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"Vosotros (el público) me ponéis nervioso": Federer llora como el primer día
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"Vosotros (el público) me ponéis nervioso": Federer llora como el primer día

"Vosotros me hacéis entrenar, vosotros llenáis estadios. Solo os quería dar las gracias por todo", dijo Federer a los aficionados tras ganar la final del Open de Australia a Marin Cilic

Foto: Roger Federer recogió entre lágrimas el trofeo de campeón del Open de Australia. (Reuters)
Roger Federer recogió entre lágrimas el trofeo de campeón del Open de Australia. (Reuters)

"Estoy muy feliz, es increíble", empezaba Roger Federer, con la voz entrecortada y visiblemente emocionado, su discurso tras ganar su sexto Open de Australia. “Ha sido un día muy largo esperando la final. Es más fácil cuando se juega por la tarde. Duermes, sales ahí, juegas y das lo mejor de ti. Eso es todo. Cuando es de noche piensas en el partido durante todo el día. Es duro. Estoy feliz de que se haya acabado”. El jugador suizo estaba empezando a soltar todas las emociones y tensión acumuladas durante el torneo. “He tenido esos momentos antes, pero quizá nunca tan extremos como esta noche”, explicó después en rueda de prensa.

Pasión, humildad, ambición, hambre y 36 años. Todo ello se pudo ver reflejado en Federer este domingo tras lograr su 20º 'Grand Slam', y después de vencer por 6-2, 6-7 (5), 6-3, 3-6 y 6-1 a Marin Cilic en tres horas y tres minutos. Una “montaña rusa de partido”, según definió el propio jugador.

“Ganar es un sueño hecho realidad. El cuento de hadas continúa para vosotros, para mí. Después del gran año que tuve el año pasado, es increíble”, continuó Federer su discurso hasta tener que separarse del micrófono. Respiró unos segundos y dio un paso al frente para volver a hablar. Cambió de tema y las gracias a Marin Cilic, además de la enhorabuena por alcanzar el número tres del ranking. Prosiguió con palabras de agradecimiento a Australia y la organización y miembros del torneo.

placeholder Es la segunda vez en su carrera que Federer revalida el título del Open de Australia. (EFE)
Es la segunda vez en su carrera que Federer revalida el título del Open de Australia. (EFE)

“Os quiero”

“Vosotros me ponéis nervioso”, dijo en referencia al público. “Vosotros me hacéis entrenar, vosotros llenáis estadios. Solo os quería dar las gracias por todo”. Realizó un pequeño parón y siguió. “No sería lo mismo sin vosotros. Gracias. Os quiero”. Pero le estaba costando más que de costumbre dar un discurso que ya ha tenido que ofrecer en veinte ocasiones como ganador de un 'grande'. Dio la enhorabuena al equipo de Cilic, pero no podía hablar más de cinco segundos seguidos. Sacó la lengua, se dijo algo para sí mismo, resopló, sonrió y concluyó viendo que no podía más. “Y a mi equipo, os quiero”, dijo rápidamente antes de prácticamente romper a llorar. Federer tenía palabras de agradecimiento hacia mucha gente, probablemente hubiera querido dedicarles más tiempo, pero no pudo esta vez.

Comenzó entonces alrededor de un minuto de aplausos al suizo, que aparecía alternamente en las pantallas gigantes del estadio. También se pudo ver a su entrenador, Ivan Ljubičić, derramando alguna lágrima, a su madre y a su padre emocionados; a Mirka, su esposa, aplaudiendo con una sonrisa; y a Rod Laver grabando a Roger Federer llorando. “Ni siquiera lo vi”, confesó Federer.

Su noche prosiguió yendo de una entrevista a otra, con su trofeo bajo los brazos, y pasando por el pasillo de los campeones. “No fue tan profundo como tú lo pintas”, respondió entre risas al periodista. “Estaba asegurándome de que tenía suficiente fuerza en mis bíceps, que no son muy grandes, para llevar a este chico (el trofeo). Fue muy especial pasar por la foto de Stefan Edberg (extenista sueco y su exentrenador)”, reconoció.

placeholder Federer felicitó a Cilic, número 3 del mundo a partir de este lunes. (EFE)
Federer felicitó a Cilic, número 3 del mundo a partir de este lunes. (EFE)

"No me canso de estos momentos"

Del Rod Laver Arena se fue al estadio contiguo, el Margaret Court. Veinte títulos, seis Open de Australia. "¿Cómo puedes seguir?", le preguntaron. “¿A quién le importa esa parte?”, respondió Roger Federer. “Esto va sobre ganar, pasarlo bien, veros celebrarlo. Todos trabajamos duro, no solo yo. Todos nos sacrificamos pasando mucho tiempo fuera de casa. Pero esto es para lo que vives, con suerte, un día vivirás este momento. He pasado por muchos, pero no me canso de ellos. Gracias por apoyarme allá donde estéis en el mundo”, dijo a los aficionados que todavía quedaban allí.

Le preguntaron entonces, por primera vez, acerca de la emoción vivida hacía unos minutos. “Estuve pensando en el resultado durante todo el día, durante el primero, durante el segundo, durante el tercero, el cuarto… cómo me sentiré si gano, cómo me sentiré si pierdo. No pude parar. Estoy muy emocional, lo siento”, respondió. Más tarde explicó que todo el torneo había pasado muy rápido, incluso las semifinales, con el abandono de Hyeon Chung. No fue tan duro como el 2016 frente a Nishikori o Wawrinka. “Estoy muy aliviado y feliz. Estoy contento de que pueda mostrar mis emociones y compartirlas con la gente. Si me he emocionado es porque había un montón de gente. Sin fans en el estadio no me emocionaría. Esto es por ellos también”, reconoció Federer.

placeholder Roger Federer agradeció el apoyo de su mujer, Mirka. Sin ella, dijo, nada de lo que hace sería posible. (Reuters)
Roger Federer agradeció el apoyo de su mujer, Mirka. Sin ella, dijo, nada de lo que hace sería posible. (Reuters)

Y por último, el plan de la noche. “No es ni siquiera tarde todavía, el año pasado era tarde, me sentía cansado, pero la noche es joven”, dijo mirando el reloj. “Haremos una gran celebración, tengo muchos amigos aquí, también mi equipo y lo pasaremos bien. Estoy deseando que llegue”. Un rato después, hablaba con el canal '7tennis' y parecía tener algo más claro. “Estoy seguro de que alguien está organizando algo, quizá en el mismo sitio del año pasado, fue privado, estuvo bien. Tenemos un 'dj', podemos hacer el tonto toda la noche, la noche es joven todavía, son solo las doce menos cuarto”, dijo.

Inmediatamente, más entrevistas y, por el camino, una llamada del presidente de Suiza, Alain Berset, y una foto con la presidenta del tenis australiano, Jayne Hrdlicka, quien le dio un trofeo más al suizo, conmemorando los 20 ‘Grand Slams’ conquistados. Y la mejor parte, miles de aficionados todavía esperando en Melbourne Park para saludar al campeón.

"Pensé que ya estaba"

“Creo que no jugando demasiado, no jugando cada torneo que puedo. Disfrutar de los entrenamientos. Sin preocuparnos por los viajes”, explicó posteriormente el suizo en su última parada en sala de prensa, con más de 100 periodistas atentos. “Tengo un equipo genial alrededor que hace esto posible. Ver a mis padres increíblemente orgullosos y felices de lo aún estoy haciendo. Y por supuesto, mi mujer. Sin su apoyo no estaría jugando al tenis desde hace años. Tuvimos una conversación abierta, si ella era feliz haciendo esto o no. Esta vida no funcionaría si ella dijera que no”.

Finalmente, explicó el punto final del partido. “Pensé que ya estaba”, reconoció. Federer estaba celebrando el partido, el Open de Australia, pero Marin Cilic había pedido el ojo del halcón. “No sé qué pasó, la gente empezó a aplaudir. Entonces fue como, ¿el partido ha acabado? ¿Estoy equivocado? ¿Lo he celebrado muy pronto? Casi tuve que mirar el resultado. No sé qué pasó después”. “¿Has pedido el ‘challenge’?”, le preguntó a Cilic. “Oh, no. ¿Fue fuera de verdad? Parecía buena”, relató el jugador suizo. “Pero, por supuesto, él tenía que pedir el ‘challenge’. Imagina que tú pierdes un partido por ser tan educado de no pedirlo”. El público lo celebró y Federer levantó los brazos de nuevo al cielo. “Fue como una segunda celebración”.

Se sentó en la silla y comenzó a celebrarlo otra vez. Volvió a levantar los puños al cielo. La grada le acompañó. Aplaudió y gritó. Esta vez sí, ya lo tenía. No era su primera vez, allá por 2003, en su primer Wimbledon, cuando también acabó emocionado. Era su vigésimo ‘Grand Slam’.

"Estoy muy feliz, es increíble", empezaba Roger Federer, con la voz entrecortada y visiblemente emocionado, su discurso tras ganar su sexto Open de Australia. “Ha sido un día muy largo esperando la final. Es más fácil cuando se juega por la tarde. Duermes, sales ahí, juegas y das lo mejor de ti. Eso es todo. Cuando es de noche piensas en el partido durante todo el día. Es duro. Estoy feliz de que se haya acabado”. El jugador suizo estaba empezando a soltar todas las emociones y tensión acumuladas durante el torneo. “He tenido esos momentos antes, pero quizá nunca tan extremos como esta noche”, explicó después en rueda de prensa.

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