Es noticia
La chapuza del Adria Tour, el torneo de Djokovic que ha puesto en jaque al tenis
  1. Deportes
  2. Tenis
Con púlico, sin mascarillas ni distancia

La chapuza del Adria Tour, el torneo de Djokovic que ha puesto en jaque al tenis

Sirva el evento de exhibición organizado por los Djokovic, que ha reunido a grandes tenistas de la ATP, como ejemplo de lo que no se ha de hacer. Dos jugadores han dado positivo... de momento.

Foto: Novak Djokovic posa sonriente junto a compañeros y niños presentes en el Adria Tour celebrado entre Serbia y Croacia. (Reuters)
Novak Djokovic posa sonriente junto a compañeros y niños presentes en el Adria Tour celebrado entre Serbia y Croacia. (Reuters)

Primero fue Grigor Dimitrov, luego Borna Coric y este martes Viktor Troicki. El Adria Tour, el torneo de exhibición llevado a cabo por los Djokovic en Serbia y Croacia durante estas pasadas semanas, ha resultado ser una chapuza, un error en toda regla que le puede costar caro al tenis. Se veía venir. Todo lo que se ha hecho es de una irresponsabilidad tremenda. Desde los gobiernos hasta la organización. Todos deberían asumir su parte de culpa en este sinsentido que ha puesto en riesgo la salud de numerosas familias. El evento se ha jugado como si el coronavirus jamás hubiera existido, con público en las gradas y sin protocolos. Todo ello, mientras Europa aún lucha por recuperarse de los efectos devastadores que la pandemia ha dejado (y sigue haciéndolo) a su paso, tanto a nivel personal como económico.

Si bien es cierto que en Serbia y Croacia el virus no ha penetrado con la misma intensidad que lo ha hecho en otras zonas, las imágenes que han llegado evidencian una más que notable falta de empatía. Parece que ambos países hayan vivido en su propia burbuja todo este tiempo. Los participantes de este torneo entre amigos - todos ellos tenistas de primerísimo nivel como el propio Djokovic (ideólogo junto a su hermano, Djordje), Thiem, Zverev, Dimitrov o Coric- no pasaron pruebas anti-covid a su llegada. De hecho, Novak, que pasó el confinamiento en Marbella, recibió a muchos en el aeropuerto de Belgrado con efusividad y sin mascarilla. Las medidas de distanciamiento no se respetaron porque nunca se impusieron. Los jugadores compartieron todo tipo de espacios y actividades aparte del tenis, como pachangas de baloncesto o fútbol. Se fueron de cena y también de fiesta a una discoteca. Por lo visto en este torneo, el virus tan solo fue un mal sueño, una anécdota.

El evento, que acogió en Belgrado a 4.000 personas (sin reducción de aforo), no puso a disposición de los espectadores gel hidroalcohólico para las manos. Los tenistas accedieron a tomarse fotos con diestro y siniestro y a realizar entrevistas con periodistas sin protección. La comunidad científica no daba crédito. El descontrol era absoluto pese a que Djokovic saliera varias veces a la palestra para defender que se estaban cumpliendo con todas las recomendaciones efectuadas por las autoridades (es decir, cero) y al final pasó lo inevitable. Grigor Dimitrov, número 19 de la ATP, anunció este domingo por Instagram y desde su casa de Mónaco (ahora sí, con mascarilla) que había contraído el virus, aconsejando a todas las personas que estuvieron con él en las últimas semanas que pasasen revisión. El torneo decidió cancelar la final en Zadar (Croacia), pero pocas horas después era Borna Coric quien anunciaba su afección por redes sociales. A él le seguiría también Viktor Troicki (más su mujer embarazada y apunto de dar a luz) este martes.

"Felicidades"

Según la prensa de ambos países, habría otras dos personas infectadas: Kristijan Groh, entrenador de Dimitrov, y Marko Paniki, preparador físico de 'Nole'. Un Djokovic que, a pesar de todo, se ha negado a someterse a pruebas de detección 'in situ' y ha regresado a Belgrado en avión privado para ponerse en manos de un epidemiólogo de su confianza. El número uno del mundo está en la encrucijada y su figura pública, cuestionada. A su favor tampoco juega su postura antivacunas, de sobra conocida, y su apuesta por la pseudomedicina. El balcánico ha celebrado la puesta en marcha de este torneo al mismo tiempo que mostraba su disconformidad por el estricto control que pretenden llevar a cabo los organizadores del US Open, previsto para el 31 de agosto. Puede que ahora Novak entienda mejor los porqués.

Lo acontecido en el Adria Tour ha sentado mal entre los directivos de la ATP, WTA e ITF. Hay mucho en juego. Recordemos que la gran mayoría de tenistas no ingresan cantidad económica alguna si no compiten. La bolsa de ayudas dispuesta por los diferentes organismos rectores del tenis mundial sirve de auxilio durante una temporada, pero no soluciona el problema a largo plazo para aquellos con ranking humilde. "Temerario y decepcionante" "Liderazgo estelar" o "Felicidades", las reacciones, nada amables, de algunos compañeros de circuito como Noah Rubin, Mitchell Krueger o Nick Kyrgios. El precedente sienta cátedra de lo que no ha de hacerse y pone en alerta a Roland Garros, que pensaba abrir sus instalaciones al público en septiembre. Por el momento, ni el gobierno Serbio ni Djokovic han reconocido el desatino.

placeholder Dimitrov, Zverez y Djokovic bromean en el Adria Tour. (Reuters)
Dimitrov, Zverez y Djokovic bromean en el Adria Tour. (Reuters)

A título personal, sí lo ha hecho Alexander Zverev, un habitual de las malas decisiones. El alemán, actual número siete del mundo, ha asumido muchos riesgos al ser diabético y ha lamentado haber aceptado la invitación del torneo: "Mi equipo y yo hemos dado negativo en las pruebas del covid-19, pero me siento profundamente apenado por todo aquel al que haya puesto en riesgo jugando el torneo. Seguiré la cuarentena fijada por nuestros doctores y me haré test periódicos. Deseo que todo el mundo que haya dado positivo se recupere pronto. Manteneos a salvo". Precipitado y sin control, sirva este torneo de exhibición como ejemplo de que no todo vale en el regreso del deporte.

"¿Cómo puedo explicar a mis jóvenes que deben respetar la distancia cuando Djokovic organiza una fiesta en la pista? ¡Todo allí fue una imagen catastrófica!", señaló el vicepresidente de la Federación Alemana de Tenis, Dirk Hordoff. Por cierto, el Estrella Roja, equipo de fútbol de Belgrado, anunció este lunes cinco casos de positivo entre sus jugadores. El bicho, como ven, sigue ahí. No se ha ido y no lo hará hasta que la ciencia encuentre la ansiada solución. Mientras tanto, cabeza.

Primero fue Grigor Dimitrov, luego Borna Coric y este martes Viktor Troicki. El Adria Tour, el torneo de exhibición llevado a cabo por los Djokovic en Serbia y Croacia durante estas pasadas semanas, ha resultado ser una chapuza, un error en toda regla que le puede costar caro al tenis. Se veía venir. Todo lo que se ha hecho es de una irresponsabilidad tremenda. Desde los gobiernos hasta la organización. Todos deberían asumir su parte de culpa en este sinsentido que ha puesto en riesgo la salud de numerosas familias. El evento se ha jugado como si el coronavirus jamás hubiera existido, con público en las gradas y sin protocolos. Todo ello, mientras Europa aún lucha por recuperarse de los efectos devastadores que la pandemia ha dejado (y sigue haciéndolo) a su paso, tanto a nivel personal como económico.

Novak Djokovic Serbia Croacia
El redactor recomienda