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La final más agridulce de Nadal en Roland Garros: "Prefiero perder la final y tener un pie nuevo"
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La final más agridulce de Nadal en Roland Garros: "Prefiero perder la final y tener un pie nuevo"

Rafa estará en su decimoquinta final de Roland Garros, pero la situación fue atípica. En todo momento se interesó por Zverev. Seguramente, con el recuerdo de 2016 aún presente

Foto: El abrazo entre Nadal y Zverev tras la lesión del alemán. (EFE/Yoan Valat)
El abrazo entre Nadal y Zverev tras la lesión del alemán. (EFE/Yoan Valat)

La presencia de Rafa Nadal en una nueva final de Roland Garros quedó empañada por la lesión de Alexander Zverev. El alemán, cuando su rival forzó el tie-break en el segundo set, se dobló el tobillo derecho y se cayó al suelo. Los gestos de dolor fueron evidentes porque su grito se escuchó en toda la pista. Aquello no era un dolor menor, sino una lesión seria. A posteriori, se confirmó cuando regresó del vestuario con muletas. En rueda de prensa, el propio Nadal también se refirió a sus propios problemas físicos y dejó una frase impactante: "Prefiero perder la final y tener un pie nuevo que me permita ser más feliz en la vida".

Rafa sabe lo que es estar lesionado. De hecho, él compite actualmente con molestias. Lo habitual es llegar a una final lanzado, pero ahora Nadal lo hará en shock tras la lesión de Zverev. Un partido tan bonito no merecía semejante desenlace. Cuando se lesionó, estaba por disputarse en el segundo tie-break del encuentro.

placeholder Nadal y Zverev, tras la conclusión del encuentro. (EFE/Yoan Valat)
Nadal y Zverev, tras la conclusión del encuentro. (EFE/Yoan Valat)

El final del partido fue traumático. A ese grito, se sucedieron movimientos del alemán desde el suelo, aunque sin capacidad para levantarse. Tanto es así que salió de la pista en silla de ruedas. Todo tenía muy pala pinta. En el vestuario, junto a los médicos, se percató de que no era capaz siquiera de andar. Por tanto, el encuentro concluyó con la victoria de Nadal por retirada.

No tenía molestias previas

La retirada de Zverev, como consecuencia de una lesión en el mismo partido, es algo poco usual en el tenis. Las lesiones, normalmente, no ocurren durante los encuentros. Lo normal es abandonar si acumulas molestias previas al torneo. Nadal, por ejemplo, acabó su partido en el Master 1.000 de Roma, pero fue bastante claro que tenía dolores en el pie.

Carlos Alcaraz, por su parte, sufrió una caída similar a la de Zverev también ante Rafa Nadal en el Mutua Madrid Open. El murciano, sin embargo, entró en el vestuario a cambiarse de ropa y regresó al encuentro. Hay dolores que son más fuertes que otros. Tras el grito del alemán, saltaron todas las alarmas.

Nadal es plenamente consciente de esta situación porque él la vivió en Roland Garros en 2016. En su caso, no disputó el encuentro ante Marcel Granollers porque se retiró antes de que empezara. Fue como consecuencia de dolores en la muñeca en la que ha sido su única retirada en el torneo parisino.

placeholder La caída de Zverev tras doblarse el tobillo derecho. (EFE/Yoan Valat)
La caída de Zverev tras doblarse el tobillo derecho. (EFE/Yoan Valat)

El recuerdo de 2016

Las molestias en la muñeca eran demasiado grandes, tanto que Rafa tuvo que infiltrarse para disputar los encuentros. El problema fue cuando llegó la noche… y los dolores. Así lo confirmó el propio Nadal en 2016: "Jugué con una inyección, pero en la noche empecé a sentir más y más dolor. Asumí los riesgos que se podían asumir, pero ya no doy para más. Muchas veces he ido al límite, pero esta vez no me ven capaz para jugar. No me pueden dormir la muñeca cinco días más".

Es probable que el balear haya recordado aquellos momentos cuando ha visto caerse a Zverev. Como siempre, ha tirado de ejemplo y se ha interesado por su situación. También ha dejado una imagen para el recuerdo cuando ha ayudado al alemán a recoger su ropa. Y la ha introducido en su mochila.

placeholder Nadal saluda al público tras el partido. (EFE/Yoan Valat)
Nadal saluda al público tras el partido. (EFE/Yoan Valat)

Una situación atípica

La situación ha sido atípica y en ningún momento se ha visto a Nadal feliz por el pase. Todo lo contrario. Su preocupación por su compañero ha sido total. "Llevábamos tres horas y no habíamos terminado el segundo set. Es un gran reto jugar contra Zverev. Para mí es una situación difícil... Estar en otra final de Roland es un sueño. Pero acabar así, verle llorar dentro antes de volver a salir a la pista con las muletas, es muy duro", comentó en la pista.

Zverev, actual número tres del mundo, estaba ante la oportunidad de alcanzar su primera final de Grand Slam en París. Si hubiera ganado Roland Garros, le hubiera arrebatado el número uno del mundo a Novak Djokovic, eliminado por Nadal en cuartos de final.

La presencia de Rafa Nadal en una nueva final de Roland Garros quedó empañada por la lesión de Alexander Zverev. El alemán, cuando su rival forzó el tie-break en el segundo set, se dobló el tobillo derecho y se cayó al suelo. Los gestos de dolor fueron evidentes porque su grito se escuchó en toda la pista. Aquello no era un dolor menor, sino una lesión seria. A posteriori, se confirmó cuando regresó del vestuario con muletas. En rueda de prensa, el propio Nadal también se refirió a sus propios problemas físicos y dejó una frase impactante: "Prefiero perder la final y tener un pie nuevo que me permita ser más feliz en la vida".

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