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Rafa Nadal le da la vuelta y mete a España en la final de la ATP Cup contra Novak Djokovic
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En tres sets (6-4, 5-7 y 1-6)

Rafa Nadal le da la vuelta y mete a España en la final de la ATP Cup contra Novak Djokovic

El balear remontó el partido contra un valiente Álex de Miñaur y la Armada buscará hacer historia contra Serbia este domingo. Si gana, sumará el doblete mundialista del tenis: Davis y ATP Cup

Foto: Rafa Nadal celebra su victoria contra De Miñaur que mete a España en la final de la ATP Cup. (Reuters)
Rafa Nadal celebra su victoria contra De Miñaur que mete a España en la final de la ATP Cup. (Reuters)

Nadal lo volvió a hacer. Como en la pasada Davis, el balear le dio el billete a la final a la Armada tras ganar a un valiente Álex de Miñaur por (6-4, 5-7 y 1-6), uno de los exponentes de la 'Next Gen'. El australiano, de padre uruguayo y madre española, tuvo contra las cuerdas al balear hasta el final de la segunda manga, pero en el tercer y definitivo set se desinfló. La raqueta número uno de su país, 18 del mundo, desplegó su mejor tenis hasta la fecha. Un auténtico recital de 'passing shots', resistencia desde el fondo de pista y gran servicio que sorprendió a Rafa hasta llevarle al borde de la desesperación.

De Miñaur no se achantó ante el gigante en ningún momento y fue puro derroche de físico, talento y ganas sobre la pista. Tras la amarga derrota de su compatriota, Nick Kyrgios, a manos de Roberto Bautista, limpió la imagen de su combinado nacional y sembró el delirio entre el público local, que no dejó de apoyarle. Rafa, como casi siempre, aguantó las embestidas del joven, de tan solo 20 años, igualando su intensidad en un clima de asfixiante calor (21 grados y 67% de humedad), pero haciendo valer sus dos principales cualidades: mente y experiencia. Así, aprovechó las dudas de su oponente al término del segundo parcial, cuando por fin le rompió el servicio.

Rafa no levantó el pie del acelerador y continuó insistiendo. De Miñaur ya no volvió a encontrar el ritmo, tampoco esa pizca de fortuna que suele sonreír a los jugadores cuando se encuentran enrachados (por momentos recordó al Medvedev del pasado US Open). Al 'aussie', se le empezó a hacer de noche y, aunque continuó luchando hasta el final, se marchó del partido antes de tiempo. Rafa metió el turbo y aplacó la magia y el desparpajo de Álex, que se puede ir a casa muy orgulloso de su trabajo porque no solo le buscó, sino que supo encontrarle las cosquillas al manacorí con golpes planos potentísimos, cambios continuos en su servicio y agilidad de piernas.

placeholder Rafa Nadal, durante un instante del partido contra Miñaur. (EFE)
Rafa Nadal, durante un instante del partido contra Miñaur. (EFE)

Nadal-Djokovic en la final

A Nadal le costó muchísimo empezar a sentirse cómodo, lo hablaba con Francis Roig en cada visita al banco para recargar pilas. De hecho, perdió su saque nada más empezar el duelo y le costó mantenerlo durante todo el primer set. Por si fuera poco, cometió numerosos errores no forzados y su revés no estuvo especialmente fino. Rafa no supo como hacerle daño al australiano durante los primeros 50 minutos de duelo. De Miñaur no evitaba intercambios y, además, los dominaba con claridad. Cuando parecía que Rafa tenía el punto ganado, sacaba la escuadra y el cartabón para tirar una bola a la línea imposible de devolver. Siempre tenía una jugada más bajo la manga. El segundo set siguió por esos mismos derroteros, pero el español dio un paso adelante con su servicio y pulió sus restos, que llevaron más intención y efecto. Nadal también empezó a jugar con bolas a diferentes alturas y, poco a poco, fue adueñándose de la situación. Cuando el duelo se fue al tercer set, a Álex se le apagó la luz por completo. Lo que quedaba: un halo intermitente.

Rafa no dejó de dar gas y amarró la eliminatoria. El dobles que a continuación disputaron Feliciano López y Pablo Carreño, también con éxito, fue irrelevante. España estará este domingo en la final contra la Serbia de Novak Djokovic 88:30). No se dio en la Davis, pero sí se dará en la ATP Cup. La eliminatoria que todos esperaban promete espectáculo, todo a inicios de año. Serbia salió anímicamente tocada de la Caja Mágica de Madrid y se autoconvenció de desquitarse aquí. España les separa de la gloria. La Selección tendrá una cita con la historia: si gana mañana será el primer combinado nacional en levantar los dos mundiales en liza del tenis actual.

Nadal lo volvió a hacer. Como en la pasada Davis, el balear le dio el billete a la final a la Armada tras ganar a un valiente Álex de Miñaur por (6-4, 5-7 y 1-6), uno de los exponentes de la 'Next Gen'. El australiano, de padre uruguayo y madre española, tuvo contra las cuerdas al balear hasta el final de la segunda manga, pero en el tercer y definitivo set se desinfló. La raqueta número uno de su país, 18 del mundo, desplegó su mejor tenis hasta la fecha. Un auténtico recital de 'passing shots', resistencia desde el fondo de pista y gran servicio que sorprendió a Rafa hasta llevarle al borde de la desesperación.

Rafa Nadal
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