Es noticia
Nishikori, un rival para Nadal que desafía todos los estereotipos
  1. Deportes
  2. Tenis
el japonés ha ganado los últimos dos años

Nishikori, un rival para Nadal que desafía todos los estereotipos

El jugador japonés está educado para jugar en pista dura, pero disfruta del Godó, donde ha ganado dos veces. En su país le adoran, pero creen que su actitud es poco japonesa

Foto: Nadal y Nishikori en la presentación del Godó (Cordon Press)
Nadal y Nishikori en la presentación del Godó (Cordon Press)

Nick Bollettieri es un señor extremadamente bronceado que ha moldeado el tenis actual. Su imperio se extiende en una academia de Florida, aunque sería más preciso decir que es la academia. Así, sin más. Es el lugar donde todos los niños del mundo -menos los españoles- quieren marchar para codearse con la élite del tenis. Allí es donde aprenden los mejores y donde se hacen los campeones. Y si no es así, lo parece. Hay truco, como en todo, detrás está IMG, el mayor imperio de representación en el tenis. Cuando demuestras un poco de talento empiezan los cantos de sirena para ir a la Academia de Nick. Se sabe que allí conseguirás entrar en los cuadros de los torneos con mayor facilidad y que los patrocinadores se fijarán más en ti por el simple hecho de entrenar allí. Todo eso, en un mundo ultracompetitivo como es el del tenis, cuenta.

Bollettieri es una figura clave en el tenis actual porque fue el que pensó que cuanto más fuerte y más rápido mejor. Sus alumnos son enseñados a dar palos y a acortar los puntos, a restar buscando ganadores. Y también son adoctrinados sobre la necesidad de conseguir un físico fuerte. Antes el tenis era de otro modo, pero llegó Bollettieri. Nick que es, además, un protagonista involuntario de la biografía de Andre Agassi, uno de los mejores libros deportivos jamás escritos. Se le describe allí como un loco, aunque solo uno más de los muchos que aparecen en la vida del tenista. No le gustó mucho aquello, quizá porque el ego de Bollettieri también es legendario.

[Nadal sigue con paso firme en el Godó]

Kei Nishikori, que este domingo es el rival de Nadal en la final del Conde de Godó, pasó por aquella academia. Era el jugador más prometedor de Japón y no podía terminar en otro sitio que no fuese aquel. Lo hizo subvencionado por la familia Morita, fundadora de la Sony y especialista en proyectos de todo tipo siempre que necesiten dinero. Era el caso, aunque Nishikori es hijo de un ingeniero y una pianista, una familia de clase media acomodada y sin grandes problemas. Aún así necesito a Morita para dar la vuelta al mundo y, con 14 años, aprender los rudimentos de Bollettieri: jugar rápido, acortar los puntos, servir fuerte y buscar las líneas.

Los mejores momentos de las semifinales.

Un japonés poco japonés

Ni que decir tiene que Bollettieri fabrica jugadores pensando en la pista dura, quizá porque no sabe hacerlo de otro modo, también porque la mayor parte de los torneos del circuito son en esa superficie. Por eso, y porque en España hay buen clima y muchas academias que enseñan a jugar en tierra, el hábitat natural del jugador español, no son muchos los nacidos aquí que se van a entrenar con Nick. Con esos mimbres, y el talentazo que tiene el japonés, ideó a Nishikori que, sorprendentemente, también aprendió a desempeñarse sobre polvo de ladrillo. Nishikori juega a lo que le enseñaron, pero funciona. Desde muy pequeño se vio que rendiría en la arena, pues fue campeón en el Roland Garros Junior de dobles.

Funciona en tierra y, especialmente, en Barcelona. Quizá porque la competencia es menor que en otros torneos, también porque el torneo le encanta, pero el caso es que ha ganado dos veces en la ciudad condal. Son sus dos únicos torneos sobre tierra batida, pero en ambos demostró que tiene mucho para dar en esta superficie. Este año, más de lo mismo, controlando su lado del cuadro con la misma prestancia que Nadal. Hoy se enfrentarán en la final y, de algún modo, para Nishikori es un poco como ver al malo final del videojuego. Nadal es tierra, la tierra es Nadal aunque, como le pasa al japonés, él también encontrase el éxito más allá de su zona de confort.

Su actual entrenador sí que sabe bien jugar sobre tierra. Es Michael Chang, el sinoamericano que consiguió en 1989 ganar Roland Garros desquiciando a sus rivales con sus saques de cuchara y suincreíble resistencia. Fue el más joven en ganar nunca un Grand Slam. Es, además, uno de los pocos jugadores estadounidenses que han funcionado bien en tierra en los últimos 20 años. No es casualidad, el estilo Bollettieri está fuertemente implantado en todo el país y, claro, llega la tierra y se van a pique.

[Tuve que esforzarme para superar mi ansiedad]

Solo se han visto en dos ocasiones sobre arcilla y en ambas ganó Nadal. La primera no tuvo mucha historia, fue en Roland Garros en 2013 y por aquel entonces Nishikori no era la estrella mundial que es hoy -ha llegado al número 4 del mundo, ha sido finalista en el US Open-. La otra tiene más enjundia. Fue un año más tarde, en Madrid, y el japonés tenía el partido casi ganado cuando Nadal despertó, tomó los mandos y se aprovechó de una lesión de Nishikori, que terminó retirándose. Era en la final, un nuevo síntoma de que el chico ahormado para la pista dura tiene futuro cuando el suelo se pinta de naranja.

Nishikori es un personaje curioso. En Japón es un ídolo, pero ellos mismos saben que el mejor jugador que jamás ha dado su país se parece muy poco a ellos mismos. Para triunfar en el tenis hay que tener un punto de individualismo, unas dosis de ambición y hambre que, en el deporte, no son comunes en los japoneses. Su propio padre lo comentaba en un libro sobre su hijo: "Los tenistas japoneses no tienen mucho éxito porque su sentido de la individualidad es flojo cuando se les compara con los extranjeros". Creía el señor Nishikori que estudiar en su país hubiese coartado el crecimiento tenístico de su hijo. Apostó, con la ayuda de Sony, y venció.

Nadal se enfrentará este domingo (17.30 h., Teledeporte) a un jugador contracultural, un japonés que llegó a Florida sin saber inglés pero que tenía la mentalidad estadounidense para ganar. Un hombre de Bollettieri, educado para comerse el cemento, que se divierte en las pistas de tierra batida. Un excelente tenista que, en el futuro, puede ganar un Grand Slam. Todo eso y mucho más es Nishikori.

Nick Bollettieri es un señor extremadamente bronceado que ha moldeado el tenis actual. Su imperio se extiende en una academia de Florida, aunque sería más preciso decir que es la academia. Así, sin más. Es el lugar donde todos los niños del mundo -menos los españoles- quieren marchar para codearse con la élite del tenis. Allí es donde aprenden los mejores y donde se hacen los campeones. Y si no es así, lo parece. Hay truco, como en todo, detrás está IMG, el mayor imperio de representación en el tenis. Cuando demuestras un poco de talento empiezan los cantos de sirena para ir a la Academia de Nick. Se sabe que allí conseguirás entrar en los cuadros de los torneos con mayor facilidad y que los patrocinadores se fijarán más en ti por el simple hecho de entrenar allí. Todo eso, en un mundo ultracompetitivo como es el del tenis, cuenta.

Rafa Nadal Andre Agassi
El redactor recomienda