El dilema de Djokovic: ¿puede perderse el Open de Australia por su lío con las vacunas?

Si hacemos una fotografía general del año 2021, podríamos decir sin riesgo a equivocarnos que no ha sido malo para Novak Djokovic. El tenista serbio está firmando un curso para el recuerdo y, si bien es cierto que se ha quedado a punto de hacer historia, los números son impresionantes: ganador del Open de Australia, Roland Garros y Wimbledon, se quedó a las puertas del 'Golden Slam', perdiendo en las semifinales de los Juegos Olímpicos ante Alexander Zverev y en la final del US Open ante Daniil Medvedev. Ahora, regresa a las pistas con fuerzas y con ganas de acabar bien el año, pero se le antoja un problema a la vista... con el covid-19 de por medio.

Tal y como ya ocurrió el pasado año, Australia ha decidido poner duras restricciones de cara al primer Grand Slam de 2022. Aún faltan dos meses para el comienzo del torneo, pero las autoridades locales ya empiezan a anunciar las líneas maestras de su organización, especialmente en lo que se refiere a las medidas por la pandemia. Recordemos que el país oceánico aún mantiene ciertas restricciones mientras lucha por tratar de alcanzar altas cuotas de vacunación entre su población, lo que le ha llevado a cancelar algunos grandes eventos deportivos. Los que siguen adelante, lo deberán de hacer bajo una severa normativa que puede afectar a Djokovic.

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Básicamente, la norma es clara: si quieres jugar en el Open de Australia, debes de estar vacunado. Así lo anunció Daniel Andrews, jefe de gobierno de Victoria, quien confirmó que los deportistas serán incluidos en la lista de trabajadores con vacunación obligatoria. O dicho de otra manera: si un deportista no tiene un certificado con la pauta completa, no podrá jugar el torneo: "No creo que los tenistas sin vacunar logren un visado para entrar en Australia y, si lo lograran, probablemente tendrán que guardar una cuarentena de dos semanas, mientras los vacunados no tendrán periodo de aislamiento", indicó Andrews.

Pero, ¿qué tiene que ver esto con Djokovic? El serbio se ha mostrado inflexible a la hora de comunicar si está vacunado o no, mostrando su enfado cuando se le ha preguntado al respecto. Considera que es una decisión personal y no entiende que un organismo o un campeonato puedan exigir algo así para poder participaren él. Y, por si fuera poco, el propio jugador ha sido claro sobre sus propias dudas sobre jugar en Australia: "No sé si iré a Melbourne", confirmó en una entrevista con el diario serbio 'Blic'. Así, el serbio dejó en el aire su participación en un torneo que ha ganado nueve veces, las últimas tres de manera consecutiva.

En realidad, en la citada entrevista, lo que Djokovic confirmaba era su incomodidad por tener que dar a conocer algo que considera que debe de pertenecer solo a su vida privada. "No revelaré si he sido vacunado o si no, es un asunto privado y una consulta inapropiada. La gente va demasiado lejos estos días al tomarse la libertad de hacer preguntas y de juzgar a una persona. Cualquier cosa que digas, lo aprovecharán para atacarte", afirmaba el serbio. Pero esas declaraciones han hecho que el propio Andrews le responda: "Al virus no le importa la clasificación o cuántos Grand Slam has ganado. Es irrelevante". Casi nada.

Ya en varias ocasiones, Djokovic ha salido a la palestra para explicar la necesidad de que haya libertad de elección para los deportistas, defendiendo que cada uno pueda tomar la decisión de vacunarse o no sin perjuicio a la hora de poder competir en un torneo. Sin embargo, el debate es complejo y, al mismo tiempo, fácil de resolver, pues si finalmente está en Australia y puede moverse libremente sin restricciones es porque se encuentra vacunado. El serbio se muestra enfadado cuando se le pregunta al respecto pero, lo cierto, es que tarde o temprano deberá revelarlo si quiere jugar en Melbourne... salvo que decida no competir.

Aunque de sus palabras se pueda inferir que Djokovic no se ha vacunado, solo es una especulación y es algo que solo él y su entorno más cercano saben a ciencia cierta. Sin embargo, ahí entra en juego una variante más: ¿vería con buenos ojos comunicar al Open de Australia cuál es su estado al respecto de la cuestión o también esta decisión ataca frontalmente su derecho a la intimidad? Primero, Djokovic deberá de acabar bien una temporada que será histórica para él y, después, pensar qué hará en el primer 'grande' de la temporada. Una norma que puede dar lugar a que uno de los mejores tenistas del mundo no pise la Rod Laver.