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"Me equivoqué": la confesión de Djokovic, las dudas sin resolver y las sospechas de su caso
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INCERTIDUMBRE EN AUSTRALIA

"Me equivoqué": la confesión de Djokovic, las dudas sin resolver y las sospechas de su caso

Novak Djokovic continúa sin saber a ciencia cierta si podrá competir en el Open de Australia y, además, se empiezan a poner en duda algunas de las pruebas que el serbio ha presentado

Foto: Djokovic, entrenando en Australia. (Reuters/KMJ-Gtres)
Djokovic, entrenando en Australia. (Reuters/KMJ-Gtres)

Si una palabra define lo que está sucediendo alrededor de Novak Djokovic, esa es misterio. Cada hora que pasa, la bola que se hace alrededor del tenista es cada vez mayor y menores las certezas de quién tiene la verdad en este caso. Pero de lo que tampoco hay ningún género de dudas es de que la nebulosa que se ha generado alrededor del tenista serbio es tan grande que empieza a empañar la reputación y el historial deportivo de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

Deportivamente, el Open de Australia estaba señalado como uno de los grandes momentos de la historia del tenis moderno: Rafa Nadal, Roger Federer y el propio Djokovic estaban ante la ocasión de desempatar los 20 Grand Slam con los que cuenta cada uno en su vitrina, convirtiendo el torneo en un momento histórico para sus carreras. Pero a falta de escasos seis días para el comienzo de la competición, poco se habla de la competición y mucho de los problemas que rodean al serbio.

Foto: Novak Djokovic, entrenando en Melbourne. (Tennis Australia/Scott Barbour Handout vía Reuters)

Y es que las situaciones extrañas y difíciles de explicar empiezan a rodear a un Djokovic que se afana por conseguir que le permitan competir, algo que de momento tiene en su mano... salvo que Alex Hawke, ministro de Inmigración australiano —y, a la postre, el que tiene la decisión definitiva—, diga lo contrario. Pero más allá de las ocho horas declarando en el aeropuerto, la retirada del visado, la detención y la posterior rectificación gracias a la Justicia, las dudas que rodean el caso son elevadas.

Hasta este miércoles, tanto Djokovic como su entorno han hecho declaraciones a la prensa, pero en ninguna de ellas se ha explicado el fondo de la cuestión: por qué las autoridades australianas no creen la versión del jugador. El serbio afirmó que su único propósito es competir, mientras que su familia llevó a cabo una extraña representación en los medios, donde se llegó a comparar al tenista con Espartaco y Jesucristo y donde se habló de la "tortura" que había vivido. Pero eso ha cambiado.

Pero el problema son las dudas que siguen rodeando este caso, todas ellas relacionadas con el covid. Y es que Djokovic, en las transcripciones que se han hecho públicas de sus conversaciones con los agentes de la aduana, reconoce que no tiene la pauta completa de vacunación, pero que para poder competir tiene un permiso especial por parte de las autoridades médicas de la ATP y del Open de Australia debido a que pasó el covid en diciembre... Pero las fechas no encajan.

Aunque los abogados del jugador no dan fecha exacta de su positivo, sí hablan de que "el 30 de diciembre" recibió una carta del director médico del Open de Australia y que, por aquel entonces, llevaba "14 días desde la PCR positiva"... Por lo que se deduce que el día en que el test determinó que tenía covid fue el 16 de diciembre. Pero en los dos días posteriores estuvo en tres eventos públicos diferentes, todos ellos sin mascarilla y con mucha más gente, algo que, cuando menos, es extraño.

Este mismo miércoles, Djokovic dio las primeras declaraciones al respecto: "Era asintomático y me sentía bien y no recibí la notificación de mi test PCR positivo hasta después de ese evento (con jóvenes)", explicó sobre uno de sus actos. "Me sentí obligado a acudir a la entrevista con 'L'Equipe' para no dejar tirado al periodista, pero mantuve distancia social y mascarilla todo el tiempo, excepto durante las fotografías. Al regresar a casa me aislé y reflexioné. Cometí un error de juicio y admito que tuve que posponer la cita", ha apuntado el deportista en un comunicado sobre otro de sus eventos públicos.

La PCR de la discordia

Pero el colmo de la extraña situación tiene que ver con la PCR: en primer lugar, el Open de Australia ponía como 'deadline' para presentar una exención a la vacunación el 10 de diciembre, algo que no se ha cumplido con Djokovic. Y, para más inri, el especialista en tenis y colaborador de 'The New York Times' Ben Rothenberg descubrió algo sospechoso: la prueba presentada por Djokovic de su PCR lleva asociado un código QR. Pues bien, cuando se comprobaba el resultado, cambiaba aleatoriamente.

"Amigos, esto es más que sospechoso. La prueba de covid-19 presentada por Djokovic el 16 de diciembre (con código de confirmación 7371999-259039) viene con un código QR. Cuando escaneas ese código QR (lo podéis intentar), te lleva a un sitio web que muestra que el resultado fue negativo, no positivo. Pero ahora lo he vuelto a intentar y me sale el resultado contrario para el mismo test: positivo. ¿Quién está jugando con esta página web? Hay más gente que está obteniendo una combinación de resultados positivo/negativo desde este código QR. No sé qué hacer, todo esto es muy extraño", afirma Rothenberg.

Varias personas confirman que esta situación se ha dado durante varias horas, hasta que a lo largo del martes se ha estabilizado la página y, tal y como ha podido comprobar El Confidencial, cuando se accede el resultado que aparece es positivo. Sea un error, un juego malintencionado o un 'hackeo', lo cierto es que las dudas que se han levantado alrededor de la prueba aumentan la incertidumbre de qué pasará con el jugador y si podrá competir en menos de una semana.

Las dudas de la declaración

A esta situación hay que sumar que las autoridades australianas investigan si Djokovic mintió en su declaración para viajar a Australia. Es habitual que algunos países te obliguen a rellenar un cuestionario con los motivos del viaje y demás datos, algo que en la época del coronavirus se tiene más en cuenta que nunca. Y, precisamente en ese documento, con fecha 1 de enero, Nole podría no haber sido fiel a la verdad, pues una de las respuestas ofrecidas choca con sus publicaciones en redes.

"¿Ha viajado o va a viajar en los 14 días anteriores a su llegada a Australia?", es una de las preguntas que aparecen en el formulario, a la que Djokovic —o, mejor dicho, su agente, que fue quien rellenó el cuestionario según confirmó el propio tenista en la aduana— respondió "no". Sin embargo, las publicaciones en sus redes sociales dicen lo contrario: una serie de tuits confirmaría que estuvo en Belgrado el día de Navidad antes de viajar al país oceánico. El propio Djokovic confesó este miércoles que se trato de "un error humano" de su agente.

El caso Djokovic sigue complicándose y, con el paso de las horas, no parece desmadejarse, sino que las dudas sobre lo que en realidad está pasando van en aumento. Quedan escasos seis días para el comienzo del Open de Australia y la presencia del tenista serbio continúa en el aire, con serias dudas sobre algunas de las pruebas remitidas por el jugador que han llevado a las autoridades a analizarlas con detenimiento. ¿Pasará esta bola la red? De momento, aún sigue en el aire.

Si una palabra define lo que está sucediendo alrededor de Novak Djokovic, esa es misterio. Cada hora que pasa, la bola que se hace alrededor del tenista es cada vez mayor y menores las certezas de quién tiene la verdad en este caso. Pero de lo que tampoco hay ningún género de dudas es de que la nebulosa que se ha generado alrededor del tenista serbio es tan grande que empieza a empañar la reputación y el historial deportivo de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.

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