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Nadal no deja un respiro a Haase y ya está en tercera ronda de Roland Garros
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se impuso por 6-1, 6-4 y 6-3

Nadal no deja un respiro a Haase y ya está en tercera ronda de Roland Garros

El jugador español venció con facilidad su segundo encuentro en la arena parisina contra el holandés. Busca en este torneo su décimo entorchado en el segundo grande del año

Foto: Nadal, en primera ronda. (Reuters)
Nadal, en primera ronda. (Reuters)

Pisa fuerte Rafa Nadal, aunque es cierto que la estrella busca rival para empezar a emplearse. Los dos primeros partidos han sido un sembrado de rosas para el español, el principal candidato para reinar en París el domingo 11 de este mes. No es nueva esa sensación, hablamos de un hombre que tiene en Roland Garros el lugar soñado, un paraje en el que se da la simbiosis perfecta entre su juego y las circunstancias.

Robin Haase es un jugador normal, uno de tantos en el circuito. Ni siquiera es especialista en tierra, o zurdo, alguna de esas cosas que obligan a pensar un poco más a Nadal. Sabía perfectamente a lo que se atenía, al diluvio de siempre, a esa concentración tremenda que tiene el español que combina los golpes más letales, el movimiento perpetuo y la defensa más aguda. Nadie juega como Nadal en tierra, ni ahora ni nunca.

Hay que recordar que solo en dos ocasiones el balear ha caído derrotado en esas pistas. Djokovic y Soderling, el segundo aprovechando dolores en la rodilla de la estrella. Ver perder a Nadal en Paris es casi tan infrecuente como presenciar el paso de un cometa por el firmamento.

Es normal que se aasí, cuando Nadal está a tope, y ahora sin duda lo está, es un vendaval incomparable. Es capaz de abrir huecos tanto con la derecha como con el revés, no saca muy bien, pero siempre fue inteligente con el servicio. Si tiene que ir a la red va y no suele fallar en su decisión y tiene unas piernas casi perfectas que le acercan siempre al tener en la mano el mejor golpe posible.

Lo que queda es la desesperación del oponente, incapaz de seguir el ritmo infernal que propone el nueve veces campeón de este torneo. Al final del encuentro, con Haase completamente derrotado y algo confundido, la grada de la Philippe Chatrier le ovaciona. Son un público entendido, pero no se queda ahí la cosa, es casi ya una cuestión de cariño. Son años y años viendo el mismo espectáculo en directo, ese jugador capaz de someter a cualquiera que se le ponga delante con una capacidad pasmosa.

El torneo está empezando, Nadal no duda. Era el máximo favorito antes de empezar la semana y nada de lo que se ha visto sobre la arcilla de París lleva a contradecir esa sensación. La aspiración es la décima, que huelga decir nadie consiguió antes. Normal, nunca antes hubo otro como él.

Pisa fuerte Rafa Nadal, aunque es cierto que la estrella busca rival para empezar a emplearse. Los dos primeros partidos han sido un sembrado de rosas para el español, el principal candidato para reinar en París el domingo 11 de este mes. No es nueva esa sensación, hablamos de un hombre que tiene en Roland Garros el lugar soñado, un paraje en el que se da la simbiosis perfecta entre su juego y las circunstancias.

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