmente, por contar con un bello revés a una mano, que le convertía en un jugador muy vistoso. Siempre era uno de esos tenistas que llegaba a las rondas finales de los torneos y que peleaba por los títulos, pero se cansó. Como ocurre muchas veces en el tenis, un deporte caro por los numerosos viajes que hay que realizar para competir, el joven Tu decidió dar un paso al lado.

Ante la falta de ingresos y los numerosos gastos que estaba obligado a asumir, decidió colgar la raqueta y centrarse en sus estudios, para graduarse en marketing en 2014, tal y como informa 'Punto de Break'. Unos meses más tarde, decidió aprovechar sus dos aficiones para crear una escuela de tenis y, desde luego, lo que no esperaba es que se convirtiera en una referencia en Australia: L2 Academy pasó a ser el lugar predilecto para los jóvenes talentos.

Pero, entonces, llegó 2020 y algo cambió: la pandemia de covid-19 provocó que su academia dejara de tener actividad... y Tu decidió volver a probar en el tenis. Se apuntó a los torneos UTR y fue capaz de ganar 32 de los 34 partidos jugados, lo que provocó que el propio Open de Australia le invitara a jugar, donde perdió ante Feliciano López. A partir de ahí, lo vio claro: debía de perseguir sus sueños y pelear por vivir del tenis, sin duda, su gran ambición.

En cuestión de dos años, empezó a crecer como la espuma en la clasificación ATP y, tras ganar seis Futures en año y medio, pronto pasó del puesto 600 al 250... pero, de repente, desapareció de los torneos. Durante dos meses, dejó de jugar y de aparecer en campeonatos sin que nadie supiera qué pasaba con un Li Tu que estaba jugando el mejor tenis de su vida. Hasta que decidió jugar el Challenger de Seúl (Corea del Sur) ¿Saben qué pasó? Que se llevó la victoria.

Al término del partido, en redes sociales, explicaba el motivo de que se alejara de las pistas: su madre había fallecido de cáncer y había decidido pasar sus últimas horas junto a ella. Este triunfo le ha colocado como el 190º del mundo y, a sus 26 años, quiere seguir peleando por estar entre los mejores del mundo. Li Tu se ha dado cuenta de que tiene tenis suficiente como para seguir creciendo como jugador y demostrar que nunca es tarde para perseguir los sueños de niñez.