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España busca salir de las cloacas de la Davis en su viaje a Rumanía
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preocupa la pista dura

España busca salir de las cloacas de la Davis en su viaje a Rumanía

El equipo español es muy superior a su rival, pero ya en otras ocasiones acudió como favorito y terminó llevándose duras decepciones. Feliciano y Bautista serán los jugadores de individual

Foto: Roberto Bautista, en un partido con España (Reuters)
Roberto Bautista, en un partido con España (Reuters)

España se enfrenta a los miedos que, recientemente, han aparecido en la Copa Davis. En medio del caos federativo el equipo masculino sufrió. Jugar por la gloria, en el grupo mundial del tenis, es prestigioso, pero la selección ya no está en ese punto. Se encuentra en la sala de calderas, recluido en una segunda división a la que se vio empujado tras una serie de derrotas. Lo que es peor, el año pasado fueron incapaces de ascender tras una eliminatoria en Rusia que parecía ganada con las dos victorias del primer día pero en la que el conjunto, que entrenaba Conchita Martínez por primera vez, se disolvió como un azucarillo.

El rival para empezar la vuelta a la élite es Rumanía, que muy lejos está de aquella época gloriosa con Tiriac o Nastase. Muy lejos. Ninguno de los tenistas rumanos está entre los cien mejores del mundo mientras que por España jugarán Roberto Bautista, 15 en el ránking, y Feliciano López, vigésimo. Sin ser los nombres más brillantes tendrían que ser suficientes. Pero también lo eran quienes fueron el pasado año a Rusia, con catastrófico resultado.

España acudirá a Cluj donde se encontrará la encerrona habitual. Esto quiere decir que se espera la pista más rápida que permita el manual de la competición. Nada nuevo, ni mucho menos, los jugadores españoles, terrícolas por naturaleza, saben que siempre que se van fuera les esperan con las armas afiladas. Algo, por otra parte, que es común en la Davis. Los propios españoles, cuando juegan en casa, ponen pistas lentísimas, con mucha tierra, para desesperación de los rivales, normalmente menos duchos en el juego sobre arcilla.

"Fuera de casa nos hemos encontrado pistas como ésta o incluso más rápidas y hemos sabido sobreponer. No va a ser una excusa", comentaba Feliciano López cuando era preguntado por la pista. "Es un jugador con gran bagaje, ha jugado competiciones importantes, tiene mucha experiencia sobre todo en este tipo de superficies", explica la capitana sobre la llamada a López, que llevaba dos años sin ser seleccionado.

Feliciano López es una rareza en España, un gran sacador, un jugador que aguanta mal los largos peloteos. Es, por lo tanto, alguien que casi prefiere las condiciones disputestas por los rumanos. Abrirá la eliminatoria contra el mejor jugador rumano, Marius Copil, que se encuentra en el número 163 de la ATP.

Bautista, muy favorito

Roberto Bautista, por su parte, se enfrentará a Adrían Ungur, 183 del mundo, un jugador que nunca en su carrera ha ganado a un top-100. Por supuesto mucho menos a un top-20. El castellonés, sin embargo, recurre al tópico deportivo: no hay enemigo pequeño. "Es talentoso, tiene un buen revés y espero un partido igualado porque es una pista muy rápida en la que cuesta hacer 'breaks'; el marcador estará ajustado, comentaba el español, dándole vuelo a un rival que sobre el papel no parece tenerlo.

La seleccionadora confía en su pupilo y en lo que aporta al grupo un hombre de su tenis, que además está realizando el mejor año de su carrera deportiva: "Lo veo preparado, motivado y concienciado. Es el líder del equipo y lo veo muy bien para desarrollar su papel".

Les acompaña en Cluj Pablo Carreño, con 25 años y en función de compañero de entrenamientos. En la selección rival sería el número uno. Y para los dobles, Marc López y Feliciano. Uno de sus últimos resultados fue ganar Roland Garros.

El ambiente parece haber mejorado. Lejos quedaron aquellas guerras por el nombramiento de Gala León, su abrupta salida, la mala relación del presidente de la Federación con los tenistas. Un nuevo tenis que, para empezar, debería de volver a donde le corresponde: el Grupo Mundial. Para ello hay que ganar en Cluj.

España se enfrenta a los miedos que, recientemente, han aparecido en la Copa Davis. En medio del caos federativo el equipo masculino sufrió. Jugar por la gloria, en el grupo mundial del tenis, es prestigioso, pero la selección ya no está en ese punto. Se encuentra en la sala de calderas, recluido en una segunda división a la que se vio empujado tras una serie de derrotas. Lo que es peor, el año pasado fueron incapaces de ascender tras una eliminatoria en Rusia que parecía ganada con las dos victorias del primer día pero en la que el conjunto, que entrenaba Conchita Martínez por primera vez, se disolvió como un azucarillo.

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