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Rafa Nadal domina París ¿qué puede llegar a apartarle de su undécimo Roland Garros?
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ya está en octavos de final

Rafa Nadal domina París ¿qué puede llegar a apartarle de su undécimo Roland Garros?

Rafa Nadal pasó por encima de Richard Gasquet, una de sus víctimas más habituales. Le ganó por 6-3, 6-2 y 6-2 y sale de la primera semana sin ceder un solo set.

Foto: Nadal, en Roland Garros. (EFE)
Nadal, en Roland Garros. (EFE)

Rafa Nadal ha llegado a ese punto en el que apostar por su derrota en París es como apostar por el "no" de los novios en la boda. Es una posibilidad teórica, pero tiene más de opción irreal que de algo que pueda realmente ocurrir. Con Gasquet, la última víctima, ni siquiera necesita estar en tierra batida, Nadal le gana hasta intentando coger el metro, es quizá el jugador al que más tiene comida la moral en el circuito, y eso es bastante decir. Esta vez 6-3, 6-2 y 6-2. Gasquet, además, maquilló la paliza, en todos los parciales logró agarrarse al final hasta conseguir un resultado algo más digno.

"Nadal empieza los grand slam algo lento y luego va construyendo su juego, es la norma con él", explicaba Moyá. Eso quiere decir que esta primera semana se supone que no está aún la máquina engrasada. Y eso se lo pueden contar a Bolelli, a Pella y a Gasquet que han visto como Nadal pasaba por encima de ellos sin ningún tipo de piedad. Un jugador a medias, según la teoría, que destroza los partidos como los niños los juguetes.

Foto: El tenista, en un acto promocional en la Rafa Nadal Academy de Manacor. (EFE)

"No está a tope todavía, pero cuando la competición sube su juego también lo hace", comentaba el entrenador de Rafa tras su segunda victoria en el torneo. En realidad no es tanto que no esté a tope, lleva semanas a su mejor nivel, como que es capaz de ir entregando lo suficiente en cada partido para estar por encima de la competencia. Y ese "suficiente" a veces es un 20% de Nadal que supone como un 80% de un tenista normal en tierra. No está de más recordar que el número 1 del mundo camina con fuerza hacia su undécimo título de Roland Garros, intentar valorarle con las mismas pautas que al resto de los jugadores es no haber entendido nada.

La cautela siempre ha sido una de las pautas básicas en el entorno de Nadal. Empezando por él mismo, que si se escuchan solo sus declaraciones, quitando por el camino todo el contexto, podría parecer que juega de igual a igual todos los partidos. Como si no estuviese el planeta entero preguntándose cómo se hace para doblegar a Rafa en tierra. 82-2 es el parcial del español en Roland Garros, una cifra ridícula, loca, casi un desafío para estadísticos y matemáticos. Poco importa, él se levantará cada mañana diciendo que el favorito es el que gana al final y esas cosas suyas de chico humilde.

También elegante, es cierto, especialmente con aquellos a los que ha hecho la vida profesional imposible durante tanto tiempo. Caso paradigmático, Richard Gasquet. El historial, ya se sabe, 16 a 0 con la victoria de este sábado. "Es una gran persona, un hombre realmente importante en el circuito", decía después de enfundar las raquetas en el raquetero. También se permitió el lujo de juguetear un poco con los recogepelotas, chocando las manos con ellos y autografiando sus gorras. No es del todo habitual esto, pero es que el nivel de tensión que requiere Nadal en estos primeros partidos es realmente escaso.

Con todo lo anterior asumido las dos preguntas que sobrevuelan las pistas de Roland Garros son las de todos los años: ¿cómo? y ¿quién? Ambas suelen ser irresolubles, por eso mismo gana cada temporada la Copa de los Mosqueteros al final de estos quince días, porque no hay un plan concreto que lleve a su derrota ni desde luego nadie que pueda implementarlo.

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Paris (France), 02 06 2018.- Rafael Nadal of Spain reacts with Richard Gasquet of France after winning their their men'Äôs third round match during the French Open tennis tournament at Roland Garros in Paris, France, 02 June 2018. (España, Abierto, Tenis, Francia) EFE EPA IAN LANGSDON

Atacar su segundo servicio

Se puede, de todos modos, intentar encontrar algún modo. En Fivethirtywight, una web de ESPN especializada en estadística, cuentan que la clave está en atacarle el segundo servicio e intentar hacerle daño por ahí, así lo consiguieron Thiem, Fognini o Zverev en los cuatro sets que ha perdido esta temporada en arcilla. Todos ellos lograron ponerle por debajo del 50% de puntos conseguidos con el segundo saque. Algo mucho más sencillo de decir que de hacer, por lo que se ve.

Nadal tiene el mejor porcentaje de puntos logrados con el segundo servicio en el circuito, algo que tiene muy poco que ver con su capacidad para servir. A ojos de cualquiera, el saque de Rafa es uno de sus puntos débiles. No es especialmente fuerte, no logra puntos gratis, tampoco lo ha necesitado demasiado en su carrera. La clave, dicen los estadísticos, está en el tiro después, el balear tiene tan controlados los espacios en la tierra batida que se hace casi imposible encontrarle las cosquillas en el retorno. Empieza dominando el punto y termina como todo lo demás, con victoria de Nadal, saludo al público y todas esas cosas.

Foto: Las diez 'copas de los mosqueteros' de Rafa Nadal | EFE
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¿Quién? Pues igual esa pregunta es todavía más difícil de responder, pues Rafa este año ha tenido incluso suerte en el sorteo. Maximiliam Marterer, el próximo rival, no parece el punto final. Tiene 22 años, una edad en la que la gente aún es misteriosa, pero no lleva muchas victorias en el circuito y parece todavía demasiado tierno para poder ser una alternativa real al número 1. ¿Schwartzmann? Es muy bueno y muy esforzado, pero sin llegar al 1.80 Nadal se lo puede merendar. ¿Fognini? le robó un set en Roma, se deshinchó después. ¿Del Potro? Siempre fue muy bueno, pero ni la movilidad ni la muñeca acompañan para tan alta distinción. ¿Djokovic, Thiem o Zverev? Caminan por el lado opuesto del cuadro, así que como mucho llegará uno. Son los más cercanos a poder hacerle daño, pero no falta dudas sobre ellos tampoco. El serbio no ha terminado de volver; Thiem le ganó en Madrid pero juega demasiado y llega cansado; Zverev no sabe jugar a cinco sets, como está demostrando sobradamente en Roland Garros, donde cualquiera parece poder hacerle un roto.

Y así transcurre la vida en Roland Garros, empezaron el torneo 127 aspirantes y un candidato real, los primeros van poco a poco perdiendo posiciones, el otro, el que es más favorito que la combinación de todos sus rivales, ni se despeina para someter a lo que le aparece al otro lado de la red. Y, recuerden, su entrenador dice que ni siquiera ha dado su mejor versión todavía.

Rafa Nadal ha llegado a ese punto en el que apostar por su derrota en París es como apostar por el "no" de los novios en la boda. Es una posibilidad teórica, pero tiene más de opción irreal que de algo que pueda realmente ocurrir. Con Gasquet, la última víctima, ni siquiera necesita estar en tierra batida, Nadal le gana hasta intentando coger el metro, es quizá el jugador al que más tiene comida la moral en el circuito, y eso es bastante decir. Esta vez 6-3, 6-2 y 6-2. Gasquet, además, maquilló la paliza, en todos los parciales logró agarrarse al final hasta conseguir un resultado algo más digno.

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