Nadal acaba con la resistencia de Van de Zandschulp y aterriza en cuartos de final

El tenista neerlandés tenía muchas esperanzas puestas en este partido, pero la tenacidad de Nadal es inquebrantable. Sabía que si en algún momento podía derrotar a Rafa Nadal era este, con una lesión crónica que hace unas semanas amenazaba con retirarlo del tenis para siempre y en una superficie, la de hierba en Wimbledon, que le ha dejado sin llegar a una final del Grand Slam londinense desde 2011, cuando cayó frente a Novak Djokovic. Así lo en la previa del encuentro de octavos de final: "Él no ha jugado muchos partidos sobre hierba en el último par de años, le ves sufrir un poco. Por supuesto que gana las primeras rondas, pero pienso que puedo hacerle daño en estas pistas de hierba". Sin embargo, esta vez Nadal se mostró firme desde el inicio y aunque no enseñó su mejor tenis, no cedió en ni un solo set ni en los peores momentos de zozobra que aparecieron al final.

Con grandes puntos en el primer asalto como aquel que levantó a todo el público de la pista en la que ya es una de las mejores acciones del torneo, el tenista balear estuvo fino en el saque directo al inicio y nunca sufrió por sellar su victoria. Sin embargo, tuvo en su mano diversas opciones de rotura, pero Van de Zandschulp se defendió con uñas y dientes gracias a su buen revés. Una resistencia que moriría en el primer set. La tan ansiada bola de rotura no llegó hasta el décimo juego, cuando Rafa Nadal se apuntó una primera manga (4-6) disputada. Sin grandes apuros, pero sin sentirse bien y cómodo al 100%, el español aseguró su octava presencia en los cuartos de final del All England.

Nada más iniciar el segundo set, Nadal salvó una bola de break y rompió la moral de su adversario. De la bola de rotura del neerlandés se pasó a dos breaks consecutivos del tenista español que decidió sacar a pasear su potente derechazo. Nadal mejoraba conforme avanzaba el partido y tomaba la medida a un rival al que solo se había enfrentado una vez hasta esta tarde (6-3), (6-2) y (6-4) hace poco más de un mes y le había vencido sin problemas. Antes de que el neerlandés pestañease, ya se vio 0-3 abajo en la segunda manga y Nadal, con el partido encarrilado, tuvo una desconexión impropia de él al encajar un juego en blanco (1-3) que no supo explotar su rival. Ya no abriría más la puerta a una remontada del neerlandés.

Las cinco dobles faltas en el saque de un Van de Zandschulp sin alternativas como el saque red mermaron el juego plano del tenista neerlandés... que se deshizo como un azucarillo y se hundió entre sus propios fallos. Con 21 errores no forzados, tras un juego en blanco y cerrando con otra doble falta, Van de Zandschulp sepultó su segundo set para servírselo en bandeja de plata a Nadal (2-6).

El tercer set empezó como acabó el segundo, con el revés demoledor de Rafa y con un atisbo de reacción de su rival que se quedó por el camino. Van de Zandschulp logró su primera bola de 'break', aunque la alegría le duró muy poco. Nadal le devolvió el 'break point' a base de derechazos, sumó otro juego en blanco, otro en blanco para el neerlandés y, a partir de ahí el partido entró en una fase extraña. Nadal falló lo que no había fallado hasta entonces y perdonó lo que no había perdonado hasta entonces.

Después de un nuevo 'break' de Nadal para el 2-4 a su favor, van de Zandschulp resurgió con una respuesta en modo de bola de rotura con una fantástica volea y el encuentro se fue al 'tie-break'. El balear empezó fuerte y se colocó 0-2 arriba, aunque rápidamente contestó el neerlandés para empatarlo. El sexto punto en juego se fue hasta los 30 golpes con el runrún de un público expectante... que se llevó Nadal. Un golpe en la mesa para un partido que se dilató demasiado. Con la ventaja en su mano, Nadal desaprovechó tres puntos de partido y un golpe maravilloso en el 'passing' del neerlandés le llevó a tener que ganar el encuentro desde su saque... que dejó pasar otra oportunidad de matar los octavos de final con el 6-3 en el 'tie-break', hasta que el neerlandés no pudo aguantar más (8-7).

Con cuatro títulos en lo que va de curso -Open de Australia y Roland Garros incluidos-, el español persigue el sueño de ganar en la hierba londinense. Ahora se enfrentará en cuartos de final a Taylor Fritz en un torneo donde ya no están Matteo Berrettini, Aufer-Aliassime, Daniil Medvédev, Andrey Rublev, Alexander Zverev, Carlos Alcaraz, o Stéfanos Tsitsipas. De momento, suma 33 victorias y solo tres derrotas en un año donde ha vuelto a demostrar que su determinación y mentalidad está por encima del resto de problemas que le puedan afectar.