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Todo sobre Garbiñe: así ven las rivales a una tenista que va para estrella del rock
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competirá en el madrid open esta semana

Todo sobre Garbiñe: así ven las rivales a una tenista que va para estrella del rock

La jugadora española centra las miradas del cuadro femenino en el máster de Madrid. Radwanska, Kerber, Safina o Carla Suárez opinan sobre el tenis de la hispanovenezolana

Foto: Garbiñe Muguruza (EFE)
Garbiñe Muguruza (EFE)

Garbiñe Muguruza extiende la palma de la mano mientras un chico con un artefacto se dedica a escanearla para hacer con ella una figura en tres dimensiones. A su alrededor un círculo de periodistas y curiosos observan la maniobra. En la zona hay otras tenistas, algunas de las mejores, pero la más solicitad es la finalista de Wimbledon 2015. Juega en casa y es la sensación en el circuito. Angelique Kerber se hace ráfagas de fotos, también para la organización, y Dinara Safina, ya retirada, vigila todo desde la puerta. Agnieszka Radwanska ha pasado por allí con una sonrisa de oreja a oreja, y Carla Suárez se dedica a responder una entrevista tras otra. Ella también juega en casa. Es viernes por la mañana y la zona vip del torneo de Madrid aún no ha recibido a sus ilustres visitantes, pero las jugadoras están ya allí. Y si una sobresale esa es Garbiñe Muguruza. Así empieza el tenis en la capital.

"Siempre te sientes un poco más nerviosa, quieres hacerlo bien, pero aquí más aún, para que la gente te vea jugar y se vuelque contigo", concede la tenista hispanovenezolana. El mundo cambió para ella hace apenas nueve meses, pasó de ser una chica de mucho talento y proyección a una figura consolidada tras ser finalista en Wimbledon, una realidad con la que aún compite, a la que está en fase de acostumbrarse.

Su problema, en todo caso, no será el tenis. No hay rival que no sepa que jugar contra Garbiñe es como extirparse una muela: duro, difícil, incómodo. "Me gusta mucho su tenis, creo que lo tiene todo para jugar bien", comenta Radwanska, con la que poco a poco ha empezado una tozuda rivalidad. La polaca, que con la ausencia de Serena Williams en Madrid aparece en el cuadro como primera cabeza de serie, fue la rival a la que Garbiñe superó para entrar en la final de Wimbledon. Radwanska se tomó la revancha unos meses después, apeándola en Australia del objetivo final. Se han cruzado siete veces, en cuatro ganó Garbiñe.

"Es muy difícil jugar contra ella será importante en los próximos años", dice Angelique Kerber

"Tiene muchísimo potencial, por supuesto, un gran juego, estoy segura de que hará mucho en el tenis y la veremos más a menudo en las finales de los grandes torneos", dice la número dos del mundo. En eso hay una coincidencia plena, no hay jugadora que no señale a Muguruza como una pieza clave del futuro del tenis femenino.

[Las lágrimas de Garbiñe]

"Es una gran jugadora, siempre es muy difícil tenerla delante y jugará muy bien los próximos años, veremos de lo que es capaz". La que habla ahora es Angelique Kerber, que este año asombró al mundo ganando en la final del Abierto de Australia a Serena Williams. Los grand slam en tiempos de Serena, la dominadora absoluta, valen doble. Con Kerber, que es tercera en el ranking mundial, tiene un historial similar, también 4-3 a favor de la española aunque, cierto es, los tres últimos cruces cayeron del lado de la alemana.

Vale para cualquier superficie

"Ella me hace jugar al 100%, siempre que nos enfrentamos llevamos al máximo nivel a la otra", opina Radwanska que repite, una vez más, la misma coletilla: "Por supuesto que será muy importante en los próximos años". Con Garbiñe la duda no parece si ocurrirá sino solo cuándo será el día que estalle definitivamente. Claro, que siendo cuarta del mundo muchos pensarán que ese tren ya está en la estación. No parece que sus rivales estén muy de acuerdo, ven más potencial aún.

Carla Suárez es, como todas, rival, pero también aliada. Ambas se encuentran cómodas cuando juegan el doble, estarán juntas en los Juegos de Río y han disfrutado recientemente de una racha victoriosa en Copa Federación. Ventajas de compartir la nacionalidad. "La veo muy bien, es una jugadora que sabe adaptarse a todo tipo de superficies y en Lleida estuvimos muy a gusto, tuvimos buenos resultados, lo cual se agradece", comenta la española. Este año han jugado menos partidos juntas, pero en Madrid disputarán el torneo con cierta vitola de favoritas. "Competimos juntas, habrá que aprovecharlo", cuenta la canaria.

La que ya no tiene que preocuparse por el juego de Garbiñe es Dinara Safina. Fue número 1 del mundo, pero está retirada. Su perfecto castellano y la importancia de su carrera la ha llevado a formar parte del equipo de trabajo del Madrid Open. Después del sorteo del cuadro habla con El Confidencial sobre cómo ve a la española. "Yo no he jugado contra ella, pero le he preguntado a las jugadoras y me dicen que es muy difícil tenerla delante, porque saca muy bien y su pelota es muy pesada, cuesta mucho jugar contra ella". La pelota pesada, ese matiz tan típico español. Es el golpe liftado, un envío que no parece tan rápido que el de los jugadores que le pegan plano pero que sobrerrevoluciona la bola hasta hacerla muy difícil de dominar. Es el golpe que ha hecho de Nadal un ídolo.

"Cuando juego contra ella me lleva siempre al 100%, me gusta mucho su tenis", concede Radwanska

Eso, en teoría, es más eficaz en tierra, pero todas las jugadoras coinciden en una cosa: a Garbiñe le da un poco igual lo que hay bajo sus pies. "Tiene juego para cualquier superficie, en tierra, en dura en hierba... sus golpes son muy profundos, tiene buenos tiros de derecha y de revés, es muy completa. Lo está haciendo muy bien y a ver si sigue igual. Lo importante es que esté sana", apunta Safina, que también tiene palabras para el bellísimo tenis de Carla Suárez: "Me encanta su juego, a mí me gusta mucho el revés a una mano, aunque yo jugara con dos, y cuando la veo siempre es muy variada, lifta, corta... es diferente al resto, en el tenis femenino se echan de menos más jugadoras como ella".

Y a todo esto ¿qué cuenta Garbiñe? Llega con un ligero retraso y es rápidamente franqueada por los periodistas. Ella, sentada en la zona vip, no para de sonreir ni un segundo. Gesticula mucho con las manos, que acompañan un mensaje bien estructurado, con cierto poso. Si no le gusta hablar lo disimula de maravilla. La grada de Madrid la espera con ansia, se intuyen en ella grandes cosas, pero no le molesta ser señalada. "Que te consideren favorito es fantástico, aunque es también dificil, sabes que hay gente que tiene los ojos puestos en ti. Luego hay que jugar los partidos, si no eres mejor que la rival, pierdes", despeja Muguruza.

Los nervios positivos

Su año ha sido una montaña rusa, mezclando juego brillante con salidas de pata de banco impropias de una tenista: llantos, enfados, peleas con su entrenador. Ese control tiene que ver con los nervios, aunque ella no quiere desterrarlos por completo, los considera parte del oficio y ve riesgos en que desaparezcan. "Es una gran cosa jugar en casa y tener nervios, eso quiere decir que te importa lo que haces y quieres hacerlo bien, que quieres que tu gente te vea hacerlo bien", explica.

Garbiñe es una excelente tenista y va camino de ser también una celebridad mundial. Irradia carisma y confianza, las marcas se fijan en ella, que disfruta con la farándula. Su último paso en ese sentido es una aplicación de móvil a su nombre, una rareza entre las tenistas. "Es reciente y me hace mucha ilusión, creo que es muy guay y si te gusta el tenis te puede divertir. No es solo lo que pasa en la pista, sino también lo que hace una chica joven que juega al tenis. Creo que puede ser divertido", cuenta sobre ella Muguruza.

[Los protagonistas del año 2015]

Juega en casa, más aún ahora que ya no hay dudas sobre con qué país compite internacionalmente. No es un detalle menor. "He notado que me apoyan más desde que elegí a España, allá donde voy siempre hay una bandera que surge entre las gradas", explica. El torneo de Madrid, un mastodonte en el calendario tenístico, junta en la misma semana un cuadro masculino y otro femenino. Esto, que no es común, también merece una pregunta para Garbiñe. Ella lo explica entre risas: "Hay más alboroto en el club, pero no cambia nada, solo que te puedes cruzar con cracks como Federer ¡Federer!".

"En los torneos mixtos hay más alboroto en el club, y te puedes cruzar con Federer... ¡Federer!", ríe Garbiñe

La dualidad de tenista exitosa y estrella del rock hace que la prensa no le pregunte tanto sobre tenis como a otras figuras más planas. En resumen de lo dicho sobre el jueg: la ausencia de Serena es importante para el torneo pero menos para las tenistas porque todo está muy igualado; le gusta la tierra porque se ha formado jugando en ella y cualquier tenista español se ha pasado muchas horas practicando; no discrimina superficies, puede jugar en cualquier sitio y se adapta rápido; Madrid es el único torneo con altura, lo cual es un factor; y su mejor recuerdo es Wimbledon, aunque hay otros momentos importantes menos conocidos.

Una cosa más. Hay un rumor constante que dice que en Río no aspirará a dos medallas -individual y doble- sino también a una tercera, en el mixto. Su pareja, según dicen, sería Rafa Nadal. Otro que, además de un soberbio tenista, tiene trazas de icono. "No sé de dónde ha salido esa información, pero creo que a mí, y a todo el planeta, le gustaría jugar con Rafa el mixto. No tomo yo la decisión, pero estaré con una oreja puesta, a ver si puedo", cuenta, tendiendo la mano a la posibilidad. La mano en la que se fija el torneo, la que se mueve al ritmo de sus palabras y agarra con rabia la raqueta. La mano de una tenista, la mano de una estrella del rock.

Garbiñe Muguruza extiende la palma de la mano mientras un chico con un artefacto se dedica a escanearla para hacer con ella una figura en tres dimensiones. A su alrededor un círculo de periodistas y curiosos observan la maniobra. En la zona hay otras tenistas, algunas de las mejores, pero la más solicitad es la finalista de Wimbledon 2015. Juega en casa y es la sensación en el circuito. Angelique Kerber se hace ráfagas de fotos, también para la organización, y Dinara Safina, ya retirada, vigila todo desde la puerta. Agnieszka Radwanska ha pasado por allí con una sonrisa de oreja a oreja, y Carla Suárez se dedica a responder una entrevista tras otra. Ella también juega en casa. Es viernes por la mañana y la zona vip del torneo de Madrid aún no ha recibido a sus ilustres visitantes, pero las jugadoras están ya allí. Y si una sobresale esa es Garbiñe Muguruza. Así empieza el tenis en la capital.

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