El cariñoso gesto de Del Potro a un Almagro entre lágrimas tras lesionarse de nuevo
Pocos jugadores entienden mejor lo que supone un problema físico como el argentino, cuya carrera se ha visto siempre mediatizada por el dolor. El murciano vuelve a tener problemas de rodilla
La escena aún está presenta en la memoria, pues no ha pasado ni un mes. Nicolás Almagro cae al suelo lesionado, la rodilla le ha crujido en Roland Garros, como le pasó en Roma contra Nadal. y yace en el suelo entre dolores. Al otro lado de la red está Juan Martín del Potro, que entiende perfectamente la gravedad de la situación.
Juan Martin del Potro remains a very good dude. #RG17 pic.twitter.com/7xPvoz0dyA
— Ben Rothenberg (@BenRothenberg) 1 de junio de 2017
Es más, es improbable que haya otro jugador que tenga tan claro lo importante que es que el físico te respete. El argentino iba para estrella, estaba llamado a ser un grande, pero sus muñecas le redujeron a alguna buena racha entre meses de dolores y operaciones. Llegó a decir que no contrataba un entrenador porque no quería hacer perder el tiempo a nadie, tuvo que cambiar sus golpes para dañar menos sus articulaciones.
Te deseo una pronta recuperación, @NicoAlmagro. Imagino lo que sentís. Fuerza. pic.twitter.com/I2HuYkx5I9
— Juan M. del Potro (@delpotrojuan) 1 de junio de 2017
En ese contexto se entiende mejor su reacción, cálida, cercana, casi de amigo. Almagro está tirado en el suelo, llora desconsolado, y el argentino es el primero en aparecer en la escena. Se pone en cuclillas, le toca el abdomen con la mano, le dice algo ininteligible desde fuera. No se ausenta ni un segundo del lugar, no le importa que lleguen el juez de silla o los recogepelotas. Él le acompaña hasta la silla y, cuando llegan, se funde en un abrazo con él. Le acaricia la cabeza trata de consolarle. Espera, como todos, que no sea nada.
La escena aún está presenta en la memoria, pues no ha pasado ni un mes. Nicolás Almagro cae al suelo lesionado, la rodilla le ha crujido en Roland Garros, como le pasó en Roma contra Nadal. y yace en el suelo entre dolores. Al otro lado de la red está Juan Martín del Potro, que entiende perfectamente la gravedad de la situación.