Carlos Moyá y el miedo que suscita Nadal: "En el vestuario se vuelve a respetar a Rafa"
El entrenador del mallorquín reflexiona desde Roland Garros sobre la autoridad recobrada en el circuito y las expectativas de victoria en el torneo parisino
Con cautela, conocimiento de causa y sentido de la responsabilidad. La presencia de Carlos Moyá (Palma de Mallorca, España; 1976) en la zona de jugadores de Roland Garros ilustra el método de Rafael Nadal en el Grand Slam parisino: un trabajo de equipo, desarrollado desde la normalidad del día a día, con el progreso personal como principal objetivo. En pleno ecuador del torneo, y mientras ultima la preparación hacia las rondas decisivas, el antiguo número 1 mundial atiende a El Confidencial para valorar la figura del campeón de 14 grandes. Unas reflexiones sobre el esfuerzo por recuperar, tres años después, la corona más especial en la trayectoria del jugador de Manacor.
Las cosas no van mal.
Rafa ha empezado muy bien el torneo y la temporada esta yendo de maravilla. No es habitual decirlo, pero no cambiaría nada de lo que se ha hecho hasta ahora. Se trata de intentar seguir en esta ola de nivel de juego y de estado físico.
¿Qué se le puede enseñar a alguien a quien conoce tanto?
Creo que no es enseñar. ¡No se le puede enseñar nada a alguien que ha ganado 14 Grand Slams! Se trata de evolucionar y de agregar pequeñas cosas, todo hablado con el cuerpo técnico. Cuando vienes de fuera llegas con ganas, con cosas frescas. Cuando pasa el tiempo uno puede ir olvidando algunas cosas. Hasta ahora estamos trabajando bien.
Antes de Roland Garros, Toni Nadal definió el talento como la capacidad de aprender, sufrir y entender lo que uno hace. ¿Qué es el talento para usted?
Es difícil de definir el talento con exactitud. A veces se confunde talento con estética, con facilidad. Rafa tiene mucha facilidad para hacer muchas cosas bien, pero el talento es algo que no está descrito en tenis. Es complicado, pero sí Rafa tiene talento, lo tiene y mucho.
¡No se le puede enseñar nada a alguien que ha ganado 14 Grand Slams! Se trata de evolucionar y de agregar pequeñas cosas
¿En qué sentido?
Rafa tiene algo que sólo se da en los mayores competidores: la humildad para reconocer que tiene que evolucionar si quiere seguir ganando, saber cómo debe esforzarse cuando ya no tiene 20 años. Lograr todo esto forma parte de la manera de ser que tiene él. Esto es un grandísimo talento: ser humilde para ver esas cosas cuando estás ganando, mientras estás creciendo. Si quieres seguir ganando, esto es clave.
¿Qué mueve a alguien que ha logrado tanto?
Tener los pies en el suelo. Algo común a todos los grandes es el hambre. Ser capaz de mantener las ganas y la motivación es de las cosas más complicadas que hay en el deporte. Tanto cuando no vences como después de mucho éxito. Es muy difícil pero fundamental si quieres estar arriba mucho tiempo.
Usted sabe realmente lo que cuesta pelear un torneo como éste. ¿Qué es buscar un 10º título de Roland Garros?
Es algo nunca visto y creo que nunca se va a repetir algo similar.
Rafa cumplió 31 años días atrás. En qué ha cambio ese adolescente que le admiraba a usted.
Ha dejado de ser un chaval y se ha convertido en un hombre. En el fondo es cierto que sigue siendo un niño, pero va siendo consciente de muchas cosas. Tener los pies en el suelo le ayuda a ver cómo funciona todo. Es clave en una persona que se ha ganado la posición que él tiene.
Ha visto detalles nuevos en su juego desde que trabajan juntos.
Veo cosas diferentes a las que veía cuando estaba fuera del equipo. Cuando uno está en convivencia día a día, pasa muchas horas en la distancia corta y observa muchas cosas que antes se escapaban. Hay detalles que uno pensaba que eran de una forma y ve que, en realidad, son de otra diferente. Nada negativo, ni mucho menos.
¿Por ejemplo?
En líneas generales sabía cómo era Rafa. Hay pequeñas rutinas que vas viendo mientras las vas conociendo.
Cualquier novedad tiende a magnificarse. ¿Se exagera el ‘efecto Moyà’?
Se tiende a buscar explicaciones a muchas cosas. Primero, hay muchas cosas que no la tienen. Segundo, la respuesta suele ser mucho más simple de lo que la gente piensa. En el caso de Rafa, tiene un hambre, muestra unas ganas, mantiene una implicación que yo he visto a muy pocas personas. Ésa es la clave. Se esfuerza por mantenerse sano siendo ya uno de los mejores de la historia, se empeña en hacer un buen trabajo como ninguno. Al final, los resultados más pronto que tarde tienen que salir. Un jugador de ese calibre no se olvida de jugar a tenis. Ésa es la explicación más sincera que puedo encontrar.
En este Roland Garros se ha avivado el debate sobre el tiempo reglamentario entre punto y punto.
Es algo que sucedió en la pista y ahí debe quedar.
Sin enfocar la acción de Rafa, sino hablando del planeamiento general en el deporte.
Mi opinión es que cada contexto es distinto y hay que saber ver qué tipo de punto ha sido, en qué momento del encuentro sucede, el motivo del jugador para retrasarse en un momento dado. Ese tipo de lances deben quedar en la pista.
Rafa tiene hambre, muestra ganas, mantiene una implicación que yo he visto a muy pocas personas. Ésa es la clave
Pablo Carreño habló del conformismo inconsciente que pueda generar Rafa ante sus rivales en Roland Garros antes de enfrentarlo. Una sensación que ha cultivado Nadal con su esfuerzo.
En cierto modo lo vemos así. Creo que es una de las cosas que se han recuperado para este año. En otros tiempos los rivales entraban a la pista pensando que tenían sus opciones, mientras que hace 5-8 años los rivales podían salir a jugar bajo un conformismo, con dudas en su espíritu de lucha o, a medida que se complicaba el partido, dejar de pelear al 100%. Esto es una ventaja psicológica que no aparece por casualidad, sino haciendo muy bien el trabajo durante mucho tiempo. Es algo que está apareciendo de nuevo y es algo que queríamos recuperar a marchas forzadas. Rafa está en el camino de recuperarlo del todo.
¿Ese respeto se palpa al caminar por el vestuario?
Se ve en los comentarios de la gente. Hay personas que vienen y te lo dicen. Lo percibes en cómo ven los partidos. Es algo que se palpa. Creo que él no es tan consciente de esto, y entre nosotros no hablamos de ello en absoluto. Pero la sensación es que ese respeto ha vuelto. Era algo fundamental.
¿Es la mayor diferencia de nivel que recuerda entre Nadal y sus rivales en Roland Garros?
No he vivido los anteriores tan de cerca como éste. Si vemos el camino que ha tenido hasta los cuartos de final, el poco tiempo que ha pasado en pista para llegar hasta aquí, es cierto que es un torneo casi perfecto. Sobre todo, además del marcador, la sensación de que está jugando a un nivel realmente alto. No sabría recordar sus mejores años aquí, allá por 2008, pero sí es verdad que está marcando mucha diferencia. Al rival se le está haciendo una montaña el jugar con Rafa.
Con todo, nosotros somos plenamente conscientes de que un mal día te manda para casa. Intentamos mantener los pies en el suelo, eso sobre cualquier cosa, tomarnos el torneo partido a partido, y todo lo que esté en nuestra mano tenerlo 100% controlado. Sabemos que las circunstancias pueden cambiar.
¿Quién puede aprovechar un mal día?
Hay jugadores que en un momento dado pueden hacerle daño. Djokovic, Murray, Wawrinka, Thiem,… No hablamos sólo de uno, y todos siguen en el torneo. Luego, en el circuito, hay cada vez más jugadores que van apareciendo y que te pueden complicar la vida.
¿En este Roland Garros incluido?
Sin ninguna duda.
¿Qué tipo de persona convierte la situación de 2016 (retirada por lesión en la muñeca) en el escenario de 2017 (aspirante a todo)?
Una persona que tiene la capacidad de estar motivada simplemente en su trabajo diario, esto lo he vivido y sé que no es algo en absoluto sencillo. Obviamente las victorias tienen que llegar. Para llegar al estado en que él se encuentra actualmente tienen mucho que ver las victorias que ha ido logrando este año. Uno puede entrenar al 100%, uno se puede preocupar de alimentarse correctamente y cuidar cada detalle, pero si las victorias no llegan te falta ese 10-20% para llegar a ese 100% de tu potencial. Para mí, Rafa desde Australia ha ido subiendo su nivel hasta llegar al momento actual. Está jugando el mejor tenis de todo el año.
Con cautela, conocimiento de causa y sentido de la responsabilidad. La presencia de Carlos Moyá (Palma de Mallorca, España; 1976) en la zona de jugadores de Roland Garros ilustra el método de Rafael Nadal en el Grand Slam parisino: un trabajo de equipo, desarrollado desde la normalidad del día a día, con el progreso personal como principal objetivo. En pleno ecuador del torneo, y mientras ultima la preparación hacia las rondas decisivas, el antiguo número 1 mundial atiende a El Confidencial para valorar la figura del campeón de 14 grandes. Unas reflexiones sobre el esfuerzo por recuperar, tres años después, la corona más especial en la trayectoria del jugador de Manacor.