La vergonzosa acción de Begu: lanza su raqueta y casi da a un niño en Roland Garros

Increíble lo sucedido en la mañana de este jueves en Roland Garros. Irina-Camelia Begu se enfrentaba a Ekaterina Alexandrova en segunda ronda del torneo parisino. La rumana estaba sufriendo en pista: después de perder el primer set por 7 a 6 (3) e igualar el choque en la segunda manga (3-6), el tercer parcial no comenzó demasiado bien para ella. Dos juegos abajo y 15 a 0 perdiendo en el tercero, pronto descubrió que había roto la raqueta... y lo peor estaba por llegar.

Al descubrir que se había partido el cordaje de su herramienta y de que el partido se le estaba escapando, la decepción por el momento que estaba atravesando y la frustración se cruzaron en su camino. Así, se acercó a su banco a cambiar la raqueta y justo cuando llegaba, decidió lanzarla enfadada contra el suelo... por lo que salió volando. La mala fortuna quiso que, tras rebotar, la raqueta saliera a toda velocidad en dirección a la grada, cayendo en el público.

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Rubén Rodríguez

El problema ya no solo fue que ese gesto estuviera fuera de lugar, fuera realmente poco acorde a los valores del deporte e, incluso, peligroso, sino que la raqueta rozó la cabeza de un niño que estaba viendo el partido para caer justo a su lado. De hecho, el terror que vivió ese pequeño al ver cómo se acercaba a toda velocidad hacia él provocó que rompiera a llorar, lo que provocó que el encuentro se tuviera que parar durante varios minutos hasta que se calmó la situación.

El juez de silla acudió a la grada para ver cómo se encontraba el menor y, tras ver que solo había sido un susto, decidió detener el partido hasta que el pequeño se encontrara suficientemente bien como para que el encuentro se pudiera reanudar. No hubo descalificación para Begu, algo que no gustó lo más mínimo a Alexandrova, que no entendía cómo esa agresión involuntaria era pasada por alto sin más castigo para la jugadora que lo había provocado.

Este hecho la sacó del partido y la propia Begu terminaría remontando para llevarse la victoria por 7-6 (3), 3-6 y 4-6, ante la indignación de la rusa, que no entendía cómo se podía haber pasado por alto esa acción. De hecho, al acabar el choque, felicitó a su rival casi sin mirarla, realmente enfadada por lo que había sucedido en pista en un momento en el que tenía el partido más que controlado y dominaba un servicio con el que podía haber encarrilado la victoria.

Al término del choque, Begu no dudó en acercarse a la grada a pedir perdón por lo sucedido, además de hacerse fotos y firmar autógrafos al pequeño que estuvo muy cerca de sufrir un raquetazo en su cabeza. El tenis está perdiendo buena parte de los valores que lo han convertido en un deporte ejemplar en los últimos años y lo sucedido este jueves en Roland Garros es el último ejemplo de ello. Una acción que pudo salir muy cara para un niño que disfrutaba del partido en la grada.