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Titánica victoria de Rafa Nadal ante las provocaciones de Kyrgios (7-6, 5-7 y 6-4)
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19 victorias consecutivas

Titánica victoria de Rafa Nadal ante las provocaciones de Kyrgios (7-6, 5-7 y 6-4)

Afectado por sus problemas físicos, el español logró llevarse un complicadísimo encuentro ante el australiano, que se marcó un partidazo pese a sus continuas excentricidades

Foto: Rafa Nadal celebra un punto durante el partido. (EFE/Jayne Kamin-Oncean)
Rafa Nadal celebra un punto durante el partido. (EFE/Jayne Kamin-Oncean)

Nick Kyrgios ganaba cómodamente el primer set tanto en el marcador como por sensaciones de juego. Habilidoso con la raqueta, ágil de piernas y potente de brazo. El australiano manejaba a su antojo el partido, tanto como para permitirse un saque entre las piernas con 40-0 a su favor. Solo tenía una finalidad: erigirse como ese antihéroe idolatrado por algunos... y afeado por la gran mayoría del mundo del tenis. Pero delante estaba Rafa Nadal y el español tiene entre ceja y ceja hacerse con el título de Indian Wells y culminar un inicio de temporada brillante (¡19 victorias consecutivas en este 2022!). El de Manacor perdió ese juego, pero a ese saque vacilón acabó en punto para él. Para desesperación de Kyrgios, Nadal se alzó con el triunfo -con aroma de remontada épica pese al marcador- por 7-6, 5-7 y 6-4.

Foto: Paula Badosa celebra un punto. (EFE/John G Mabanglo)

Enfrentarse a Nadal no es un partido normal para nadie, menos para Kyrgios. No hay 'feeling' entre los dos. Para el australiano, Rafa representa ese sistema aburrido del tenis: pone caras cuando se toma demasiado tiempo entre saque y saque, se queja del apoyo que recibe el español por parte del público y, básicamente, no le cae bien y no hace nada para disimularlo. Prueba de ello fue el pelotazo intencionado -y reconocido- que Kyrgios le endosó a Nadal en un encuentro de Wimbledon 2019. Hipermotivado, el australiano salió al denso calor de California con el objetivo de dejar huella en un gran torneo por su parte. Dominó con facilidad el inicio de partido gracias a un break temprano y a su gran saque (hasta cinco directos en sus tres primeros servicios). Nadal aguantaba el chaparrón al borde de una nueva rotura en su contra, quizás dolorido por un pie que le está molestando en los últimos días. Aguantó en el partido con más cabeza que juego y el australiano empezó a sobreactuar a su manera: gritos, palabrotas e insultos.

placeholder Kyrgios rompe su raqueta. (EFE/EPA/Ray Acevedo)
Kyrgios rompe su raqueta. (EFE/EPA/Ray Acevedo)

Cuando más cerca lo tenía, la desesperación de ver que Nadal no cedía terreno acabó con la paciencia de Kyrgios, que es de mecha más bien corta. Raqueta al suelo, raqueta rota, raqueta para un niño que la recibe con sonrisa (no sería la única de la noche). Primer 'warning'. El de Manacor tuvo la remontada antes del 'tie break', pero su derecha paralela se fue fuera por poco. En el desempate no hubo color, en blanco a favor de Nadal, con Nick entregando puntos casi sin moverse o con voleas que se fueron por varios metros. El colmo fue que, con 6-0 en el marcador, Kyrgios soltó una palabrota más alto de lo que el juez de silla podía soportar. Segunda 'warning', punto, juego y set para Nadal.

Le vino bien el descanso al australiano para bajar pulsaciones. Nadal, mientras tanto, en silencio, sin apenas mascullar. Sabía que no debía caer en las provocaciones de su rival, un tenista tan talentoso como irregular. ¿Qué habría sido Kyrgios con una cabeza centrada y mayor profesionalidad? Por talento, aspirante a número 1 de largo. No paró de quejarse al 'umpire' por los comentarios del público, aunque fue el primero en provocar. Sensación de igualdad en este segundo set, no era el partido más brillante de Rafa con la raqueta. Kyrgios, por su parte, fue capaz de colocar pelotas en la misma esquina de volea, a más de 120 millas por hora, sin ni siquiera coger impulso. Otra vez con 40-0 a su favor, el australiano le dedicó un saque cortado (sin darla entre sus piernas) al que no llegó Rafa.

Puntos a mejorar de cara al resto del torneo para el español, su inconsistencia en el saque, que le llevó a cometer varias dobles faltas y sendos 'aces'. Poco a poco, Kyrgios fue centrándose y convirtiéndose en un serio problema para Nadal. Los servicios para el español se resolvían al límite, mientras que su rival avasallaba con su saque cerrando juegos rápidos. Resistió la ofensiva el manacorí en la lucha por el 5-5, con el australiano pegándole durísimo a la pelota, pero sufriendo en los puntos largos. Llegó un nuevo enfado de Kyrgios con el árbitro al no dejarle sacar por el movimiento de una recogepelotas, entendió el juez que molestaba al transcurso del punto, pero el tenista no lo veía así. Dejó un detalle de calidad impresionante con una dejada desde cinco metros que batió a Nadal. El español empezaba, además, a dejar síntomas de problemas físicos. Cerró el 7-5 definitivo Kyrgios con una gran jugada de contra dejada y volea despaldas. "Let's go!", gritó, mientras que el 21 veces campeón de Grand Slam meneaba la cabeza.

Foto: El murciano celebra la victoria en la final del Mutua Madrid Open. (Reuters/J. M.)

La tercera manga comenzó de la peor manera posible para Nadal gracias a dos puntos de 'break' a favor de Kyrgios. Aguantó Rafa con garra, reponiéndose a sus primeros fallos graves del partido, notándose falto de gasolina y de frescura en las piernas. Pero el problema llegaba en los servicios para el australiano, que eran un auténtico paseo para él, mientras que Rafa sumaba siete dobles faltas, demasiadas. Camiseta limpia para el español con 1-2 en contra y bola de saque. Tocaba reponerse... Llegó la gran oportunidad cuando Kyrgios dudó con una doble falta, bola de rotura, pero la respuesta fueron tres saques directos consecutivos. Haría lo propio Nadal con un juego cómodo para él. 3-3 en el marcador y todo por decidirse.

Kyrgios, quizás fruto de la impaciencia, tomó decisiones extrañas como intentar colar una dejada cuando la jugada pedía volea. Desesperado, el australiano cedió un 'break' gracias a doble falta en mitad de los murmullos del público. "¡Di algo! Tienes que decirles que paren, haz algo", pedía a gritos Kyrgios a Carlos Bernandes, 'umpire' del encuentro. Gesto de desesperación del australiano y oportunidad de oro para Nadal con un 4-3 y pelota. Había que confirmar la rotura y el manacorí lo hizo con un juego en blanco.

Era un partido de titanes, de juego mental. Si Kyrgios había comenzado el set arrasando en su saque, ahora no enganchaba un servicio a la primera. No paraba de maldecir entre dientes, pero mantuvo su servicio y forzó a Rafa a ganar su parte si quería llevarse el partido... Y este aceptó el reto. Juego en blanco, set y partido. Otro pollo a la cazuela, van 19 victorias consecutivas. Cayó con honores el australiano. Gran tenista, deportista regular.

Nick Kyrgios ganaba cómodamente el primer set tanto en el marcador como por sensaciones de juego. Habilidoso con la raqueta, ágil de piernas y potente de brazo. El australiano manejaba a su antojo el partido, tanto como para permitirse un saque entre las piernas con 40-0 a su favor. Solo tenía una finalidad: erigirse como ese antihéroe idolatrado por algunos... y afeado por la gran mayoría del mundo del tenis. Pero delante estaba Rafa Nadal y el español tiene entre ceja y ceja hacerse con el título de Indian Wells y culminar un inicio de temporada brillante (¡19 victorias consecutivas en este 2022!). El de Manacor perdió ese juego, pero a ese saque vacilón acabó en punto para él. Para desesperación de Kyrgios, Nadal se alzó con el triunfo -con aroma de remontada épica pese al marcador- por 7-6, 5-7 y 6-4.

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