Los nervios de un Roger Federer diferente y su "¡fucking ball!" en el Open de Australia

“No sé si se puede llamar lesión. Es solo dolor y problemas. Esperemos que sea sólo un tirón en la ingle como consecuencia de haber jugado tanto... o de los nervios, quién sabe”. A la figura de Roger Federer no se le recordará por estar acompañada de gestos de tensión, carácter fuerte o polémicas. Sin embargo, en los cuartos de final del Open de Australia que superó con apuros ante Tennys Sandgren, se le escuchó un “¡fucking ball!” que acarreó un warning que no gustó al suizo. Efectivamente, ahí dejó ver sus nervios.

A sus 38 años ha pasado por decimoquinta vez a las semifinales en Melbourne Park, en este caso se las verá ante Novak Djokovic. Y lo hará dando gracias a “dos buenas noches de descanso, médicos y fisioterapeutas”, comentó tras el choque en el que salvó hasta siete bolas de partido. Siete.

En esta edición no está demostrando la solvencia en el juego que le ha caracterizado durante toda su carrera, pero no por ello ha dejado de perder un encuentro. Ante John Millman -en tercera ronda- ya se atisbó que le iba a costar arrancar el año (ganó en cinco sets y al tiebreak) y ahora se ha confirmado… pero ahí está, en semifinales.

También, este Federer diferente, ha dejado ver un saque no tan sólido como acostumbra. ¿Cosa de un día por los mencionados “nervios”? Aparentemente no hay ningún signo que indique una tendencia y sí una acumulación de elementos que le han afectado durante este choque que le ha impedido desplegar su tenis total, salvo en esos momentos clave, como apuntaba su rival tras el duelo: “Ha sido muy agresivo cuando peor estaban las cosas. En alguna que otra bola de partido en contra le ha acompañado un poco la suerte porque he cometido algún error no forzado producto posiblemente de los nervios, pero en el tenis todo vale. Tengo que darle todo el crédito a él por como ha jugado y como ha resuelto un partido que lo tenía casi perdido”.

Frente a Djokovic deberá reinar su mejor versión si quiere volver a pelear por el título. Ante el número 100 de la ATP, Tennys Sandgren, le ha valido tener esos momentos de inspiración para salvar un (o siete) momento delicado. Frente al dos del mundo, si está en una situación similar, seguramente cuando quiera recuperar su juego esté abandonando la pista.