El debut de Rafa Nadal en Roland Garros: un amante de los guepardos y una pista nueva

Todo ha cambiado en la Philippe Chatrier salvo la tierra. La pista central de Roland Garros, allí donde Rafa Nadal ha levantado al cielo once veces la Copa de los Mosqueteros, estrena en 2019 un nuevo aspecto tras una completa renovación que terminará dentro de un año con el techo retráctil. Tras entrenar en ella durante la semana pasada, Nadal debutó en ella con triunfo ante Yannick Hanfmann (6-2, 6-1, 6-3).

Roland Garros es el único torneo de Grand Slam sin pistas cubiertas. El Open de Australia tiene tres, Wimbledon estrena este año la segunda y el US Open tiene dos. A partir del año que viene, también en la cita parisina se podrá seguir jugando aunque llueva, al menos en su principal pista, y en 2021 estrenará una sesión nocturna que ya tienen sus tres torneos hermanos.

"Solo he notado el cambio en el color de las sillas y los cristales en los fondos. A nivel de juego no he sentido ninguna diferencia. El viento sigue entrando igual, la sensación de pista inmensa, de ver todo muy ancho es la misma, al igual que el golpeo de la bola, no he sentido que haga un ruido diferente" dijo Nadal hace unos días en su primera rueda de prensa en París. "Siempre es increíble jugar aquí, la nueva pista ha quedado muy bonita", declaró sobre la pista tras vencer a Hanfmann.

Como había hecho en 12 de sus 14 anteriores participaciones en Roland Garros, Nadal ganó en tres sets su primer partido en el torneo. "Si me saque y mi resto funcionan, puede hacerle algo de daño", había avisado Hanfmann, tenista alemán, número 180 del mundo, que se metió en el cuadro final procedente de la fase previa. No lo consiguió, más allá de un primer juego bastante largo que a Nadal le costó ganar con su saque.

Era el primer partido en el cuadro final de Roland Garros para Hanfmann, un tenista con problemas de audición: solo tiene un 60 % de audición en cada oído. "A veces es una ventaja en la pista, quizá en la Chatrier lo sea porque no escucho demasiado qué esta pasando, pero en general, no creo que en el tenis sea una una desventaja", explicó a la web del torneo parisino.

No es la única curiosidad de Hanfmann, un graduado en relaciones internacionales al que le gustan mucho los guepardos. "Creo que el tenis es fantástico, me encanta, pero no lo es todo, hay más cosas en el mundo", dijo. "En Sudáfrica visité un centro de divulgación del guepardo, y me encantan esos animales. Es duro ver lo que estamos haciendo a nuestro planeta con maravillosos animales como el guepardo, que fue clasificado como especie en peligro hace solo dos años. Me gusta involucrarme en cosas como esa que me hacen feliz y me llenan", explicó Hanfmann. Un tenista diferente para el estreno de Nadal en la nueva Philippe Chatrier.