El día que Rafa Nadal agachó la cabeza tras un fallo arbitral y vio cómo su rival pinchó

“Me has hecho lo mismo que a Troicki en Roma. No eres capaz de cambiar de opinión cuando te equivocas”. En 2017, el rival que Rafa Nadal tendrá este viernes en tercera ronda de Roland Garros tuvo un enganchón con el juez Cedric Mourier por un clamoroso fallo a favor de su contendiente de aquel día… Rafa Nadal. Eran las semifinales de Montecarlo y, hasta ese incidente, David Goffin estaba dominando el partido. A partir de ahí, Nadal ganó todos los juegos del partido salvo uno. La diferencia de mentalidad marcó el rumbo del partido: uno siguió exclamando por qué, el otro agachó la cabeza y continuó.

Este miércoles, tras la victoria de Rafa Nadal, el tenista de Manacor destacó que había “cometido unos cuantos errores, pero con esa ventaja puede ocurrir. A partir de ahora no puede ocurrir”. Se lanzó una alarma a sí mismo cuando el choque rodaba fácil para el español en el tercer set (6-1 y 6-2) cuando debió apretar el acelerador en el último para llevárselo por 6-4 ante Yannick Maden, el 114 del mundo. La cabeza, su mejor arma, se dejó ir… aunque pronto se repuso. Al contrario que Goffin hace un par de temporadas.

Si algo pasa, nada cambia en Nadal

“Forma parte de los partidos a cinco sets, que son más largos y cuando vas ganando de manera cómoda cuesta mantener la concentración”, comentaba Nadal este miércoles tras su victoria. También cuesta “mantener la concentración” cuando ocurre algo ajeno al juego, como el suceso que vivió con Goffin o como, el año pasado, la lluvia que paró la final del Masters de Roma dio la vuelta a aquel partido. Antes del agua, Zverev dominaba, después… Rafa Nadal dio la vuelta a la tortilla para llevarse el torneo.

En la actualidad, la solvencia con la que está jugando Nadal le hace favorito para Roland Garros. No obstante, el físico le debe respetar. Es la única sombra que perseguirá a Rafa durante el torneo porque si la salud le respeta como ahora, la fuerza psicológica (confianza) que adquiere el español se convierte en algo determinante y único, como se pudo ver en la pasada final en el Foro Italico donde no dejó respirar al número 1 del mundo, Novak Djokovic.

En 2017, cuando se enfrentaron por primera vez, Goffin era el 13 del mundo, ahora el 29. Entre medias han tenido otros tres choques siendo el total de 3-1 para el manacorense. Ahora, además de estar pendiente de que nada le pueda distraer, el belga tiene en mente cómo jugar: “Necesito usar mi habilidad para derrotarle. Necesito usar ángulos, anticiparme al bote, tocarla pronto. Si él juega tiros cortos, tendré que buscar el winner. Pero si tengo que correr mucho, será un punto a su favor. Y cuando empieza a dictar el juego... el partido se vuelve muy difícil. Así que debo hacer uso de su fuerza y dictar el partido yo mismo… También tengo que hacer buenos servicios y ser agresivo porque su defensa es muy buena. Es extremadamente difícil desafiarlo en arcilla. Necesito jugar lo mejor posible... Nadal es el último desafío que existe sobre esta superficie”.

El viernes, el quinto partido entre ambos.