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Garbiñe Muguruza se tranquiliza a tiempo para pasar a tercera ronda
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se impuso en tres sets a anett kontaveit

Garbiñe Muguruza se tranquiliza a tiempo para pasar a tercera ronda

Se vio un set abajo y con 3-1 en contra en el segundo parcial, pero sacó su mejor juego para imponerse en la central de Roland Garros. Este año está mucho más fuerte en el parcial decisivo

Foto: Garbiñe Muguruza. (Reuters)
Garbiñe Muguruza. (Reuters)

Garbiñe Muguruza sobrevive una ronda más en París. Hubo momentos en el partido contra Anett Kontaveit en los que se anunciaban las trompetas del apocalipsis, tan frecuentes en la española. Perdió el primer set, se vio por debajo en el segundo. No estaba jugando mal, pero en algunos puntos flaqueaba. Como ese del 'tie break' en el que con toda la pista para ella mandó la bola al pasillo de dobles. Cosas de Garbiñe.

Lo cierto es que Muguruza está jugando bien. Se la ve cómoda en Roland Garros, un torneo del que es campeona. Hay momentos en los que su juego es desbordante, con una elegancia solo reservada para las elegidas y una capacidad para abrir huecos como muy pocas jugadoras tienen. El problema, ya se sabe, es que eso aparece solo a veces, en ocasiones vuelven los fantasmas, se amontonan en la pista y empieza a parecer más crispada de lo que debería.

Muguruza ganó en el tercer set, y eso es un síntoma de lo más positivo. Esta temporada ha demostrado en varias ocasiones una gran capacidad para sacar fuerzas de flaqueza en los últimos parciales del encuentro. Antes era una jugadora más débil, incapaz de sobrevivir a sus nervios cuando el partido se alargaba. Este año, y como evolución propia en una jugadora de su edad, se ha dado cuenta de que empezar el partido perdiendo, como le sucedió con Kontaveit, no significa necesariamente tener que ceder.

La estonia, por cierto, que demostró ser una jugadora para pensar en el futuro. Sobre todo por sus piernas, capaces de transportarla siempre al lugar en el que pegar el siguiente golpe es más cómodo. Tiene también una buena derecha, es una jugadora completa y con clase. Tuvo el partido en su mano, pero se le escapó de las manos. Como le pasa a Muguruza, ella también tiene fallos inexplicables, momentos en los que parece perder la consciencia. Pensar demasiado, que no siempre es bueno.

La defensora del título sigue en pie. Tan abierto está el cuadro femenino que bien puede perder cada partido tanto como terminar llevándose la copa de nuevo a casa. Ella se sabe el camino y nadie duda que tiene el talento suficiente para desbordar a cualquiera. Ahora bien, una cosa es decirlo y otra no tirarlo por la borda. Que esa también es Garbiñe.

Garbiñe Muguruza sobrevive una ronda más en París. Hubo momentos en el partido contra Anett Kontaveit en los que se anunciaban las trompetas del apocalipsis, tan frecuentes en la española. Perdió el primer set, se vio por debajo en el segundo. No estaba jugando mal, pero en algunos puntos flaqueaba. Como ese del 'tie break' en el que con toda la pista para ella mandó la bola al pasillo de dobles. Cosas de Garbiñe.

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