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"Os llevaré en el corazón", el adiós más especial de David Ferrer al mundo del tenis
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No pudo contener la emoción

"Os llevaré en el corazón", el adiós más especial de David Ferrer al mundo del tenis

El jugador alicantino se despidió para siempre de las pistas en el Mutua Madrid Open. Cayó con honores ante Alexander Zverez y recibió un caluroso homenaje de todos los presentes

Foto: David Ferrer, emocionado tras disputar su último partido como profesional en Madrid. (EFE)
David Ferrer, emocionado tras disputar su último partido como profesional en Madrid. (EFE)

David Ferrer no pudo aplazar más su adiós. Tras estirar el sueño contra Roberto Bautista, esta pasada noche la Manolo Santana del Mutua Madrid Open disfrutó de los últimos raquetazos de un jugador impresionante, de los mejores de la historia de nuestro tenis. Por su garra y por su orgullo, porque nunca dio su brazo a torcer ante el ‘big four’, los grandes dominadores del circuito en los últimos años. Federer, Nadal, Djokovic y Murray son la vieja guardia pretoriana, la nueva es la que forman algunos jóvenes como el alemán Alexander Zverev, el vigente campeón del torneo, que puede presumir, a juzgar por las grabaciones que realizó en su móvil, del privilegio de participar en la despedida al ídolo. “Ha sido un placer competir contra ti en tu último partido. Has sido un modelo para mí. Empecé contra ti en Hamburgo y me ganaste. He crecido desde pequeño teniéndote de ejemplo”, dijo el teutón, que ya está en octavos tras imponerse en dos sets (4-6, 1-6).

Emocionado, David apenas pudo contenerse durante los últimos minutos del juego. El alicantino tuvo que interrumpir su último servicio para pedir una toalla y secarse las lágrimas que caían por su rostro. Respiró hondo y tragó saliva. Su final estaba cerca. A continuación, procedió con el saque y lo dejó para siempre. Cinta de pelo en mano, saludó a su contrincante en la red, que le felicitó por su excelente trayectoria deportiva. Tras esto, el gesto que le viene acompañando durante toda la temporada: depositó la bandana con sumo cuidado en el centro de la pista y levantó los brazos para recibir el apoyo de un público que no le dejó de alentar durante todo el encuentro como si de un partido de fútbol se tratase y es que, con 4-1 a su favor en el primer set, la central era lo más parecido a La Bombonera de Boca Juniors. El de Jávea no pudo evitar desinflarse porque el físico ya no le daba para más. “Estaba muerto”, reconoció luego en TVE, pero hasta ese momento el desconcierto de Zverev era tremendo y el milagro, real.

placeholder Ferrer, aupado por sus amigos más cercanos a pie de pista. (Reuters)
Ferrer, aupado por sus amigos más cercanos a pie de pista. (Reuters)

Dos pancartas descolgaron desde el techo del estadio con su silueta y parte de su palmarés. Mientras, su mujer, Marta Tornel y su hijo, Leo Ferrer, hacían acto de presencia para contemplar junto a él un emotivo vídeo que la organización le tenía preparado con algunos de sus mejores ‘highlights’. Federer, Pablo Carreño, Djokovic o Rafa Nadal le recordaron como lo que es, un mito. “Eres un gran ejemplo de superación y de esfuerzo. Todo lo que has hecho ha sido de la manera adecuada. Tienes grandes valores para motivar a los jóvenes. Nos seguiremos viendo. Te vamos a echar de menos”, expresó el manacorí por las pantallas. Manolo Santana y Feliciano López, director del torneo, le regalaron sendos presentes, entre ellos un lienzo con su figura. Ferrer no dudó en coger el micrófono para devolverles el detalle, especialmente al cuatro veces ganador de Gran Slam: “Manolo siempre me llamaba cuando perdía un partido. Que una leyenda como Santana haga eso lo distingue de manera personal”.

"He sido un privilegiado"

Luego, agradeció a sus compañeros de profesión, entrenadores y amigos de toda la vida, cada cual más emocionado que el anterior. Por supuesto, no faltó un conmovedor mensaje a su mujer: “Gracias por el sacrificio personal, por coger vacaciones y venir a verme siempre que podías. Sobre todo, por haberme soportado en mis peores momentos, las derrotas. Espero darte un 1% como padre y marido que lo que tú me has dado a mí”, también a sus padres: “Me habéis dado más que educación y valores. Sois un ejemplo para mí. Jamás seré mejor padre que vosotros, pero me conformo con intentarlo”. Por último, mostró sus respetos al público: “Lo he dado todo en este deporte, no puedo dar más. He conseguido 27 títulos y he ganado 3 Copas Davis. Nunca gané en Madrid, pero los trofeos son cosas materiales. Lo que me llevó realmente en el corazón es vuestro cariño. Gracias por darme esta noche tan especial. Hasta siempre”. La pista, a sus pies. “He sido un privilegiado, jamás me hubiera imaginado una despedida así”, concluyó el alicantino con los ojos vidriosos.

‘Ferru’ abandonó la pista junto a su pareja, ambos cogidos de la mano. Antes, había entrado a ella convencido de que podía ganar el partido. Zverev no llegaba en su mejor momento, pero el alemán sabía que David, con 37 años, no estaba para grandes trotes. Le exigió y le hizo correr de lado a lado y de adelante hacía atrás, con globos y dejadas que fueron desgastando al de Jávea hasta fundirle las baterías. Tiró de coraje hasta el límite de sus posibilidades y cayó con dignidad, como el guerrero que siempre ha sido. Nunca ganó un Grand Slam y su único Master 1000 fue en Paris (2012), pero no le hizo falta más. Su calidad y su talento están fuera de toda duda. Para el recuerdo, su final de Copa de Maestros ante Federer (2007) y la de Roland Garros ante Nadal (2013). 733 victorias y siete temporadas entre los diez primeros, con el número tres del ranking como tope, en 20 cursos como profesional. Increíble. Ya puede disfrutar de su merecida jubilación, pero el eco de su nombre seguirá eternamente presente en la Caja Mágica.

David Ferrer no pudo aplazar más su adiós. Tras estirar el sueño contra Roberto Bautista, esta pasada noche la Manolo Santana del Mutua Madrid Open disfrutó de los últimos raquetazos de un jugador impresionante, de los mejores de la historia de nuestro tenis. Por su garra y por su orgullo, porque nunca dio su brazo a torcer ante el ‘big four’, los grandes dominadores del circuito en los últimos años. Federer, Nadal, Djokovic y Murray son la vieja guardia pretoriana, la nueva es la que forman algunos jóvenes como el alemán Alexander Zverev, el vigente campeón del torneo, que puede presumir, a juzgar por las grabaciones que realizó en su móvil, del privilegio de participar en la despedida al ídolo. “Ha sido un placer competir contra ti en tu último partido. Has sido un modelo para mí. Empecé contra ti en Hamburgo y me ganaste. He crecido desde pequeño teniéndote de ejemplo”, dijo el teutón, que ya está en octavos tras imponerse en dos sets (4-6, 1-6).

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