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Djokovic no busca excusas: "Mi rival mereció ganar, no quiero quitarle méritos"
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perdió en cuatro sets contra sam querrey

Djokovic no busca excusas: "Mi rival mereció ganar, no quiero quitarle méritos"

El tenista serbio anunció que no jugará la siguiente ronda de Copa Davis para buscar un poco de descanso. Considera que los continuos parones por la lluvia no fueron decisivos

Foto: Djokovic, en sala de prensa (Reuters)
Djokovic, en sala de prensa (Reuters)
Foto: Feliciano López, durante el partido (Reuters)

Novak Djokovic evita dar excusas. Sabe que en la derrota se puede optar por buscar una historia que la justifique todo o, simplemente, aceptar que hay días que no son los mejores y rivales que también se merecen ganar de vez en cuando. Que pierda el serbio en Wimbledon es un shock, algo que nunca está en la programación del día. Había ganado los últimos cuatro grandes, un hito que no han logrado ni Federer ni Nadal. Llevaba un año casi perfecto, con victorias en Australia, Roland Garros, Indian Wells, Miami, Madrid, amén de una final en Roma. Es, en puridad, uno de los mejores inicios de siempre. Pero en el tenis no gana el ayer sino el hoy y, a veces, el genio es inferior al aspirante.

"Querrey lleva bastantes años en el circuito, es un jugador con experiencia y que ha aprendido mucho. Tengo que felicitarlo, ha hecho las cosas muy bien", concedía desde el principio el jugador serbio. Le faltaban explicaciones, la herida aún estaba demasiado fresca como para entender lo ocurrido. "Han pasado 20 minutos desde que salí de la pista. Es difícil hablar y decir lo que pienso, pero no es la primera vez que pierdo un partido de Grand Slam. Ahora sé que tengo que estar tranquilo", comentaba en sala de prensa.

Tranquilo y más descansado. Ganar es el objetivo de todos, pero la victoria constante tiene contrapartidas. Obliga a sumar partidos y partidos, no tener reposo y mantenerse constantemente alerta. Por eso, por el trajín que lleva en este 2016, ha decidido que no estará en los cuartos de final de la Copa Davis que tendría que haber jugado con Serbia después de Wimbledon. Se hubiese visto contra Reino Unido, la selección de Andy Murray, ni más ni menos.

La pregunta sobre el clima procedía. El partido, como es común en esta alocada edición de Wimbledon, se vio detenido en diversas ocasiones por la lluvia. Eso siempre molesta, pero Djokovic recuerda a la concurrencia que la lluvia es para todos y que, por lo tanto, no sirve como motivo para una derrota. "Mi rival mereció ganar y eso es todo. No quiero quitarle méritos. Tuve mis opciones, pero no sentía la bola como me gustaría. No hay que hablar de las interrupciones, ya que el clima es el mismo para los dos. También los espectadores que vienen a vernos están frustrados", se expresaba tras el partido el número 1 mundial.

"No estoy bien del todo"

Querrey es el tipo de jugador que, en un buen día, dificulta mucho el terreno. Su saque es uno de los mejores del mundo y esa es una buena base para empezar competir. "Sabía que iba a ser un partido competido; es un rival al que habitualmente no es fácil romperle el servicio. En este encuentro, además, le entraron la gran mayoría de los golpes", señalaba Djokovic, con el gesto aún contrariado por la derrota.

Djokovic fue cuestionado sobre el físico, si arrastraba algo que diese pistas de lo sucedido en la pista. "No estoy bien del todo, pero no es el momento ni el lugar para decir nada. No quiero hablar de ello, solo decir que mi rival lo estaba haciendo muy bien", comentaba con cautela el número 1 del mundo. Intentaba evitar por todos los medios señalar cuáles fueron esas molestias, pues consideraba que el hecho de nombrarlas sería un menoscabo para su rival.

Foto: Sharapova, en Chicago (Facebook)

La contrariedad, lógica y habitual cuando se pierde contra un rival inferior, no quitaba para que el tenista diese por bueno lo que llevaba de año. Era un día triste, pero la memoria aún respeta los buenos momentos. "Es maravilloso ganar cuatro Grand Slam seguidos y sabía que no iba a ser difícil estar motivado de nuevo después de Roland Garros. La importancia de este torneo es inmensa. Hoy di lo máximo, pero no me sirvió", contaba Djokovic tras su derrota. Y es que caer es duro, pero mucho más en un templo de tenis como es Wimbledon: "Perder en un Gran Slam duele más que en ningún otro torneo. Ha sido un buen año, pero también muy cansado y agotador, y ahora necesito algo de descanso".

Descanso tendrá, ahora la temporada entra en un pequeño valle que desemboca en los Juegos Olímpicos, uno de los pocos objetivos que Djokovic aún no ha logrado. Todo lo demás ya lo tiene.

Foto: Feliciano López, durante el partido (Reuters)

Novak Djokovic evita dar excusas. Sabe que en la derrota se puede optar por buscar una historia que la justifique todo o, simplemente, aceptar que hay días que no son los mejores y rivales que también se merecen ganar de vez en cuando. Que pierda el serbio en Wimbledon es un shock, algo que nunca está en la programación del día. Había ganado los últimos cuatro grandes, un hito que no han logrado ni Federer ni Nadal. Llevaba un año casi perfecto, con victorias en Australia, Roland Garros, Indian Wells, Miami, Madrid, amén de una final en Roma. Es, en puridad, uno de los mejores inicios de siempre. Pero en el tenis no gana el ayer sino el hoy y, a veces, el genio es inferior al aspirante.

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