Nadal lidera a España en un trámite contra India: se enfrenta al 203 del mundo

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Empezó a dar vueltas por el mundo cuando tenía 16 años, y ya sobrepasa la treintena. Rafael Nadal no es, ni mucho menos, nuevo en el oficio. Sabe mejor que nadie a qué se enfrenta en cada partido, quién es el que está al otro lado de la red y las dificultades que puede tener el encuentro. Por eso también tiene claro que en India no se va a encontrar un contrario aterrador, aunque no lo diga. Y no lo dice porque es deportista profesional, y en esta época han decidido enterrar las palabras sinceras, esconderlas entre una catarata de dudas y respuestas políticamente correctas. De sus labios nunca saldrá que Ramkumar Ramanthan no es un rival a tener en cuenta. Aunque lo sepa.

"Máximo respeto para el equipo indio", verbaliza cuando tiene que afrontar el rival que se pone en el camino del regreso al Grupo Mundial de la Copa Davis. No mucho más, a lo sumo una aséptica asunción de que los datos son los que son: "Es cierto, por ránking somos favoritos". Para eso basta con mirar la lista mundial y ver que él está en el puesto octavo -y eso que su año quedó lastrado por las lesiones- y su contrario en el primer partido de la Davis (11.30 h., Teledeporte) se encuentra en el 203. Casi son deportes diferentes, sin duda realidades paralelas entre la élite más distinguida y la ilusión de un joven que aún no ha disputado un Grand Slam.

Lo más que les puede asemejar es su lugar de residencia pues el indio, según dice su perfil en la ATP, vive en Barcelona. Entrena en la academia de Emilio Sánchez-Vicario y Sergio Casal, a las órdenes del campeón de la Copa Davis Joan Balcells, aunque en la página web de la casa es imposible encontrar nada del indio. Hay mucho espacio para las jóvenes promesas que allí se ejercitan, pero no parecen haber considerado necesario incluir a Ramanthan en esa lista.

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A falta de tenistas de peso, que India no los tiene, se buscan otros argumentos para darle vuelo al encuentro. Ambientales en este caso, porque el equipo español ha llegado a Nueva Dehli y se ha encontrado una humedad extrema. Nada inesperado, por otra parte. Cierto es que jugar en un ambiente tan cargado supone un reto, pero no lo suficientemente grande para un jugador (en realidad, un equipo entero) que vive en el primer nivel del tenis.

"Vamos a jugar en condiciones muy duras, mucha humedad, mucho calor", cuenta Nadal sobre cómo será el partido. Ni siquiera han puesto una pista especialmente rápida, habitual caballo de batalla de los jugadores españoles. Así que queda el tiempo y poco más. Abunda Nadal sobre el tema. "Estamos acostumbrados a jugar en condiciones difíciles alrededor del mundo en el tour, pero al mismo tiempo es verdad que la humedad aquí probablemente es más elevada que en ningún otro lugar", explica la primera raqueta del tenis español.

El seleccionador indio, Anand Armitraj, de hecho, se ha quedado muy disconforme con la manera de hacer las cosas de su federación. Quería que se jugase en hierba, pero el monzón no ha dado posibilidades de que eso se llevase a cabo. Quería que los partidos fuesen por la mañana, para que el calor y la humedad fuesen extremos, pero tampoco lo ha logrado, han preferido retrasar los horarios y ponerlos cuando el sol ya está cayendo para que acuda más gente a la pista. Mejor para el equipo español.

"Siempre pueden pasar cosas especiales, tenemos que estar muy centrados desde el inicio", resume el manacorí, con esa filosofía machacona que calcula todo y deja las puertas abiertas. No es lo más divertido del mundo, puede que sí sea lo más inteligente.

Las lesiones

En su caso, además, tiene que hacer antes de queda vez que juega una pequeña reseña sobre su estado físico. Es casi una cuestión de alerta nacional, la muñeca de Nadal, como antes lo fueron las rodillas u otras dolencias, son preocupaciones de Estado. En este caso, y después de un par de meses sin dudas, el optimismo reina. "Creo que he jugado unos buenos Juegos Olímpicos, jugué un buen US Open, perdí un partido que tuve grandes posibilidades de ganar y estaba compitiendo bien", analiza el tenista.

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"Las lesiones son duras siempre, pero las lesiones en el medio de la temporada son aún peores", evalúa sobre lo que ha sido un año de idas y venidas, más decepcionante que otra cosa pero, como es norma en el caso de Nadal, con espacios para torneos luminosos y reparto de ilusión.

El reto no parece máximo, pero la recompensa sí es bastante alta. España, uno de los países de más lustrosa tradición tenística, lleva un par de años vagando por las categorías menores de la Copa Davis. Los diferentes problemas y discordias del tenis español han hecho que su equipo masculino no estuviese en la posición que le corresponde por talento y despliegue. Ahora el camino está prácticamente recorrido y, para certificarlo, España ha traído su mejor equipo posible. El más experto también. A prueba de bombas, aunque el rival no necesite de tanto, siempre es positivo que acudan los mejores.

Cuando termine Nadal, empezará David Ferrer. Otro monumento del tenis español. Cierto es que su temporada no es la mejor, pero también que, aun bajando algo el pistón, sigue estando regularmente entre los 20 mejores del mundo. Ahora mismo, duodécimo. Su rival Sakhet Myeni, está el 137 del mundo, ocupado más en renovar la licencia internacional anualmente y seguir entrando en torneos satélites que en disputar la primera división. Lo fuerte de India, en teoría, era el dobles, pero no estará Rohan Bopana, que a sus 36 años es el 18 del mundo. Sí estará Leander Paes, que fue muy grande. Hoy, a los 43 años, no parece un rival de tanto fuste.