Pablo Carreño barre a Schwartzman y se cuela en las semifinales del US Open

¡Fantástico! Pablo Carreño se impuso a Diego Schwartzman (6-4, 6-4 y 6-2) y se cuela en las semifinales del US Open. Espectacular el encuentro del español, sólido de principio y sin dar apenas opciones a su rival. "No soy un fuera de serie, un crack", decía un día antes del partido, pero dejando claro que "he trabajado mucho" para llegar a este punto. Y se notó en la pista, contundente en todo momento, sin que su rival pudiera hacer nada en ningún momento.

El asturiano, de 26 años de edad, ha alcanzado sin lugar a dudas la madurez. Durante estos días, en Estados Unidos, ha mantenido una tremenda regularidad. Fue golpeando poco a poco a Schwartzman, rompiendo el servicio al argentino cuando tocó, en momentos clave. Nunca vaciló, nunca tuvo vértigo Carreño, que en el último set mostró una seguridad superlativa. En una hora y 58 minutos despachó a su oponente.

Duodécimo cabeza de serie, el juego de Pablo Carreño ha sido tremendamente efectivo desde el primer día. No ha cedido ni un solo set, prueba más evidente de ello. Ha ido acumulando experiencia poco a poco y diferentes tropiezos, como él mismo ha subrayado, le han ayudado a crecer poco a poco y saber afrontar con más seguridad los momentos clave.

"La sensación es increíble", relató el tenista español a pie de pista. "Es algo que siempre he soñado pero a donde nunca pensé que podría llegar", admitió el tenista de 26 años, quien expresó su agradecimiento al público y a su equipo.

Vencedor en los tres sets, Carreño aseguró que había sido un "muy buen partido" contra Schwartzman, a quien consideró un "luchador" contra el que ha estado "concentrado" y "agresivo" para "dominar todos los puntos".

En cuanto a una posible final frente al también español Rafael Nadal, Carreño destacó que sería "fantástico", pero recordó que hay que ir "paso a paso" y, además de que el mallorquín tiene por delante el partido de cuartos, ambos habrían de superar la penúltima ronda.

El asturiano, de esta manera, da continuidad a su excelente estado de forma y confirma que solo una lesión —a que le frenó en seco en Roland Garros— pudo detener su gran temporada. Ambos tenistas buscaban romper su techo en los 'Grand Slams', en un encuentro inédito que abría la jornada en la Arthur Ashe. Carreño, que ya alcanzó los cuartos en París, no se dejó intimidar por el escenario, y salió muy centrado desde el primer juego. Todo lo contrario que el porteño, cuyo desconcierto en los primeros compases le costó un 5-2 de inicio.

Sin rastro de las molestias abdominales que amenazaban su presencia en los cuartos, Schwartzman consiguió entrar en el partido y recuperar una de las roturas iniciales. No obstante, el español mantuvo la cabeza fría y mostró gran determinación para cerrar por 6-4 la primera manga.

A pesar de que el partido se igualó en el segundo parcial, Carreño mantuvo el dominio sobre Schwartzman, muy perjudicado por la debilidad de sus segundos servicios. Con 4-3 abajo en el marcador y el argentino en su mejor momento, el gijonés salvó tres bolas de ruptura para a continuación quebrar el saque del 'peque' y apuntarse el segundo set con su servicio.

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La tercera manga fue prácticamente un calco de las dos anteriores, al menos en su primer tramo. Carreño dominaba desde el fondo y Schwartzman, a pesar de su admirable actitud, estaba lejos de su mejor versión. Los 35 errores no forzados del argentino contrastaban con los 30 golpes ganadores del español, y solo fue cuestión de tiempo que Carreño sellase su pase a las seminales del último 'major' de la temporada.