"Realmente prefiero no hablar" o cuando Verdasco se perdió entre el ruido

Jaleo, vaivén de personas, cánticos y mucho ruido (para ser un partido de tenis). El encuentro de segunda ronda en el Open de Australia entre Fernando Verdasco y Maximilian Marterer no estaba siendo precisamente silencioso. Especialmente, un grupo de aficionados alemanes situados en una de las esquinas de las gradas que alentaron más de la cuenta en los momentos previos de algunos saques. Verdasco habló con la juez de silla por enésima vez (siempre educadamente), enfadado tras el alboroto continuo que hubo en el partido.

Esta vez, una persona entre el público se entrometió en la conversación y el tenista español contestó en voz alta y enfadado: “No quiero hablar, realmente prefiero no hablar”. Y eso hizo. No habló más de la cuenta porque sabía quién sería el mayor perjudicado. Pero en el quinto set y con los nervios a flor de piel, Verdasco se salió del partido solo por unos minutos. Tiempo suficiente para perder el encuentro. Recuperaría gran parte de su nivel de juego, pero el daño estaba hecho. El tenista de 34 años no fue capaz de remontar otra vez y cayó por 6-4, 4-6, 7-6, 3-6 y 6-3 ante Marterer.

De la victoria a la derrota en segundos

“Por favor paren de pasar a la pista y permanezcan en las escaleras. Esperen dos juegos más”, pidió con amabilidad la juez de silla. La pista número ocho del recinto de Melbourne se fue poco a poco llenando. En la última hora, con el campo prácticamente lleno y coincidiendo con el comienzo del partido de Roger Federer, muchos aficionados se mudaron de pista, a la vez que otros entraron. Durante gran parte del encuentro, el público no paró de entrar y salir de la pista. Verdasco se cansó. Le tocaba sacar pero se volvió a su sitio y se sentó debido al ruido. Estaba desconcentrado. Minutos antes el madrileño acabada de perder una oportunidad de oro para llevarse el encuentro.

Fueron unos segundos durante los cuales el español estaba más cerca de ganar que de perder. Era el comienzo del quinto set. 15-30 en el primer juego y Verdasco anotó una volea tras un magnífico punto. Eran dos bolas de break. Marterer solicitó el ‘ojo de halcón’ y, sorprendentemente, la pelota no había entrado (el público y el juez de silla habían cantado el punto, que incluso se instauró en el marcador por unos segundos). El tenista español, atónito, pidió explicaciones a la juez de silla. Verdasco terminó perdiendo el juego y, sobre todo, una gran oportunidad.

Un peldaño por debajo

Muchos aciertos y fallos durante casi tres horas y media de partido, pero, sobre todo, mucha tensión para goce del público. Marterer, número 94 del mundo, no jugó como tal. El alemán tiene 22 años y todo un largo camino por delante. Un buen saque, ayudado por su 1’91 metros, y una buena derecha por pulir. Cometió hasta 40 errores no forzados, pero aguantó peloteos largos a pesar de su altura y mantuvo el tipo en los momentos de mayor presión. Merecida victoria facilitada por las 69 bolas falladas de Verdasco.

El español, agresivo como de costumbre, logró hasta 58 puntos ganadores, pero su derecha no tuvo tanta precisión como la tuviera en su victoria frente a Roberto Bautista, donde cometió 29 errores no forzados (en tres sets). Hubo pocas roturas de ‘break’, solo dos para cada uno, debido a los potentes servicios. A 221km/hora llegó a sacar Verdasco, que sumó 15 saques directos, y a 212 km/hora Marterer, que logró 16 ‘aces’.

El juego y confianza logrados el pasado martes no los alcanzó el tenista español en esta ocasión. A pesar de jugar un peldaño por debajo de ese nivel, quizá al madrileño le hubiera bastado para ganar. O sin la tensión extra de primeros minutos del quinto set. Pero así es el tenis. Además, en tercera se hubiera encontrado un cuadro más fácil de lo previsto tras la eliminación de Stan Wawrinka, quien perdió ante Tennys Sandgren, el próximo rival del alemán Marterer. Los favoritos perdieron esta vez, y el ‘jugoso’ Wawrinka – Verdasco no se verá Melbourne este año.