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La vida sin Serena Williams: "Cuando juega siempre es favorita, sin ella está más abierto"
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ganó en australia embarazada de diez semanas

La vida sin Serena Williams: "Cuando juega siempre es favorita, sin ella está más abierto"

La jugadora anunció recientemente que estará retirada de las pistas por un embarazo. Kerber, Pliskova, Kuznetsova, Carla Suárez y Konta hablan de su significado para el circuito

Foto: Serena Williams, en el Abierto de Australia. (EFE)
Serena Williams, en el Abierto de Australia. (EFE)

Miente quien diga que era una más. Serena Williams no lo es y nunca lo fue. Desde que irrumpió en el circuito se dedicó a jugar al tenis como ninguna y, también, a ir a su aire más que el resto. Poco tiene que ver su pasado con el de sus compañeras y, desde luego, su historial es muy superior al de cualquiera. Solo Serena sabe lo que es ser Serena. La última machada de la gran estrella es haber ganado el Abierto de Australia embarazada de diez semanas. Algo que en cualquier otra jugadora no hubiese sido siquiera una opción ella lo consiguió con naturalidad. Ahora, eso sí, está de baja. Por eso no estará en Madrid. Y eso, en buena lógica, cambia la fisionomía de todo el circuito femenino.

"Es una enorme pérdida para la WTA que no esté durante unos meses, pero ella ha dicho que volverá y eso es una gran noticia", analiza Svetlana Kuznetsova, novena en el ranking mundial y ganadora de dos Grand Slam. "Además, eso también da nuevas historias al tenis, ahora se habla de embarazos, de ser madre y es algo diferente y bueno", abunda la rusa en su respuesta. Y es cierto, el embarazo de Serena es una enorme novedad en el tenis, que no acostumbra a que una jugadora pare de repente su carrera para quedarse embarazada. En eso también es diferente Williams.

Lo que pasa es que, como Serena es tan especial, su ausencia también tiene matices que en otros casos no se darían. Para empezar, y como más importante, que ella ya de por sí no juega mucho en el circuito. Selecciona sus apariciones, va siempre a los Grand Slam y tiende a saltarse otros eventos, lo cual es convenientemente aprovechado por sus rivales, que saben que la vida es más fácil sin Williams. "Nunca ha jugado todo el circuito, pero cuando estaba normalmente ganaba. En mi opinión la cosa sigue igual para el resto, tenemos que pensar en jugar y ganar a otras muchas grandes jugadoras", explica Kuznetsova.

Karolina Pliskova es una de esas jugadoras que ahora aspira a ser número 1. Juega mucho al tenis, aunque la tierra se le resiste un poco. La checa puede decir que le ganó en una semifinal de Grand Slam, lo cual es de por sí un hito. En su caso, prefiere no pensar que el embarazo de Serena cambia las cosas. "Ella es una gran campeona, pero hay muchas chicas jóvenes subiendo en el circuito y acercándose a las mejores, hay gente con muchas ganas", explica para decir que, en realidad, la vida sigue igual y ganar aún es muy complicado. Para concluir su argumento recuerda que vuelve a las pistas Maria Sharapova y que a su compatriota Kvitova, otra de las grandes tenistas del circuito, no le queda mucho para reaparecer.

"Ya antes renunciaba a torneos"

"Serena en todos estos años pasados ya renunciaba a una serie de torneos, para nosotros era importante y con eso te haces a la idea de cómo puede ser", explica por su parte la española Carla Suárez. Efectivamente, las jugadoras se hacen una composición de lugar porque esto no es nuevo. Aunque no deja de ser destacado que esas ausencias de Serena tuvieran tanta importancia. "Evidentemente, cuando juega es la favorita y ahora sin ella todo puede estar un poco más abiertos. En estos meses que no ha estado ha habido jugadoras que lo han aprovechado", remata la canaria.

Eso mismo opina Johanna Konta, que entiende que sin la estadounidense el tenis cambia, pero no necesariamente a peor: "Estamos en una buena posición, hay unas cuantas ganadoras de Grand Slam jugando en el circuito y creo que eso hace también que sea un buen momento para ver tenis femenino, con muchas tenistas compitiendo por los grandes títulos".

Sí, la ausencia de Serena Williams, y esto es innegable, abre el abanico de favoritas. Se pasa de que sea la candidata clara al punto actual en el que es casi imprevisible saber quién será la que se lleve el gato al agua. "Yo realmente no miro mucho contra quién estoy jugando, solo pienso en cómo puedo jugar yo y cómo tengo que prepararme para estar al mejor nivel". Responde así Angelique Kerber que, en buena lógica, será la primera heredera del número 1 mundial. Ya lo fue a finales del pasado año, pero se lo volvió arrebatar Williams antes de poner un paréntesis a su carrera. Ella, como casi todas las jugadoras, también tiene muchos altibajos. Los mismos que no tiene Serena y que le han hecho dominar el circuito durante una década con puño de hierro.

"Yo estoy contenta por ella, sé que es un poco triste para los fans no poder verla jugar, pero ella ahora mismo es feliz y eso está bien", explica la alemana. Y ese es un sentimiento compartido, Serena no es la jugadora más accesible del circuito, pero entre sus compañeras tiene buena fama. "Yo le deseo lo mejor, porque creo lo que dicen las madres, que tener un hijo es algo extraordinario, único, espero que todo le salga bien", comenta por su parte Carla Suárez, que le envía también sus mejores deseos.

Un paso más allá va Johanna Konta, británica número siete del mundo, que recuerda que cuando de Serena se habla en realidad se está comentando una leyenda y que su presencia o ausencia no es lo mismo que lo de cualquier otra jugadora. "Ella es una fuerza tan dominante, en general, no solo en el tenis femenino sino en el deporte… es tan buena embajadora del deporte femenino que su ausencia se notará", cuenta la jugadora, nacida en Sídney.

Miente quien diga que era una más. Serena Williams no lo es y nunca lo fue. Desde que irrumpió en el circuito se dedicó a jugar al tenis como ninguna y, también, a ir a su aire más que el resto. Poco tiene que ver su pasado con el de sus compañeras y, desde luego, su historial es muy superior al de cualquiera. Solo Serena sabe lo que es ser Serena. La última machada de la gran estrella es haber ganado el Abierto de Australia embarazada de diez semanas. Algo que en cualquier otra jugadora no hubiese sido siquiera una opción ella lo consiguió con naturalidad. Ahora, eso sí, está de baja. Por eso no estará en Madrid. Y eso, en buena lógica, cambia la fisionomía de todo el circuito femenino.

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