La verdad sobre Rafa Nadal según su tío Toni: "No es un jugador de tenis"

Toni Nadal hace año y medio que se apartó de la dirección técnica de su sobrino, Rafael Nadal, para encargarse de la academia de tenis que este tiene en su Manacor natal, donde se curten las estrellas del futuro. Ahora, en una entrevista para el medio 'Cinco Días' ha desgranado algunas de las dificultades a las que el mejor tenista español de la historia se está enfrentando para mantener su nivel a los 32 años.

Destaca especialmante una frase: "Rafael no es un jugador de tenis. Es una persona lesionada que juega al tenis. Él quiere seguir jugando a pesar de sus problemas físicos. Quizá dos o tres años más. Hasta cuándo, quién sabe". Razón no le falta. Rafa, campeón de 17 Grand Slams, se ha asusentado o no ha podido finalizar 17 de los últimos 20 torneos en cemento debido a sus maltrechas rodillas, su principal punto débil. El balear, cuyas articulaciones sufren especialmente en esta superficie, no participó en el último Open de Miami tras no recuperse de las molestias en el tendón rotuliano que nos privó a todos de un nuevo duelo contra Roger Federer en Indian Wells, que hubiera supuesto el número 39 entre ambos. "Rafa y yo somos dos de los jugadores que más veces hemos jugado con dolor. No puedes ir todas las semanas a todos los torneos libre de dolores", aseguró el suizo en una entrevista para los medios de su país.

Tras la salida de su tío, Carlos Moyá, su actual técnico, le convenció de la importancia de dosificarse para alargar su carrera. "Se aprecian y se respetan mutuamente", explica Toni en la entrevista antes citada. Rafa tuvo que someterse en 2005 a un gran trabajo físico tras detectarse un problema en su pie izquierdo, origen de sus males, que a punto estuvo de retirarle. Desde entonces utiliza plantillas para sus apoyos, pero todo ello hizo que el peso de su cuerpo recayera en los tendones de sus rótulas, lo que le limita enormemente a la hora de jugar y entrenar. "He tenido este problema durante mucho tiempo [...] Debo aceptar que hay cosas que no puedo controlar", afirmó este año en California. Dolores en la espalda, problemas en las muñecas, abdominales e incluso los tobillos, de los que hubo que someterse quirúrgicamente el pasado mes de noviembre, se han ido sumando para 'lastrar' su trayectoria profesional.

Su sacrificio, incuestionable

A lo largo de sus 17 años en el circuito, su físico le ha apartado al menos cuatro veces del éxito en el Open de Australia, tres en Roland Garros y US Open, dos en Wimbledon, Juegos Olímpicos (Atenas 2004 y Londres 2012) y Copa de Maestros; además de restarle también muchas opciones en Masters 1000 y despojarle del número uno ante Djokovic. De no ser así, quién sabe hasta qué punto hubiera agrandado aún más su leyenda. Los esfuerzos y el estrés al que Rafa Nadal ha sometido su cuerpo durante gran parte de su carrera le están pasando factura. Rafa es un tenista que ataca bien la bola, pero al que sobre todo le encanta defenderse. En inumerables ocasiones le hemos visto ganar puntos y levantar partidos tras auténticos maratones en la pista, corriendo de lado a lado, hacia delante y hacía atrás, alcanzando bolas imposibles para gran parte de los mortales. Es su distintivo, lo que le hace único y especial, aparte de su innegable técnica. Su espíritu de lucha y sacrificio, no dando una bola por perdida, es por lo que se le recordará más allá del palmarés, sus buenas formas y su inagotable catálogo de manías.

Cuando está bien, Rafa sigue desplegando un gran tenis. De hecho, a las nuevas generaciones aún les cuesta competir contra la 'vieja guardia'. Su objetivo este año pasa por estar sano para recuperar el número uno y volver a alzar los brazos al cielo de París en Roland Garros.