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US Open: Rafa Nadal se va al spa para curar el cansancio y borrar la mente
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del potro le espera en semifinales

US Open: Rafa Nadal se va al spa para curar el cansancio y borrar la mente

El español Rafa Nadal recurrió a unos baños relajantes en un centro de propiedad española situado en Tribeca para tratar de relajarse después de la muy tensa ronda de cuartos contra Thiem

Foto: Nadal, en el Spa.
Nadal, en el Spa.

El 'tie break' del quinto set, algo que entre los grand slam solo ocurre en Nueva York, libró a Nadal y a Thiem de que su muy disputado partido se eternizase hasta límites imposibles para el cuerpo humano. Con la igualdad que se estaba viendo en la pista Arthur Ashe era imposible pensar en otra cosa que no fuese un empate técnico extendido hasta el infinito. Gracias a la norma, Nadal venció el 'tie break', se metió en semifinales del US Open y pudo, por fin, descansar. Lugo diría que el desempate es una lotería, que ganó como pudo perder, que la experiencia no es tan clave como se piensa... El caso es que él, sin ser un sacador poderoso -lo que se supone una mayor ventaja en esas lides- tiene porcentajes altísimos de éxito cuando el juego arde. Su siguiente examen es este viernes (a partir de las 22:00 horas) en semifinales ante Del Potro.

El descanso era más necesario que nunca. Nueva York está castigando a los tenistas con unas temperaturas disparatadas y una humedad tropical que no hace más que complicar el hecho de tener que pasarse horas y horas respondiendo raquetazo tras raquetazo. Roger Federer comentó que en su derrota se encontró con que ni siquiera era capaz de tomar aire, dadas las circunstancias, y por lo general no hay jugador que no salga de la pista sin decir que el infierno se parece mucho a lo que se vive estos días en la gran manzana.

Foto: Toni Nadal, tío y exentrenador de Rafa Nadal, durante una rueda de prensa. (EFE) Opinión

Nadal es conocido en el circuito por su manera estajanovista de afrontar el tenis. No es extraño verle horas después de los partidos entrenándose, como si no hubiese tenido suficiente con la competición. Siempre señalado como un trabajador, pocos hicieron más kilómetros que él, que consideró necesario vivir en la pista para llegar a ser lo que ha sido. Ahora, es cierto, ha bajado un poco la carga de trabajo. Es mayor, quizá más sabio, entiende que el cuerpo que siempre llevó al límite ahora necesita de más cuidados. A estas alturas no va a aprender lo que ya no sabe, pero es importante encontrarse entero para demostrar en la pista todo lo que sí sabe, que siendo uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, no es poca cosa.

La concentración de Nadal es una de esas cuestiones semilegendarias, en los torneos es austero y siempre parece inmiscuido en lo que ocurre en las pistas, como si todo lo de alrededor no existiese. Después de su épica batalla con Thiem, sin embargo, se dio un respiro. El número 1 del mundo aprovechó el día siguiente al encuentro, que lo tenía libre, para acudir al Aire Ancients Baths, un spa de la gran manzana que le procuró un poco de descanso en una semana que está siendo durísima. Los jugadores tienen sesión diaria de fisioterapia y mantienen sus cuerpos con esmero, pero todo eso forma parte de la rutina laboral. El spa es otra cosa.

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JSX81. NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS), 05 09 2018.- El tenista español Rafa Nadal celebra su victoria ante el austriaco Dominic Thiem en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos en la pista principal de Flushing Meadows en Nueva York (Estados Unidos) hoy, 5 de agosto de 2018. Nadal, número uno mundial del tenis, superó hoy en un desempate tras cinco sets al austríaco Dominic Thiem en el Abierto de EE.UU. y se medirá en la semifinal con el argentino Juan Martín Del Potro. EFE Jason Szenes

Reposar la mente

Porque el físico, en este caso, y por más que pueda parecer lo contrario, es algo secundario. Nadal ya tiene modos de cuidarse, los mismos en todos los torneos del año, las mismas rutinas. Los chorros de agua caliente y fría con los que se recompensó en el spa sirven más para desconectar mentalmente, un modo de dejar de repasar todos los puntos de cada partido y, por un rato, necesariamente corto, tampoco pensar en el siguiente rival, Del Potro. Su potentísimo saque, su poderosa derecha, la manera de moverle por la pista para que no se encuentre cómodo, repetirle una y otra vez al revés, el golpe menos bueno del arsenal del argentino... cosas que tendrá que pensar pero por las que puede evadirse un rato al menos. Como jugar al parchís, algo que hace antes de cada encuentro.

Nadal, además, escogió un centro de capital español para darse el capricho. En Nueva York está situado junto al barrio de Tribeca, uno de los más bohemios y exclusivos de la ciudad, pero también tienen sedes en Chicago, Sevilla, Barcelona o Almería. Ese fue el lugar en el que Nadal pasó un buen rato, tratando de evadirse de todo lo demás que ocurre en una ciudad de millones de personas. Un lugar que, como en casi cualquier otro sitio del planeta, es ampliamente conocido y normalmente muy querido.

El tenis es un deporte muy completo. En ocasiones es cuestión de virtuosismo, consecuencia de la precisión y la fuerza, ambas conjugadas para eliminar al rival. A veces, sin embargo, estas se enmarcan por debajo de la resistencia, tanto física como mental. No es tan importante tirar a la línea como llegar a la siguiente bola, tener la cabeza fresca para pensar que el siguiente punto tiene que ser el tuyo y, cuando termine, lo mismo con el siguiente y así hasta los centenares de ellos que se pueden disputar en un partido. El tenis como resistencia, un entorno que a Rafa no le suena a lejano, él siempre contó con su capacidad de sacrificio como un valor de su carrera.

Foto: Rafa Nadal y Florentino Pérez, madridistas y amigos. (EFE)

En la Arthur Ashe, la pista que le corresponde por su rango de estrella, lleva tres batallas seguidas en las que el peso de las piernas sobresalía. Contra Khachanov se encontró un joven replicante, dispuesto a acortar el tiempo de latencia de su generación hasta las más altas conquistas. Con Bashilashvili, la sorpresa, el jugador del que poco se espera que, de repente, tiene la tarde buena y empieza a resaltar que no hay rival pequeño, ni tarde cómoda y que todos esos tópicos que hablan de la igualdad en un momento determinado pueden resultar ciertos. Por último, al menos por el momento, Dominic Thiem. De él si se esperaba mucho y mucho dio, empezando por un 6-0 que sería muy doloroso para Nadal si no fueese porque, a golpe de tesón, terminó dejándolo en anécdota.

Nueva York, terreno fértil para Rafa, sigue a la espera de lo que haga el ídolo. En el mejor de los casos, dos partidos más. Es lo que le falta a Rafa para su cuarto US Open, decimoctavo grande. De eso se trata ahora.

El 'tie break' del quinto set, algo que entre los grand slam solo ocurre en Nueva York, libró a Nadal y a Thiem de que su muy disputado partido se eternizase hasta límites imposibles para el cuerpo humano. Con la igualdad que se estaba viendo en la pista Arthur Ashe era imposible pensar en otra cosa que no fuese un empate técnico extendido hasta el infinito. Gracias a la norma, Nadal venció el 'tie break', se metió en semifinales del US Open y pudo, por fin, descansar. Lugo diría que el desempate es una lotería, que ganó como pudo perder, que la experiencia no es tan clave como se piensa... El caso es que él, sin ser un sacador poderoso -lo que se supone una mayor ventaja en esas lides- tiene porcentajes altísimos de éxito cuando el juego arde. Su siguiente examen es este viernes (a partir de las 22:00 horas) en semifinales ante Del Potro.

Rafa Nadal
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