Nadal se cruza en los cuartos de Madrid con uno de sus ilustres sparrings de Mallorca

Mallorca se ha convertido en uno de los centros mundiales del tenis. Carlos Moyá tuvo algo que ver, pero a nadie se le escapa que el salto de calidad, el hombre que ha cambiado todo, es Rafa Nadal. Él vive en Manacor y allí acuden con frecuencia jugadores de todo el mundo para probarse, para entrenar contra uno de los mejores jugadores que jamás ha pisado una pista de tenis. En épocas de descanso, descanso relativo porque un tenista nunca deja de entrenarse, los jugadores acuden a la isla para verse las caras con Nadal y aprender de él.

Entre los que han ido a Manacor a rendir tributo se encuentra Joao Sousa, que hoy será el rival de Nadal en Madrid después de que el español venciese a Querrey. El portugués, buen jugador de tierra aunque teóricamente si nivel para hacer daño al español, se cogió las maletas este invierno y viajó hasta la isla. Le habían aceptado como sparring para el número 5 del mundo. A él le serviría para ver al maestro e intentar dar un salto de calidad.

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"Nos conocemos muy bien, estuvimos entrenando juntos este diciembre, cuando te lo encuentras en las rondas finales es un jugador muy difícil y su victoria contra Jack Sock, que es un jugador muy peligroso y muy bueno, especialmente en altura, es increíble", describe Nadal, que ya se lo encontró en el torneo de Río de Janeiro hace un par de años.

Aunque a Nadal le salga la frase hecha de decir que no hay enemigo pequeño la realidad es que el precedente da miedo para el portugués, ya que el 14 veces ganador de Grand Slam le ganó por 6-0 y 6-1 en uno de los resultados más abultados de su carrera. Sousa ha mejorado mucho desde entonces, y no solo por entrenar con un maestro, pero quizá no tanto como para inquietar a Nadal. Por más que el español diga que espera "estar listo para jugar un gran partido" ya que su rival estará "muy confiado".

En realidad es bastante probable que Nadal gane a su rival de hoy, porque la lógica suele gobernar el tenis y Nadal, que ha ido subiendo paulatinamente su nivel, ya está muy cerca de ser el jugador que aspira a todo cuando se juega sobre tierra batida. Sousa no.

El portugués no es el único que se ha enfrentado al reto de entrenarse con Nadal en Mallorca. También Andy Murray, uno de los mejores tenistas del mundo, decidió irse en abril, después del torneo de Montecarlo, a la isla. "Al principio tenía previsto irme a Barcelona, pero pensé que el mejor entrenamiento era ir a allí, y jugar con dos jugadores del ‘top ten’ y sobre todo con el mejor de tierra de todos los tiempos, y funcionó muy bien". Y sí, dice dos porque, además del español, por allí andaba también ejercitándose Milos Raonic, otro de los mejores jugadores del mundo.

"La intensidad es diferente, y el entrenamiento no es igual. Si yo soy mejor dicto los puntos, llevo la batuta. Con Rafa y Djokovic, esas cosas no funcionan. Entrenarme con gente como ellos me hace comprender mejor las cosas que quiero mejorar. Se trata de explotar mis debilidades", cuenta Murray sobre esa decisión de marcharse unos días a Mallorca para hacer un pequeño clinic de estrellas. Hay torneos en el circuito con peor participación que el jardín de Nadal ese fin de semana.

Al calor de España

Hay otro motvo por el que Murray se decantó por España: el tiempo. Algunas de las mejores academias tenísticas del planeta se encuentran en Barcelona y Valencia, de hecho el escocés aprendió buena parte de lo que sabe en la Academia Sánchez-Casal. Y también en la Ciudad Condal vivió parte de su juventud Raonic. España produce muchos tenistas y perfecciona otros, aunque no lleven la misma bandera.

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Es más, el propio Rafa piensa en un futuro abrir una academia en Mallorca, para que sean más los jugadores que puedan entrenarse con él, aunque de una manera más reglada, más pautada. Sería un modo de hacerle competencia a las dos ciudades del litoral mediterranéo, un triángulo de excelencia donde aprender a jugar al tenis. Nadal podría haberlo hecho en cualquier sitio del mundo, probablemente le han ofrecido mil veces abrir academias en los lugares más remotos sin necesidad de poner más que su cara. Pero esto es diferente, porque es un proyecto personal que quiere que fragüe bien. Que el próximo Nadal salga de la academia de Nadal.

Murray se enfrentó con Rafa en Montecarlo, y también le vio en las prácticas, así que es uno de los que mejor puede contar a qué nivel se encuentra ahora mismo el ídolo de la Caja Mágica, el jugador más ovacionado de tantos como comparecen en la orilla del Manzanares. "En Montecarlo jugó muy bien, salvó muchos puntos de rotura y eso es una forma de ver cómo está su confianza", explicaba estos días el escocés, que se ve a sí mismo capacitado de hacerlo bien también en París. Aunque en ese torneo será menos favorito que en otros. Por Djokovic, eso siempre, y también porque en la arcilla hay un hombre llamado Nadal.